Mathieu Lehanneur, diseñador francés reconocido internacionalmente, transforma objetos cotidianos en experiencias artísticas capaces de generar una profunda conexión emocional.
Su filosofía trasciende la estética para tocar lo humano, como señaló en una entrevista con Paris Match al describir la vasija olímpica de los Juegos de París: “Ver a las personas llorar cada noche durante los Juegos Olímpicos fue la mejor recompensa”.
El medio francés asegura que este enfoque convierte a Lehanneur en un creador único, que su obra actúa como un puente entre lo tangible y lo emotivo.
Un estilo personal y una filosofía de diseño
El estilo de Lehanneur es una declaración en sí mismo. Desde los 18 años adoptó un uniforme compuesto por botas, pantalón blanco y chaqueta, inspirado en el personaje Thomas del filme Blow Up (1966), de Michelangelo Antonioni.
Según destacó Paris Match, esta simplicidad refleja su creencia de que “un concepto bien pensado debe explicarse en pocos minutos”. Este enfoque proviene de su formación en la ENSCI-Les Ateliers, una de las instituciones de diseño más prestigiosas de París.
Innovaciones que transforman
Entre sus proyectos más destacados se encuentra el Lightinderm, un dispositivo de luminoterapia que combina tecnología avanzada y diseño. Este aparato utiliza cápsulas de suero y espectros luminosos precisos para revitalizar la piel.
Aunque en un principio era escéptico, Lehanneur confesó a Paris Match que tanto él como su esposa se convirtieron en fervientes usuarios del producto, demostrando así la eficacia y el impacto de su creación.
Con su colección Inverted Gravity, Lehanneur desafía las leyes de la física para generar asombro. En esta serie, el diseñador utilizó materiales contrastantes como mármol y vidrio soplado para crear piezas sorprendentes, como una cómoda de mármol sostenida por patas de vidrio.
Según expresó en Paris Match, los materiales son para él “como gamas musicales” con las que puede componer desde piezas simples hasta verdaderas sinfonías visuales.
La relación con la naturaleza y la familia
La conexión de Lehanneur con la naturaleza se manifiesta tanto en su vida personal como en su obra. Desde su infancia, el diseñador anhelaba tener vistas al mar, un deseo que inspiró obras como 50 Seas, donde las curvas del agua se convierten en el centro de su propuesta artística.
Cada verano, Lehanneur navega con su esposa e hijos en un barco que describe como “una isla desierta en movimiento”. En palabras retomadas por Paris Match, esta experiencia les permite “reaprender a vivir juntos” y profundizar su vínculo familiar.
Arte, espacios y proyección internacional
Según Paris Match, Lehanneur combina arte y reflexión social en proyectos como su serie de cerámicas que representan curvas poblacionales en 3D, elaboradas en colaboración con un artesano de Vallauris.
Además, su concepto de galería se redefine con Pied-à-Terre, un espacio en Nueva York que actúa como un híbrido entre showroom y hogar.
Según explicó a Paris Match, este lugar busca crear una experiencia auténtica para clientes y amigos. Ahora, su objetivo es replicar esta idea en la costa oeste de Estados Unidos.
Un legado en constante movimiento
La vasija olímpica, uno de sus proyectos más emblemáticos, representa el compromiso de Lehanneur con el diseño como algo vivo. Actualmente, la ciudad de París y el Palacio del Elíseo exploran posibilidades para reutilizar esta obra.
Según afirmó en Paris Match, su único deseo es que “siga volando, siga siendo un objeto vivo”. El medio francés hace hincapié sobre la ambición del diseñador de crear piezas que trasciendan el tiempo y las tendencias.
Desde su innovadora colección Inverted Gravity hasta la monumental vasija olímpica, su trabajo demuestra que el diseño puede cambiar no solo espacios, sino también emociones y experiencias humanas. Este enfoque, como lo describe Paris Match, posiciona a Lehanneur como un creador cuyo legado seguirá “volando” en el tiempo.