
El 2 de agosto de 1971, durante la tercera caminata extravehicular de la misión Apolo 15, el comandante David Scott depositó una pequeña escultura metálica en un cráter cercano al módulo lunar. Junto a ella, una placa conmemorativa con 14 nombres rindiendo homenaje a los pioneros del espacio que fallecieron en el ejercicio de su labor.
Según detalla Space.com, se trataba de una figura de aluminio anodizado, de unos pocos centímetros de altura, pensada para representar de forma neutral y simbólica a un ser humano caído en la exploración del cosmos.
Durante la misión, Scott no mencionó el gesto públicamente. Recién al regresar a la Tierra, el astronauta reveló la existencia del monumento. Tal y como explicó, lo ubicó “unos seis metros al norte del vehículo lunar, en un pequeño cráter sutil”, junto con una placa con los nombres de “todos los astronautas y cosmonautas que murieron en la exploración del espacio”, ordenados alfabéticamente.

El origen de la escultura y su propósito inicial
Tres años antes de que la misión partiera, Paul Van Hoeydonck había propuesto una escultura con un sentido distinto. Según Space.com, su intención original era celebrar “la humanidad elevándose hacia el espacio”. Sin embargo, una vez que el proyecto fue aceptado por la NASA, su propósito fue reformulado como un homenaje póstumo a los fallecidos en la carrera espacial.
La obra sufrió modificaciones para cumplir con los requisitos de la agencia espacial estadounidense. En particular, se solicitó que el diseño no representara ningún género o nacionalidad específica. Tras adaptar el modelo a esas exigencias, Van Hoeydonck se reunió con la tripulación del Apolo 15 y entregó la figura un mes antes del lanzamiento.
En una entrevista concedida en 2015 a la revista Spaceflight de la Sociedad Interplanetaria Británica, el artista recordó con asombro la concreción de su idea: “Por supuesto que estaba interesado en todo esto, pero siendo un artista, ¿quién habría imaginado que una de mis estatuas terminaría en la Luna?”, aseguró.

Reconocimiento tardío y controversias
Durante años, el nombre del escultor permaneció en el anonimato. Tal y como explica Space.com, fue por exigencia de la NASA, que impuso como condición que la obra no se comercializara ni se promoviera como una pieza artística. De hecho, el comandante David Scott evitó revelar públicamente quién la había diseñado.
El reconocimiento de Van Hoeydonck llegó recién cuando el Museo Nacional del Aire y el Espacio del Smithsonian solicitó una réplica de la figura para su colección. A partir de ese momento, se hizo público que el artista belga era el creador de la obra dejada en la superficie lunar.
Pese a este reconocimiento, surgieron discrepancias en torno a la autoría y comercialización del diseño. Cuando Van Hoeydonck intentó vender réplicas del “Fallen Astronaut”, Scott y funcionarios de la NASA manifestaron su preocupación por lo que consideraban un aprovechamiento comercial de un homenaje solemne. Debido a esas objeciones, el artista pospuso sus planes. Finalmente, en 2019, junto a la galería Breckner de Düsseldorf, produjo una edición limitada de 1.971 réplicas firmadas y numeradas.
Dos años más tarde, en 2021, Scott volvió a pronunciarse. Según un memorando citado por Space.com, afirmó que la figura había sido “fabricada por personal de la NASA” y que su diseño se basaba en los íconos de figuras humanas estilizadas, similares a los utilizados para identificar baños públicos en la década del 60. También aseguró que “no hubo contacto ni conocimiento externo” sobre el proyecto antes de la misión.

Más allá del “Fallen Astronaut”
Aunque el debate sobre su autoría persiste, el legado de Paul Van Hoeydonck no se limita a esta única creación. De acuerdo con Space.com, su obra escultórica relacionada con la temática espacial fue exhibida en ciudades como Milán, Tokio y Nueva York.
El Museo Guggenheim incluyó algunas de sus piezas en exposiciones, y en 2020 fue protagonista del documental The Fallen Astronaut, centrado en la historia de la estatuilla lunar.
Nacido en Amberes el 8 de octubre de 1925, Van Hoeydonck cursó estudios en el Instituto de Historia del Arte de su ciudad natal y en el Instituto de Historia del Arte y Arqueología de Bruselas. Su carrera artística abarcó varias décadas y se caracterizó por una constante exploración de los límites entre arte, ciencia y tecnología.

Un símbolo discreto que permanece en la Luna
A pesar del silencio que rodeó su origen y del conflicto posterior sobre su autoría, la pequeña figura de aluminio colocada en la Luna en 1971 continúa siendo el único objeto artístico formalmente reconocido como parte de una misión espacial tripulada.
Su creador falleció a los 99 años, según informó su familia en un comunicado reproducido por Space.com. “Paul se fue en paz esta tarde”, indicaron en Facebook.
El gesto simbólico que impulsó, entre la Tierra y el espacio, perdura como uno de los testimonios más íntimos y silenciosos de la historia de la exploración lunar.