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El alto costo y la
El alto costo y la escasez de evidencia clínica contrastan con el optimismo de empresas y pacientes ante los nuevos procedimientos (Canva)

El emergente mercado de tratamientos para eliminar microplásticos del cuerpo humano se expande rápidamente, impulsado por el temor de pacientes, la innovación de empresas y un entorno donde la ciencia aún busca evidencia concluyente.

Un informe realizado por The Washington Post señaló que clínicas y compañías en Estados Unidos, Europa y Reino Unido ofrecen desde suplementos y probióticos hasta procedimientos médicos sofisticados, pese a los elevados costos y la falta de consenso sobre su efectividad.

Mientras la preocupación por los riesgos para la salud que suponen los microplásticos y las denominadas “sustancias químicas eternas” crece, científicos y autoridades insisten en la necesidad de datos sólidos antes de validar estos tratamientos.

La exposición a microplásticos es
La exposición a microplásticos es constante y los métodos disponibles no logran atacar partículas acumuladas en el organismo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Preocupación global por los microplásticos y su impacto en la salud

La alarma social por la presencia de microplásticos y PFAS en el organismo se sustenta en investigaciones recientes que los detectaron en arterias, intestinos, hígado y cerebro.

Sumado a esto, los PFAS, compuestos extremadamente persistentes, pueden permanecer más de una década en el cuerpo y están asociados a problemas de fertilidad y cáncer. Ante este panorama, muchos recurren a soluciones que van más allá de cambiar hábitos de consumo.

Ese fue el caso de Mike Petegorsky, ejecutivo de telemedicina, quien viajó a Suiza para someterse a una tecnología de filtrado sanguíneo destinada a eliminar partículas extrañas. Su experiencia motivó la fundación de Proxima Health, junto a Carlos Schuster, para llevar este método a Estados Unidos.

Este tipo de iniciativas responde a una demanda creciente, aunque la mayoría de los pacientes carece de referencias claras para valorar su utilidad real.

Tratamientos médicos avanzados: mecanismos y alcance

Entre las opciones clínicas más sofisticadas destaca la aféresis, procedimiento en el que se extrae sangre, se separa el plasma y se filtra para retirar microplásticos y toxinas antes de devolverlo al paciente.

Centros como Clarify Clinics, en Londres, realizaron más de 1.000 aféresis, con sesiones de dos a tres horas y un costo de aproximadamente USD 13.000. Su directora, Yael Cohen, define este método como “medicina sustractiva”, centrada en liberar al cuerpo de elementos indeseados.

Desarrolladores impulsan tecnologías de filtrado
Desarrolladores impulsan tecnologías de filtrado sanguíneo que prometen eliminar microplásticos, pese a la falta de aval científico (REUTERS)

Los testimonios incluyen casos de pacientes con colitis ulcerosa que relatan una mejora tras el tratamiento. Sin embargo, los especialistas advierten que la exposición a microplásticos es permanente y que estos procedimientos no pueden eliminar las partículas que ya penetraron en órganos profundos.

En Estados Unidos, la empresa Circulate Health promueve la plasmaféresis terapéutica, técnica que sustituye el plasma del paciente por una solución rica en proteínas. Brad Younggren, CEO de la firma, indica que trataron a más de 200 pacientes, observando disminución de microplásticos y PFAS.

Sin embargo, los beneficios clínicos directos de esta reducción todavía no se han demostrado. El método de medición, desarrollado por el químico Alan Morrison, no cuenta aún con certificación de la FDA.

Por otra parte, en Alemania, el profesor Stefan Bornstein, de la Universidad Técnica de Dresde, documentó la eliminación de micro y nanoplásticos mediante aféresis en pacientes con fatiga severa. Su estudio utiliza el equipo que Proxima Health planea introducir en Estados Unidos, aunque su adopción depende de la realización de más ensayos clínicos.

Suplementos, probióticos y alternativas de bajo acceso clínico

Al margen de las clínicas de élite, existen alternativas más accesibles, aunque con respaldo científico limitado. Empresas como Winnow, en Colorado, ofrecen probióticos que, según su fundador Matthew Dunn, pueden favorecer la expulsión de microplásticos por el tracto digestivo.

En Arizona, Optimal Health Systems oferta un suplemento destinado a “desintoxicar” ftalatos, aunque sin detallar la evidencia de su seguridad o eficacia en humanos. Por su parte, Elora Therapeutics desarrolla un fármaco inyectable basado en enzimas que buscaría descomponer polímeros plásticos en el cuerpo.

El auge de soluciones comerciales
El auge de soluciones comerciales responde al temor social, mientras crece la presión para obtener pruebas sólidas de sus beneficios (Freepik)

La medicina convencional también aporta alternativas: médicos en Maine evalúan la eficacia de la colestiramina—un fármaco para el colesterol—en la eliminación de PFAS, precedidos por resultados prometedores en ensayos previos en Dinamarca.

Evidencia científica: escasez de pruebas y advertencias del sector

Aunque abundan tratamientos y propuestas comerciales, la evidencia científica sobre su capacidad para eliminar realmente los microplásticos en humanos sigue siendo limitada. Matthew Campen, profesor de toxicología en la Universidad de Nuevo México y pionero en la identificación de microplásticos en el cerebro, subrayó la ausencia de datos de calidad.

Los dispositivos utilizados cuentan con aprobación de la FDA para enfermedades como la anemia falciforme o el colesterol alto, pero no para mejorar la salud de personas sin estas afecciones.

Algunos estudios hallaron compuestos plásticos en las arterias carótidas de más de la mitad de los pacientes analizados, quienes presentaban un riesgo mucho mayor de infarto, accidente cerebrovascular o muerte.

Otros detectaron acumulaciones importantes de estas partículas en cerebros de personas fallecidas, especialmente en casos de demencia. Sin embargo, la relación entre la eliminación de microplásticos y la obtención de beneficios clínicos concretos permanece sin demostrarse.

Además, los tests empleados solo permiten comparar los niveles de microplásticos entre individuos, sin especificar su repercusión sobre la salud. El especialista Campen considera que la aféresis podría ser útil a largo plazo para enfermedades crónicas o la longevidad, pero ve incierto el efecto específico sobre los microplásticos.

Los microplásticos presentes en arterias
Los microplásticos presentes en arterias fueron considerados causantes directos de infartos y riesgos de muerte (Freepik)

Perspectivas de futuro y la urgencia por evidencias

El desarrollo de tecnologías nuevas, junto a la expansión de ensayos clínicos en este área, marcará el rumbo de los tratamientos para microplásticos en los próximos años. Proxima Health prevé empezar a ofrecer su dispositivo para trastornos autoinmunes y luego ampliarlo a la eliminación de microplásticos, sujeto a la aprobación regulatoria en Estados Unidos.

Mientras tanto, algunos médicos afirman que sus pacientes experimentaron mejoras tras someterse a tratamientos en otros países, aunque por el momento solo se pueden recomendar medidas preventivas para minimizar la exposición a microplásticos.

Frente a este escenario de incertidumbre y demanda social, investigadores y empresas priorizan la generación de datos rigurosos para identificar cuáles tratamientos ofrecen beneficios reales y qué perspectivas existen para la salud pública a largo plazo.