Nanoplásticos contaminan glaciares alpinos a más de 3.000 metros de altura

Investigadores del Helmholtz Centre for Environmental Research (UFZ) confirman la presencia de partículas plásticas microscópicas en la nieve de los Alpes, alertando sobre su dispersión a gran altitud y su posible impacto en la salud humana al ser inhaladas y transportadas en el torrente sanguíneo

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A más de 3.000 metros
A más de 3.000 metros de altitud, los glaciares alpinos también acumulan nanoplásticos transportados por el viento, revelando la expansión global de la contaminación plástica (FLICKR/Europa Press)

Los glaciares alpinos, considerados reservas naturales prístinas, también están siendo afectados por la contaminación plástica. Un estudio coordinado por el Helmholtz Centre for Environmental Research (UFZ) y publicado en Scientific Reports detectó nanoplásticos en la nieve de los Alpes a más de 3.000 metros de altitud.

Según los investigadores, estas diminutas partículas, de menos de un micrómetro de tamaño, llegan a estas alturas a través de la atmósfera y provienen en gran medida del océano y de fuentes terrestres como la abrasión de neumáticos.

Nanoplásticos: un riesgo difícil de contener

Los nanoplásticos son el resultado de la degradación de macro y microplásticos en el medioambiente. A diferencia de los microplásticos, no se filtran con facilidad y pueden ser inhalados por los humanos, lo que les permite atravesar membranas celulares e ingresar al torrente sanguíneo.

“Los nanoplásticos son particularmente preocupantes porque, a diferencia de los microplásticos, no son eliminados con facilidad y pueden ingresar al organismo de forma directa”, explicó el Dr. Dušan Materic, líder del estudio y químico del UFZ.

El informe del UFZ destacó que su dispersión se debe a su peso extremadamente bajo, lo que les permite viajar grandes distancias a través del aire. No obstante, los mecanismos precisos de su transporte y acumulación en regiones remotas siguen sin estar completamente comprendidos, según detallaron los investigadores.

Los nanoplásticos, partículas diminutas derivadas
Los nanoplásticos, partículas diminutas derivadas de la degradación del plástico, viajan por la atmósfera y llegan a ecosistemas remotos, representando un riesgo invisible para el medioambiente y la salud humana

Investigación en los glaciares: una expedición ciudadana

Acceder a glaciares de alta montaña supone un desafío para los científicos. Por esta razón, el equipo del UFZ colaboró con un grupo de montañistas que recolectó nieve y hielo en 14 puntos de Francia, Italia y Suiza, alejados de rutas turísticas. “Para los investigadores, es casi imposible y muchas veces demasiado peligroso llegar a estas regiones”, explicó Leonie Jurkschat, primera autora del estudio.

Para evitar contaminación durante el proceso de recolección, los alpinistas recibieron entrenamiento previo en talleres en línea y utilizaron ropa y equipos nuevos, según aclararon desde el UFZ.

Las muestras fueron posteriormente analizadas en los laboratorios del centro de investigación mediante un espectrómetro de masas de reacción por transferencia de protones acoplado a desorción térmica (TD-PTR-MS).

Los resultados mostraron la presencia de nanoplásticos en cinco de los 14 sitios analizados, con concentraciones que variaron entre 2 y 80 nanogramos por mililitro de nieve derretida, según precisó el equipo de investigación. Además, el UFZ indicó que los tipos de plástico más detectados fueron polietileno (PE), poliestireno (PS) y restos de abrasión de neumáticos, mientras que el polietileno tereftalato (PET) apareció en menor cantidad.

Un grupo de montañistas, en
Un grupo de montañistas, en colaboración con investigadores del UFZ, recolectó muestras de nieve y hielo en glaciares alpinos inaccesibles, revelando la presencia de nanoplásticos en uno de los entornos más remotos del planeta (Imagen Ilustrativa Infobae)

El origen de la contaminación

El estudio del UFZ determinó que más del 50 % de los nanoplásticos detectados en los glaciares alpinos proviene del océano Atlántico. Según explicó el Dr. Materic, el mar contiene grandes cantidades de macro y microplásticos que, al descomponerse, generan partículas microscópicas que pueden ser transportadas a la atmósfera mediante el oleaje y la ruptura de burbujas.

A nivel terrestre, el análisis reveló que Francia es la principal fuente de estas partículas, seguida de España y Suiza. Para llegar a esta conclusión, el UFZ colaboró con el Instituto Noruego de Investigación del Aire (NILU), que utilizó el modelo de dispersión atmosférica “Flexpart” para rastrear el trayecto de los contaminantes teniendo en cuenta parámetros como el viento, la temperatura y la presión atmosférica.

“Las partículas de nanoplástico son prácticamente enviadas de vuelta a su lugar de origen en el modelo”, afirmó Materic, en referencia a la metodología empleada para el rastreo de las fuentes de contaminación.

 El océano Atlántico no
El océano Atlántico no solo es una fuente de vida y biodiversidad, sino también un punto de origen para la dispersión de contaminantes como los nanoplásticos, que viajan por la atmósfera hasta alcanzar regiones remotas (REUTERS/Clodagh Kilcoyne/File Photo)

Una investigación en expansión

Con el objetivo de comprender mejor la magnitud de la contaminación por nanoplásticos en regiones remotas, el Dr. Materic lidera el proyecto GAPS 2024 (Global Alpine Plastic Survey), que ampliará la investigación a otros glaciares del mundo.

Según informó el UFZ, montañistas de distintas regiones ya enviaron muestras desde la Antártida, Nueva Zelanda y el Himalaya, que actualmente se encuentran en los laboratorios del centro de investigación a la espera de ser analizadas.