El aprendizaje del lenguaje en bebés empieza a los 4 meses, según un nuevo estudio

Investigadores descubren que los bebés pueden comenzar a identificar sonidos de lenguas extranjeras al poco tiempo de nacer, lo que podría modificar la forma de abordar el desarrollo temprano del habla

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Los bebés comienzan a identificar
Los bebés comienzan a identificar sonidos del lenguaje desde los 4 meses de edad (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según un estudio reciente publicado en la revista Developmental Science, los bebés comienzan a aprender cómo se producen los sonidos del lenguaje mucho antes de lo que los científicos creían hasta ahora. Tradicionalmente, se pensaba que los bebés comenzaban a distinguir los sonidos del habla entre los seis y 12 meses de edad, una fase conocida como ajuste perceptual. Sin embargo, la nueva investigación revela que este proceso inicia incluso a los cuatro meses, rompiendo con las teorías previas sobre el momento en que los bebés realmente comienzan a aprender su lengua materna.

Este hallazgo cambia la comprensión sobre el desarrollo del lenguaje en los primeros meses de vida y abre nuevas posibilidades para intervenir más temprano en el desarrollo de niños con posibles retrasos en el habla o el lenguaje. Como explican los investigadores, ayudar a los bebés antes de los seis meses podría tener un impacto importante en su desarrollo lingüístico futuro.

El estudio que cambia lo que sabíamos sobre el aprendizaje temprano del lenguaje

El cerebro infantil muestra una
El cerebro infantil muestra una capacidad innata para discriminar sonidos de lenguas desconocidas (Imagen Ilustrativa Infobae)

El estudio llevado a cabo por un equipo de expertos se centró en un grupo de bebés de entre 4 y 6 meses, a quienes se les expuso a un experimento diseñado para observar cómo responden a sonidos de diferentes lenguas. En el pasado, los estudios sobre el aprendizaje de los sonidos en bebés señalaban que, entre los seis y los doce meses, los niños comienzan a concentrarse únicamente en los sonidos que pertenecen a su lengua materna. Este ajuste perceptual implica que el cerebro de los bebés se va afinando para captar solo los sonidos que escuchan con más frecuencia, perdiendo gradualmente la capacidad de distinguir entre los de lenguas no familiares.

Sin embargo, el estudio mostró que los bebés de solo cuatro meses ya pueden identificar diferencias en sonidos de lenguas que nunca han oído. Por ejemplo, los bebés fueron capaces de reconocer contrastes en idiomas como el hindi o el mandarín, lenguas que incluyen sonidos difíciles de distinguir para los hablantes de inglés. Esta habilidad temprana para identificar sonidos fuera de su entorno lingüístico más cercano se conoce como discriminación auditiva y sugiere que los bebés nacen con una capacidad innata para percibir una amplia gama de ellos.

El experimento consistió en un juego en el que los bebés debían asociar ciertos sonidos con imágenes de dibujos animados. Los pertenecientes a un “mini-lenguaje” tenían palabras que se producían con sonidos labiales (como “b” y “v”), mientras que otro mini-lenguaje utilizaba sonidos de la punta de la lengua (como “d” y “z”). Los bebés, que no podían expresar verbalmente lo que pensaban, demostraron que podían aprender patrones de sonidos y asociarlos con las imágenes. Este descubrimiento muestra que estaban oyendo pasivamente los sonidos y ya estaban aprendiendo las reglas fundamentales de cómo se producen.

Científicos observan cómo los bebés
Científicos observan cómo los bebés aprenden patrones de sonidos a través de juegos visuales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo los bebés aprenden el lenguaje: conexión entre sonidos y movimientos

Una de las implicancias más sorprendentes del estudio es que los bebés no están identificando los sonidos, sino que también pueden empezar a asociarlos con los movimientos físicos involucrados en la producción de ellos. En el experimento, cuando los bebés veían una persona moviendo los labios para producir sonidos labiales o usando la punta de la lengua para otros, mostraron un interés mucho mayor cuando los movimientos coincidían con los sonidos que habían aprendido.

Esto sugiere que los bebés a tan temprana edad ya están vinculando lo que oyen con lo que ven, lo que podría ser un primer paso fundamental en el aprendizaje de las palabras. De hecho, los investigadores proponen que este tipo de aprendizaje visual y auditivo temprano podría ser la base sobre la que se construye la adquisición de la lengua: a través de la observación de cómo se producen los sonidos, los bebés establecen las bases para entender cómo se forman las palabras.

El movimiento facial y los
El movimiento facial y los sonidos escuchados estimulan el aprendizaje en bebés (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este proceso de vinculación temprana entre sonidos y movimientos faciales es relevante también para el aprendizaje de lenguas diferentes. Los investigadores están ahora planteando nuevas preguntas sobre si los bebés pueden utilizar este mismo tipo de habilidad para aprender idiomas completamente diferentes. También es importante considerar el impacto que un entorno bilingüe podría tener sobre el desarrollo temprano de esta habilidad, ya que los bebés en hogares bilingües están expuestos a una gama más amplia de sonidos y patrones.

El estudio abre un campo de investigación lleno de posibilidades. Una de las preguntas más interesantes es si los bebés pueden identificar otras diferencias sonoras, como la distinción entre sonidos sonoros y sordos, como los de las letras “b” (sonora) y “p” (sorda). Otra cuestión clave es cómo este tipo de aprendizaje temprano se ve afectado por factores como el bilingüismo o la exposición a múltiples lenguas. ¿Podrían los bebés, desde una edad temprana, desarrollar una mayor capacidad para aprender idiomas nuevos basándose en los patrones de sonidos que han comenzado a identificar?

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