Una tumba vikinga en Senja reveló el vínculo entre una mujer de alto rango, su perro y los secretos de la vida nórdica hace mil años

El hallazgo de un barco funerario en Noruega sorprendió a arqueólogos y despertó preguntas sobre las costumbres y emociones de la sociedad vikinga. Restos, objetos y un lazo inesperado abren nuevas perspectivas

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El hallazgo de una tumba
El hallazgo de una tumba vikinga en Senja revela la relación entre una mujer de alto estatus y su perro hace 1.000 años (Créditos: Arctic University Museum of Norway)

El hallazgo de una tumba vikinga de hace 1.000 años en la isla de Senja, al norte del Círculo Polar Ártico en Noruega, llamó la atención de la comunidad arqueológica internacional y del público general. En el interior de un barco funerario, los arqueólogos del Arctic University Museum of Norway recuperaron los restos de una mujer de alto estatus social acompañada por un pequeño perro a sus pies, un descubrimiento que revela aspectos íntimos de la relación entre los vikingos y sus animales.

Según informó Smithsonian magazine, este hallazgo se destaca por su antigüedad, su estado de conservación y la singularidad del vínculo humano-animal que documenta.

El descubrimiento: de un campo noruego a la investigación científica

El sitio fue localizado hace dos años por un grupo de detectores de metales que exploraban un campo en Senja. Durante la búsqueda, se toparon con dos broches ovalados de bronce y varios huesos de costilla a unos veinte centímetros de profundidad. Al reconocer la posible importancia del hallazgo, notificaron a las autoridades locales. Esto permitió preservar el área hasta la llegada de un equipo de arqueólogos.

En mayo, los especialistas del Arctic University Museum of Norway iniciaron la excavación formal en un banco de playa cubierto por una delgada capa de tierra vegetal. De acuerdo con el medio citado, la intervención permitió recuperar los restos de una mujer y un perro, enterrados dentro de un barco funerario de aproximadamente 5,5 metros, fechado entre los años 900 y 950 d.C.

La tumba y sus tesoros: disposición y objetos hallados

La disposición de los restos y los elementos hallados ofrecen información relevante sobre las costumbres funerarias vikingas. La mujer fue sepultada con las rodillas flexionadas hacia un costado y los brazos recogidos frente a la pelvis, según una publicación del museo en redes sociales. A sus pies se halló el esqueleto de un pequeño perro, cuidadosamente colocado.

Aunque el barco no se conserva íntegramente, quedó visible una franja oscura que marca la silueta de la madera colapsada. Los investigadores consideran que se trata de un barco cosido, construido uniendo tablas con fibras naturales en vez de clavos de hierro, una técnica tradicional de la época.

Además de los restos humanos y del perro, los arqueólogos recuperaron dos broches ovalados de bronce y fragmentos de vestimenta, indicadores del alto estatus social de la mujer. Smithsonian magazine también informó del hallazgo de otro broche a varios metros de la tumba, lo que sugiere la posible existencia de más entierros en la zona.

Interpretación arqueológica: estatus social y el papel del perro

El perro fue colocado a
El perro fue colocado a los pies de la mujer (Créditos: Arctic University Museum of Norway)

El análisis preliminar permitió a los arqueólogos inferir que la mujer ocupaba una posición relevante dentro de su comunidad. “No estaba en la cima de la jerarquía social, pero era claramente una figura importante”, explicó Anja Roth Niemi, arqueóloga del Arctic University Museum of Norway, en declaraciones a Science Norway, citadas por Smithsonian magazine.

La inclusión del perro en la tumba reviste especial significado. Niemi indicó que el animal “parece haber sido colocado con mucho cuidado”, lo que sugiere una relación afectiva profunda entre la mujer y su mascota. Añadió que existen relatos históricos sobre personas prominentes que cuidaban con esmero a sus perros enfermos, lo que refuerza la hipótesis de que los vínculos emocionales con los animales estaban presentes en la sociedad vikinga.

Este detalle aporta una dimensión personal y humanizadora al descubrimiento. “Nos acercamos mucho a quienes vivieron hace mucho tiempo”, expresó Niemi, subrayando el valor emocional y antropológico del hallazgo.

Análisis científicos y próximos pasos

Una vez completada la excavación, los restos fueron trasladados a un laboratorio en Tromsø para su análisis. El equipo planea estudiar los huesos de la mujer para determinar su edad, estatura, salud y estilo de vida.

Niemi explicó a Science Norway que estos estudios podrían revelar el tipo de trabajo que realizaba, si sufrió periodos de malnutrición o si vivió en distintos lugares durante su infancia y adultez. El análisis de los fragmentos de vestimenta permitirá obtener datos sobre la moda y prácticas funerarias de la época. Asimismo, se espera que el estudio del perro proporcione información sobre las razas caninas y el rol de los animales en la vida cotidiana vikinga.

El análisis de los restos
El análisis de los restos permitirá conocer detalles sobre la vida, salud y entorno social de la mujer enterrada en el barco funerario (Créditos: Arctic University Museum of Norway)

Contexto cultural: los vikingos y sus animales

La relación de los vikingos con perros y caballos está bien documentada en fuentes literarias y arqueológicas. Sin embargo, hallar un animal junto a su dueña en una tumba de alto estatus proporciona una visión más íntima sobre estos vínculos.

El uso de barcos funerarios era común entre los vikingos para sepultar a personas de relevancia, simbolizando el viaje al más allá. La inclusión de objetos personales y animales en las tumbas refleja creencias complejas sobre la vida después de la muerte y la posible compañía de los animales en ese tránsito.

De acuerdo con Smithsonian magazine, este tipo de hallazgos no solo enriquecen el conocimiento sobre las costumbres nórdicas, sino que permiten a investigadores y al público conectar emocionalmente con las personas del pasado.

Perspectivas futuras y preservación del patrimonio

El descubrimiento en Senja despertó el interés por posibles nuevas tumbas vikingas en la zona. La presencia de otro broche cercano sugiere que podría tratarse de un cementerio de la era vikinga. Los investigadores planean regresar para nuevas excavaciones que amplíen el conocimiento sobre la comunidad local de hace más de un milenio.

El hallazgo fue posible gracias
El hallazgo fue posible gracias a la rápida intervención de arqueólogos tras la alerta de detectores de metales en el sitio (Imagen Ilustrativa Infobae)

La conservación de estos sitios representa un desafío, dado que muchos yacimientos en Noruega han sido destruidos por la actividad agrícola. Los especialistas del Arctic University Museum of Norway expresaron su satisfacción por haber podido excavar y preservar la tumba antes de que sufriera daños. Según Smithsonian magazine, el hallazgo del perro generó un particular entusiasmo, por aportar una dimensión humana y cercana a la historia vikinga.

El descubrimiento de la tumba en Senja, con la mujer y su perro, se suma a los hallazgos que permiten reconstruir las creencias, la vida cotidiana y las emociones de una civilización que, más allá de su fama guerrera, también cultivó profundos lazos afectivos con los animales.