La falta de inmunidad previa frente a la cepa H3N2, subclado K, figura como uno de los factores principales detrás del aumento de contagios en la actual temporada de gripe en Europa, según puntualizó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta variante domina el escenario epidemiológico al representar cerca del 90 por ciento de los casos confirmados de gripe, circunstancia que ha impulsado una diseminación más rápida y generalizada del virus por el continente. En este contexto, la OMS informó que más de la mitad de los países europeos experimenta hoy niveles elevados o muy elevados de actividad gripal, una tendencia que se mantiene al alza y que ya supera los registros habituales de años anteriores.
De acuerdo con la OMS, el brote gripal en la región europea se adelantó al menos cuatro semanas respecto al calendario típico, y en 27 de los 38 países monitoreados las autoridades reportan una situación de alerta por la cantidad de casos. Países como Irlanda, Kirguistán, Montenegro, Serbia, Eslovenia y el Reino Unido muestran tasas de positividad en pruebas de síndrome gripal que llegan hasta la mitad de los pacientes, cifra considerablemente superior al promedio para esta época del año. El medio señala que la presión sobre los sistemas hospitalarios aumenta, en especial en aquellos donde el número de hospitalizaciones crece rápidamente.
El director regional de la OMS para Europa, Hans Henri P. Kluge, explicó: “la gripe llega cada invierno, pero este año es un poco diferente”, haciendo alusión tanto a la intensidad como al adelanto del brote. No obstante el récord en velocidad de transmisión y volumen de infectados, la organización apuntó que, por el momento, no hay indicios de que el subclado H3N2 esté causando formas más graves de gripe. Aun así, el predominio inusualmente alto de esta cepa implica que el número absoluto de casos graves que requieren hospitalización aumenta, situación que afecta sobre todo a las personas mayores de 65 años. Este grupo figura como prioritario en las recomendaciones de vacunación y prevención.
Como detalla la OMS, aunque los escolares son el principal vector de transmisión comunitaria en esta temporada, la mayoría de las internaciones por complicaciones graves recae sobre personas adultas mayores. Por ello, el organismo subraya la necesidad de fortalecer la estrategia de inmunización en colectivos considerados de mayor riesgo, como individuos con patologías de base, personas gestantes, personal sanitario y niños. La organización insistió en que la vacunación representa “la mejor defensa”, ya que reduce de forma significativa el peligro de complicaciones aunque no elimine totalmente el riesgo de infección.
Según expuso la OMS, datos preliminares recogidos en el Reino Unido sugieren que la protección conferida por las vacunas actuales contribuye a disminuir la incidencia de cuadros graves asociados al H3N2. Junto con la inmunización poblacional, la entidad internacional recomienda reforzar medidas no farmacológicas y de higiene. Entre ellas, aconseja quedarse en casa en caso de síntomas respiratorios, utilizar mascarilla cuando la situación lo requiera, cubrirse al toser o estornudar, lavarse las manos frecuentemente y ventilar los espacios cerrados.
La OMS proyecta que la ola gripal mantendrá su ascenso y que el punto máximo podría alcanzarse entre finales de diciembre y principios de enero. El organismo advirtió que, aunque la mayoría de personas afectadas supera el proceso sin complicaciones, aquellas que presentan síntomas severos o enfermedades preexistentes deberían buscar atención médica.
Comparando esta temporada con la pandemia de Covid-19, la OMS sostuvo que el incremento de casos gripales genera presión sobre los servicios de salud, aunque no llega al nivel de emergencia internacional definido en 2020. El medio añadió que los sistemas sanitarios europeos cuentan con mayor experiencia y protocolos claros, así como vacunas actualizadas cada año que han reducido la probabilidad de crisis más graves.
Por último, según publica la OMS, se recomienda a la población consultar información en fuentes oficiales como agencias nacionales de salud y la propia organización, para evitar los riesgos asociados a la desinformación en el contexto actual. Hans Henri P. Kluge resaltó la importancia de que la ciudadanía reciba “información fiable y basada en evidencia” durante una temporada gripal difícil, dado que este acceso puede tener un impacto determinante en la mitigación de efectos negativos y en la protección de los grupos vulnerables.


