Mueren dos personas en un ataque contra un equipo de vacunación contra la polio en el norte de Pakistán

Tras el atentado ocurrido en Bajaur, un policía y un transeúnte perdieron la vida mientras el comando armado logró escapar, según autoridades locales, sin que se reporten heridos entre el personal sanitario ni se haya atribuido aún la autoría

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El incidente ocurrió tan solo un día después del comienzo de la última campaña de inmunización contra la polio de 2025, la cual se prevé que continúe hasta el 21 de diciembre en Pakistán. De acuerdo con el diario paquistaní Dawn, un grupo armado no identificado abrió fuego contra un equipo de vacunación en el distrito de Bajaur, en el norte del país, lo que resultó en la muerte de un agente de policía asignado a la protección de la brigada y de un civil que se encontraba cerca del lugar y fue alcanzado por los disparos.

Según informó el medio Dawn, fuentes policiales confirmaron la huida de los autores del ataque tras perpetrar el tiroteo. No se reportaron heridos entre el personal sanitario implicado. La autoría del atentado no ha sido adjudicada hasta el momento y las investigaciones para dar con los responsables continúan, según declaraciones recogidas por el medio local.

El ataque interrumpió momentáneamente las labores de inmunización que forman parte de una estrategia nacional coordinada contra la polio, una enfermedad altamente transmisible, especialmente entre menores, que sigue teniendo presencia endémica en Afganistán y Pakistán. La Organización Mundial de la Salud señala que la transmisión de la poliomielitis se produce principalmente por vía fecal-oral. Tras la declaración oficial de erradicación en Nigeria durante 2020, estos dos países permanecen como los únicos con transmisión activa del virus, enfrentando constantes riesgos para el personal que participa en campañas de vacunación.

El portavoz de la Policía de la provincia de Jáiber Pastunjua, Israr Jan, explicó a Dawn que el agente que falleció formaba parte del contingente de seguridad encargado de proteger al equipo encargado de suministrar las dosis. Sobre la segunda víctima, precisó que se trató de una persona que se encontraba en las inmediaciones al momento del tiroteo.

Tanto el ministro principal de Jáiber Pastunjua, Sohail Afridi, como su portavoz, Muhamad Jan Niazi, condenaron el ataque y subrayaron la importancia del trabajo de los equipos de vacunación y las fuerzas de seguridad encargadas de su protección, calificando su labor como una responsabilidad nacional. En una declaración divulgada en la red social X, Afridi afirmó que la campaña de inmunización continuará según lo previsto y que el atentado no ocasionaría alteraciones a su desarrollo.

Durante los últimos años, Pakistán ha sufrido numerosos ataques a personal sanitario y de seguridad involucrado en campañas de erradicación de la polio. Según reportes de medios como Dawn, estas acciones violentas han sido atribuidas en el pasado a grupos armados contrarios tanto a la vacunación como a la presencia de fuerzas estatales en ciertas regiones. Las autoridades locales mantienen dispositivos de seguridad para proteger a los equipos médicos, aunque la vulnerabilidad persiste en varias provincias.

La importancia de continuar con estas campañas radica en la obligación internacional de erradicar la poliomielitis. Según la Organización Mundial de la Salud, tanto Pakistán como Afganistán concentran los últimos focos de la enfermedad, lo que convierte cada interrupción o ataque en un obstáculo significativo para la salud pública global. El reciente evento en Bajaur refleja el contexto de inseguridad y riesgos en el que trabajan los equipos designados para la administración de la vacuna, situación que ha sido objeto de debate tanto a nivel nacional como internacional.

Hasta el momento, las autoridades paquistaníes no han reportado nuevas acciones armadas relacionadas con el suceso y aseguraron que reforzarán las medidas de protección en próximas jornadas de inmunización, detalló Dawn. Mientras tanto, el personal médico y sanitario involucrado en la campaña prosigue su labor en las comunidades locales, a pesar de los riesgos que enfrentan en el terreno.