
El camino hacia la innovación y el éxito empresarial no ha estado exento de fracasos. Figuras como Bill Gates, Steve Jobs, Thomas Edison y Walt Disney enfrentaron numerosos obstáculos antes de dejar su huella en la historia.
Sus trayectorias incluyen proyectos fallidos, decisiones erróneas y rechazos que, lejos de detenerlos, sirvieron como aprendizajes fundamentales para transformar sus industrias.
Bill Gates
Antes de fundar Microsoft, Bill Gates y su socio Paul Allen crearon Traf-O-Data, un sistema diseñado para recopilar y analizar datos de tráfico vehicular.
La idea era procesar la información de los cables que se colocaban en las carreteras para medir el flujo de vehículos y vender estos datos a los gobiernos y empresas de ingeniería civil.

Sin embargo, Traf-O-Data fracasó estrepitosamente. Según Newskeek, Allen reconoció que “Traf-O-Data fue una buena idea con un modelo de negocio defectuoso. No se nos ocurrió hacer ninguna investigación de mercado y no teníamos idea de lo difícil que sería conseguir compromisos financieros por parte de los municipios”. Entre 1974 y 1980, la empresa acumuló pérdidas impresionantes antes de cerrar sus operaciones.
Según contó en el Foro Economico Mundial, en 2004, otro de los grandes errores de Gates fue no haber entendido la importancia de los motores de búsqueda en internet, permitiendo que Google se adueñara del mercado.
A finales de los años 90, Microsoft era la compañía de software más poderosa del mundo, pero no supo prever la revolución que representaba la búsqueda en línea.

De acuerdo con Entrepreneur, Microsoft intentó competir con Google a través de Bing, pero su estrategia fue un fracaso.
Hoy en día, Google domina el 65% del mercado de buscadores, mientras que Bing apenas alcanza el 14%.
A finales de los años 90, Microsoft tenía una posición dominante con Windows y su navegador Internet Explorer, pero Gates no comprendió la magnitud de la transformación que traería la red.
Brad Silverberg, exvicepresidente de Microsoft, afirmó en una entrevista con Newsweek, que Bill tuvo dificultades para entender lo masivamente influyente que sería Internet. Su mentalidad estaba en proteger Windows en lugar de adoptar una estrategia que mantuviera a Microsoft a la vanguardia.
Por otro lado, según Entrepreneuer, en 1997, cuando Apple estaba al borde de la quiebra, Gates decidió invertir 150 millones de dólares en la empresa de su rival Steve Jobs.

Según Entrepreneur, esta inyección de capital ayudó a Apple a desarrollar el iMac y, eventualmente, el iPod.
Pero con el tiempo, la decisión de Gates fue puesta en duda. Según Bloomberg, algunos analistas se preguntan si fue “el peor negocio de la historia”, dado que Apple se convirtió en la empresa más valiosa del mundo, superando ampliamente a Microsoft.
Steve Jobs
Steve Jobs sufrió uno de los despidos más humillantes de la historia y protagonizó varios fracasos antes de regresar triunfante a Apple.
En 1985, luego de los fiascos del Apple Lisa y el Apple III, Jobs fue apartado de la empresa que él mismo había cofundado.
Estos productos costaron millones en desarrollo, pero fracasaron comercialmente. Según Business.com, estos fueron productos que se estrellaron y ardieron.
La junta directiva de Apple, encabezada por John Sculley (a quien el propio Jobs había reclutado), decidió despedirlo.
Tras su salida, Jobs fundó NeXT, una empresa enfocada en la creación de computadoras de alta gama para universidades y centros de investigación. Sin embargo, este fue un desastre financiero.
De acuerdo con Newskeek, Jobs invirtió grandes sumas de dinero en diseños lujosos.
La computadora NeXT, vendida a 6.500 dólares, era demasiado cara y poco práctica. Según NBC, la compañía esperaba vender 10.000 unidades al mes, pero apenas alcanzó 400.
Al mismo tiempo, Jobs había adquirido Pixar, un pequeño estudio de animación por computadora que, en sus primeros años, apenas lograba subsistir.
Para 1991, había invertido 50 millones de dólares en esta empresa, pero no encontraba un modelo de negocio rentable.

Según Entreprenuer, a pesar de estos fracasos, NeXT terminó siendo clave en su regreso a Apple. En 1997, Apple compró NeXT y desarrolló productos icónicos como el iPod, el iPhone y el iPad. Mientras tanto, Pixar resurgió con Toy Story, que convirtió a Jobs en multimillonario.
Thomas Edison

Thomas Edison es conocido como el “Mago de Menlo Park” y uno de los inventores más prolíficos de la historia, pero su camino estuvo lleno de fracasos.
Según el Smithsonian, Edison dijo en una ocasión: “No he fracasado 10.000 veces. He encontrado 10.000 formas que no funcionan”.
Uno de sus primeros fracasos fue un recorder de votos eléctrico, que desarrolló en 1868. Edison pensaba que este invento ahorraría tiempo en el Congreso, pero fue rechazado de inmediato.
Como explica el Smithsonian, los legisladores le dijeron que “perjudicaba las negociaciones políticas”, ya que eliminaba la posibilidad de manipular los tiempos de votación.

Otro fiasco fue su pluma eléctrica, diseñada para hacer copias de documentos. Sin embargo, el producto era pesado, ruidoso y requería mantenimiento constante con soluciones químicas.
Edison la abandonó rápidamente, aunque posteriormente fue la base para el mimeógrafo y la aguja de los tatuadores modernos.
En los años 1890, Edison invirtió una fortuna en una planta de separación de minerales en Nueva Jersey. Su sistema de imanes para extraer hierro de la roca nunca funcionó correctamente. Pese a sus constantes modificaciones, el proyecto se hundió tras una década y le costó millones de dólares.
Quizás su fracaso más notorio fue la muñeca parlante, lanzada en 1890. Según Smithsonian, el mecanismo interno se rompía con facilidad y la voz de la muñeca era descrita como “espeluznante y aterradora”. Apenas un mes después de salir al mercado, Edison la retiró.

A pesar de estas caídas, Edison acumuló 1.093 patentes y revolucionó la historia con la bombilla, el fonógrafo y la cámara de cine.
Walt Disney: bancarrota, pérdidas y rechazos

Antes de construir su imperio, Walt Disney atravesó enormes dificultades. Su primera empresa, Laugh-O-Gram Studios, quebró en 1923, dejándolo en la ruina. Business.com cuenta que Disney no podía pagar el alquiler.
En 1928, perdió los derechos de Oswald el Conejo, su primer personaje exitoso. Su productor le arrebató tanto el personaje como a sus animadores. En lugar de pelear, Disney decidió empezar de nuevo y creó a Mickey Mouse.
Pero los problemas continuaron. Según Biography, los banqueros rechazaron 300 veces la idea de Mickey Mouse, argumentando que “las mujeres tienen miedo a los ratones”.

Incluso después del éxito de Blancanieves y los siete enanitos (1937), Disney enfrentó duros golpes financieros con Bambi, Pinocho y Fantasía, que fueron fracasos en taquilla debido a la Segunda Guerra Mundial.
En 1955, la apertura de Disneyland fue un caos. El calor derretía los zapatos de las mujeres, las fuentes de agua no funcionaban y algunas atracciones se rompieron. Los medios lo bautizaron como el “Domingo Negro”.