
En la región china de Xinjiang, un equipo internacional descubrió los restos de una joven que sus dientes presentaban una llamativa coloración roja. Análisis con espectroscopía Raman y fluorescencia de rayos X identificaron la sustancia como cinabrio, un mineral compuesto por sulfuro de mercurio conocido por su toxicidad.
Según informó Muy Interesante, este es el único registro en el que se documenta el uso de este pigmento con fines cosméticos en dientes humanos durante la vida del individuo.
La “Princesa Roja” y su contexto histórico
Los arqueólogos apodaron a la mujer como la “Princesa Roja de la Ruta de la Seda”, aunque su estatus real no pudo confirmarse. Su tumba, localizada en el cementerio de Shengjindian, albergaba también los restos de otras tres personas, lo que podría indicar una sepultura familiar.
El sitio formaba parte del recorrido comercial que unía China con Europa, y fue precisamente la pigmentación dental lo que distinguió este hallazgo del resto, según detalló el medio.

El cinabrio: símbolo, lujo y riesgo
Aunque el cinabrio fue utilizado en distintas culturas antiguas para decoración de cerámicas, objetos rituales o entierros, nunca antes se había encontrado aplicado de forma intencionada en un cuerpo humano durante su vida.
Según el estudio, el mineral no se halla de manera natural en Xinjiang, lo que indica que fue importado desde regiones como China central, el Cercano Oriente o incluso Europa. Esa circunstancia apunta a una comunidad integrada en redes de comercio a larga distancia y con acceso a productos considerados valiosos.
Archaeological and Anthropological Sciences destaca que el color rojo tiene una profunda carga simbólica en la tradición china, donde se asocia con la fortuna, la protección espiritual y el prestigio. Si bien en la tumba no se encontraron herramientas cosméticas, sí se hallaron perlas de vidrio y objetos de oro y bronce que sugieren un alto estatus social.
Los investigadores indicaron que el uso del pigmento pudo obedecer a razones estéticas, religiosas o sociales, o incluso a una combinación de estas.

Técnica aplicada y consecuencias para la salud
El estudio reveló que el pigmento fue adherido a los dientes mediante una mezcla con algún tipo de aglutinante proteico (posiblemente derivado de huevo, leche o colágeno), lo que demuestra un conocimiento técnico específico y una intención clara de modificar la apariencia.
Según explicó el investigador Qian Wang, esta mezcla habría sido aplicada de forma deliberada durante la vida de la mujer, tal vez en varias ocasiones.
Dado que el mercurio es una sustancia neurotóxica, su uso continuado podría haber tenido efectos adversos. Sin embargo, los análisis realizados en huesos como la mandíbula, costillas y fémur no mostraron niveles detectables del metal.
De acuerdo con el artículo, esto podría indicar que la exposición fue limitada o que la técnica de aplicación redujo la absorción. Aun así, Wang subrayó que el simple manejo del mineral ya supone una actitud arriesgada o ritualizada frente al cuerpo.

El hallazgo tuvo lugar en Turpan, una ciudad clave en la Ruta de la Seda que servía de paso obligado para viajeros y comerciantes del mundo antiguo. Según explicó el artículo del Archaeological and Anthropological Sciences, los investigadores compararon este caso con el de la “Reina Roja” de Palenque, una figura maya enterrada en México que su tumba también contenía cinabrio.
Pese a las distancias geográficas y temporales, ambas sepulturas reflejarían la relevancia simbólica del rojo en el cuerpo como expresión de poder, espiritualidad o identidad personal.
Una ventana hacia lo desconocido
El estudio citado resalta que este tipo de prácticas, por su rareza y escasa huella material, podrían haber sido más comunes de lo que permiten inferir los registros actuales. “La identidad social de la propietaria de la tumba pudo haber sido lo suficientemente inusual como para acceder a este recurso tan preciado”, afirmaron los autores en el artículo de Archaeological and Anthropological Sciences.
Según concluyeron los especialistas, el caso invita a seguir investigando las intersecciones entre estética, medicina y cultura en las civilizaciones del pasado.