Todo sobre el fenómeno de los terremotos: causas, ubicaciones y medición de su impacto

National Geographic explica que los sismos, causados por el movimiento de placas tectónicas, se concentran en zonas como el Cinturón de Fuego y se evalúan por la energía liberada y su alcance destructivo

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Los terremotos, una manifestación poderosa
Los terremotos, una manifestación poderosa de la dinámica terrestre, afectan a millones de personas cada año, recordando la importancia de la preparación y la resiliencia frente a lo impredecible (Fernando Sánchez - Europa Press)

Cada día, miles de temblores sacuden diversos puntos del planeta. Aunque la mayoría de estos eventos son imperceptibles, su capacidad destructiva en magnitudes mayores cambió el curso de la historia y transformó paisajes enteros.

Según datos de National Geographic, los terremotos ocurren como resultado de la liberación de energía acumulada en la corteza terrestre, especialmente en zonas donde interactúan placas tectónicas. Comprender sus causas, distribución y consecuencias es clave para minimizar su impacto y proteger a las comunidades más vulnerables.

Las fuerzas que originan los terremotos

Los terremotos se producen principalmente en zonas de fallas tectónicas, áreas donde las placas de la corteza terrestre colisionan, se deslizan o se separan. Estas placas, enormes fragmentos de roca sólida, están en constante movimiento debido a las fuerzas internas del planeta.

Según National Geographic, las tensiones generadas por este movimiento se acumulan hasta que, finalmente, se liberan en forma de ondas sísmicas que viajan a través del subsuelo y alcanzan la superficie.

Existen distintos tipos de fallas responsables de los movimientos sísmicos:

  • Fallas de deslizamiento horizontal (Strike-Slip): el movimiento ocurre de manera lateral entre bloques de la corteza. Un ejemplo representativo es la Falla de San Andrés, en California, que abarca más de 1.000 kilómetros y es el resultado del desplazamiento entre las placas del Pacífico y Norteamérica.
  • Fallas de deslizamiento vertical (Dip-Slip): equí, los movimientos son ascendentes o descendentes. En fallas normales, el bloque superior cae debido a la separación de las placas; en fallas inversas, el bloque superior se eleva. La Falla de Wasatch, que atraviesa Utah e Idaho, es un ejemplo destacado de este tipo.
  • Fallas oblicuas: combinan movimientos horizontales y verticales. En California, el Valle de Santa Clara es una región donde este tipo de fallas generó importantes sismos en el pasado.

Además, según National Geographic, los sismos también pueden ocurrir lejos de las fallas principales, cuando las placas se estiran o comprimen, lo que aumenta la complejidad de su distribución.

Las placas tectónicas, gigantescas masas
Las placas tectónicas, gigantescas masas de roca en constante movimiento, son responsables de la liberación de energía que da origen a los terremotos y modela la geografía del planeta (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Dónde ocurren los terremotos?

El Cinturón de Fuego del Pacífico concentra cerca del 80 % de los terremotos en el mundo, según National Geographic. Esta región, que bordea el océano Pacífico, destaca no solo por su actividad sísmica, sino también por su gran cantidad de volcanes activos.

En el territorio estadounidense, los terremotos afectan de manera desigual a las distintas regiones:

  • Costa oeste: california lidera en actividad sísmica debido a la Falla de San Andrés y otras fallas menores en la región. Estas interacciones tectónicas hacen que esta zona sea altamente propensa a eventos catastróficos.
  • Costa este: aunque menos frecuentes, los terremotos en esta área abarcan mayores extensiones geográficas. Por ejemplo, el 27 de enero de 2025, un sismo de magnitud 3.8 cerca de York Harbor, Maine, se sintió hasta Boston y Rhode Island.

Cómo se miden los terremotos y qué revelan sus escalas

De acuerdo con National Geographic, la magnitud de los terremotos, medida por la energía liberada, se clasifica en una escala que va desde eventos menores hasta grandes catástrofes:

  • Menores a 5: Ligeros, no suelen causar daños visibles.
  • De 5 a 6.9: Moderados a fuertes, capaces de generar daños significativos en áreas urbanas.
  • De 7 a 7.9: Mayores, su fuerza destructiva afecta amplias regiones.
  • De 8 en adelante: Catastróficos, con consecuencias globales, como tsunamis o colapsos masivos de infraestructuras.

Los terremotos también están acompañados de réplicas (aftershocks), movimientos secundarios que, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), pueden persistir durante semanas, meses o incluso años. Asimismo, algunos sismos son precedidos por temblores menores conocidos como precursores (foreshocks).

Los sismógrafos permiten medir la
Los sismógrafos permiten medir la magnitud de los terremotos, cuyos efectos suelen prolongarse con réplicas que pueden durar semanas o incluso años (REUTERS/Mike Blake)

Lecciones del pasado: los terremotos más destructivos

El terremoto más potente registrado ocurrió en Valdivia, Chile, en 1960, con una magnitud de 9.5. Según National Geographic, este evento devastador dejó 1.655 muertos, 2 millones de personas sin hogar y generó un tsunami que alcanzó costas tan lejanas como Japón y Nueva Zelanda.

Este ejemplo, remarca la revista estadounidense, ilustra cómo los terremotos no solo afectan el epicentro, sino también regiones distantes, exacerbando su impacto global.

De forma general, los terremotos causan un promedio de 10.000 muertes anuales. La principal causa de estas tragedias, según el USGS, es el colapso de edificios, seguido de fenómenos secundarios como deslizamientos de tierra, incendios, inundaciones y tsunamis.

En 1960, el terremoto de
En 1960, el terremoto de Valdivia, con una magnitud de 9.5, marcó un récord histórico de devastación en el sur de Chile, provocando la muerte de 1.655 personas, dejando a dos millones sin hogar y desencadenando un tsunami que impactó regiones tan lejanas como Japón y Nueva Zelanda (AP Photo)

Preparación y prevención: claves para minimizar riesgos

Aunque los terremotos no se pueden predecir con precisión, los esfuerzos de preparación y mitigación son esenciales para reducir su impacto. National Geographic enfatiza la importancia de:

  • Educación pública: Informar a las comunidades sobre cómo actuar durante y después de un terremoto.
  • Infraestructuras resistentes: Construir edificaciones que puedan soportar el movimiento sísmico, utilizando diseños que permitan que los edificios se balanceen en lugar de colapsar.
  • Planes de emergencia: Establecer protocolos claros para evacuación, rescate y ayuda humanitaria en zonas de alto riesgo.

Un desafío constante para la humanidad

Los terremotos son una fuerza de la naturaleza que recuerda la fragilidad del ser humano frente a la dinámica del planeta. Desde la devastación de Valdivia hasta los temblores en Maine, estos fenómenos dejaron huellas imborrables en la historia de la humanidad.

Como destaca National Geographic, el conocimiento y la preparación no eliminan el riesgo, pero salvan vidas y marcan la diferencia entre el caos y la recuperación.

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