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Un avance científico podría transformar la manera en que se enfrenta al cambio climático, convirtiendo un elemento tan común y aparentemente inerte como las piedras, en un aliado clave en la lucha contra la contaminación atmosférica. El medio The Washington Post difundió el descubrimiento ofrece una solución técnica e innovadora sobre el potencial de los recursos naturales más abundantes de la Tierra frente a la crisis climática.
Los investigadores de la Universidad de Stanford desarrollaron un proceso que acelera la capacidad natural de las piedras para capturar dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, lo cual podría abrir nuevas posibilidades para contrarrestar los efectos del calentamiento global.
Las rocas en su forma natural, son agentes activos en el ciclo global de carbono. Científicos liderados por Matt Kanan, químico de la Universidad de Stanford, lograron desarrollar una técnica que acelera un proceso geológico que normalmente ocurre a lo largo de miles de años. Este fenómeno natural, conocido como la meteorización geológica, implica la interacción entre el dióxido de carbono presente en la atmósfera y las piedras ricas en minerales, donde estos últimos atrapan el CO2 permanentemente.
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Uso de las piedras para capturar carbono
En la investigación de Kanan y su equipo, lograron replicar y acelerar el proceso de meteorización utilizando un método que involucra la mezcla de piedra caliza con minerales silicáticos como el olivino, que contienen magnesio. Al someter esta fusión a altas temperaturas en hornos industriales, se generan compuestos como el óxido de magnesio y silicato de calcio.
Los químicos producidos tienen una gran capacidad para capturar y retener CO2 en cuestión de semanas, en lugar de los miles de años que tomaría de forma natural. De esta manera, las rocas podrían transformarse en una herramienta potente para la captura y almacenamiento de carbono.
Procesos naturales y desafíos con las piedras
El proceso de meteorización geológica que ocurre en la naturaleza es esencial para regular los niveles de CO2 en atmósfera, pero su efectividad está limitada por la escala temporal. Este proceso natural es extremadamente lento, tomando miles de años para capturar cantidades significativas de carbono. De hecho, los investigadores estiman que su aplicación inmediata como solución al cambio climático es inviable.
Los desafíos radican en cómo acelerar este ciclo para que los beneficios de la captura de carbono se materialicen de forma más inmediata. La propuesta de Kanan se centra en hacer que el proceso ocurra más rápido, y también en encontrar una forma de aplicar esta tecnología a gran escala. La interacción entre las piedras y el CO2 en su forma natural es un ciclo largo y diluido.
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Aceleración del proceso geológico
El equipo de Stanford logró un avance clave al incorporar las tecnologías utilizadas en la producción de cemento, como el uso de hornos industriales para calentar las piedras a temperaturas extremadamente altas. La clave del éxito radica en que el calentamiento de la mezcla de piedra caliza y olivino genera una reacción química que permite que el CO2 se atrape de manera mucho más rápida que en el proceso natural.
Al someter los minerales a temperaturas de miles de grados, se acelera la formación de compuestos como el óxido de magnesio y el silicato de calcio. Según el investigador principal del estudio, Matt Kanan, esta es una de las primeras veces que se logra que una reacción química tan compleja se acelere de forma tan eficaz.
Además, el proceso resultante es más eficiente en términos de la cantidad de CO2 que puede capturar. Los especialistas estiman que por cada tonelada de material procesado, se puede eliminar una tonelada de CO2 de la atmósfera. Esto representa un avance significativo porque representa un enfoque mucho más accesible y económico que otros métodos actuales.
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Perspectivas y preocupaciones de expertos
El estudio por más prometedor que sea, no está exento de críticas y escepticismo por parte de expertos en el campo. Abby Lunstrum, investigadora asociada en la Universidad de Pensilvania, considera que este trabajo es una adición importante a la creciente área de investigación sobre geoingeniería, pero también advierte que no es una solución mágica. “Esta no es una bala de plata, no existe tal cosa en la tecnología”, sentenció Lunstrum.
Asimismo, Peter Kelemen, profesor de la Universidad de Columbia, señaló que “la eficiencia energética del proceso es otro factor crucial a considerar”. A pesar de que los investigadores creen que su método puede ser más eficiente que otros procesos similares, la energía requerida para alcanzar las temperaturas necesarias en los hornos podría representar una parte significativa del costo total.
A pesar de estas preocupaciones, Kanan continúa siendo optimista respecto al futuro del proyecto. Su equipo busca perfeccionar la técnica y explorar su potencial comercial. El investigador Kanan tiene la intención de aplicar este proceso para crear un fertilizante agrícola, que permita aplicar el material como un producto útil mientras contribuyen a la captura de carbono.