Kinsasa, 31 ene (EFE).- El coordinador de la ONU en la República Democrática del Congo (RDC), Bruno Lemarquis, alertó este viernes de que la ciudad de Goma, tomada por el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) el lunes, enfrenta una situación humanitaria "extremadamente grave" tras varios días de "intensos combates" y pide a la comunidad internacional que intensifique su apoyo.
"La extremadamente grave situación humanitaria en Goma requiere atención inmediata por parte de la comunidad internacional. En nombre de la comunidad humanitaria de la RDC, hago un llamamiento al respeto del derecho internacional humanitario y a todas las partes para que protejan a los civiles", dijo Lemarquis hoy en su perfil de la red social X.
Lemarquis, a través de un comunicado de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), alertó de que Goma, la capital de la provincia congoleña de Kivu del Norte, enfrenta necesidades humanitarias "masivas", mientras que la capacidad de respuesta está "gravemente afectada" y las instalaciones médicas "desbordadas".
Según dijo, entre el 23 y el 28 de enero, los hospitales de la ciudad -apoyados por Médicos Sin Fronteras (MSF), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)-, trataron a más de 1.000 heridos, "muchos de ellos civiles víctimas de disparos y explosiones de artillería pesada".
Lemarquis aseguró que las morgues de Goma "están desbordadas" y que los cuerpos sin vida "abandonados" en las calles de la ciudad, lo que, alertó, supone un "importante riesgo" para la salud de los supervivientes.
Según confirmó a EFE un líder de la sociedad civil local, al menos 111 cadáveres de civiles, rebeldes y militares fueron recogidos entre el miércoles y el jueves en las calles de la ciudad, aunque se trata de una cifra provisional ya que esta operación de recogida de cuerpos continúa.
Por otro lado, Lemarquis denunció que la infraestructura sanitaria y los almacenes han sido saqueados, "lo que compromete gravemente la respuesta humanitaria".
Estos ataques -según dijo, dirigidos contra las existencias de organismos de las Naciones Unidas y ONG humanitarias-, han significado la pérdida de "importantes cantidades" de alimentos, medicamentos y equipos médicos esenciales.
También alertó de que los servicios básicos en Goma están "prácticamente paralizados" y la electricidad y el agua potable cortadas desde hace varios días, lo que obliga a la población a abastecerse directamente de agua no tratada del lago Kivu, lo que expone "a miles de personas al riesgo inmediato de contraer enfermedades" como el cólera.
"Sin recursos adicionales para sustituir las existencias destruidas, sin un acceso restablecido a Internet y, ante los riesgos de seguridad que obstaculizan los desplazamientos, la respuesta se ve seriamente obstaculizada y las capacidades de intervención se reducen considerablemente", dijo este coordinador de la ONU.
Por ello, exigió la "reanudación inmediata y continua" de las operaciones del aeropuerto internacional de Goma, controlado desde el martes por el M23, ya que constituye un punto de acceso "esencial" para el envío de suministros humanitarios.
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño, apoyado por milicias aliadas, en Kivu del Norte y, desde entonces, ha avanzado por varios frentes hasta situarse en Goma, capital de unos dos millones de habitantes que es sede de ONG internacionales e instituciones de la ONU y que el grupo ya ocupó durante diez días en 2012.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE