La memoria humana no es un archivo: cómo los recuerdos cambian y se actualizan

El trabajo internacional liderado por Louis Renoult explora cómo el cerebro reconstruye vivencias y revela el impacto de este proceso en la vida cotidiana

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Un estudio internacional desafía la
Un estudio internacional desafía la idea tradicional de que los recuerdos personales son registros inalterables - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un reciente estudio internacional cuestionó la idea de que los recuerdos personales son registros fijos e inmutables. Según una investigación liderada por la University of East Anglia, en colaboración con la University of Texas en Dallas, la memoria episódica —la que permite rememorar experiencias propias— es un proceso dinámico en el que el cerebro almacena y transforma las vivencias a lo largo del tiempo.

El trabajo, publicado en la revista Neuroscience & Biobehavioral Reviews, revisa cerca de 200 estudios de psicología, neurociencia y filosofía para ofrecer una visión renovada sobre cómo se construyen y modifican los recuerdos personales.

El equipo, encabezado por el profesor Louis Renoult, sostuvo que comprender la naturaleza cambiante de la memoria tiene implicaciones directas en ámbitos como la salud mental, la educación y la justicia, donde la fiabilidad de los recuerdos resulta fundamental.

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Investigadores de la University of East Anglia y la University of Texas proponen que la memoria episódica es dinámica y sujeta a transformaciones a lo largo del tiempo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Más allá de la analogía informática: así funcionan los recuerdos

A diferencia de la creencia popular que compara la memoria con un archivo informático, el estudio explicó que los recuerdos personales se componen de múltiples elementos. Renoult señaló: “Los recuerdos no se almacenan como archivos en una computadora. En realidad, están formados por diferentes partes. Mientras algunos están activos y son fáciles de evocar, otros permanecen ocultos hasta que algo los activa”.

Esta visión subrayó que la memoria episódica no es un simple registro, sino una construcción compleja que puede permanecer inactiva hasta que un estímulo —como un olor, una imagen o una conversación— la reactiva.

El análisis detalló que para que una experiencia se considere un recuerdo genuino, debe estar vinculada a un hecho real del pasado. Sin embargo, Renoult advirtió que “incluso en esos casos, el recuerdo que evocamos puede no ser una copia perfecta”. Los recuerdos pueden incorporar detalles adicionales provenientes de conocimientos generales, experiencias previas o incluso del contexto en el que se recuperan. Así, la memoria se convierte en una representación flexible, susceptible de actualizarse o distorsionarse con el tiempo.

La revisión de cerca de
La revisión de cerca de 200 estudios ofrece una visión actualizada sobre la construcción y modificación de los recuerdos personales (Imagen Ilustrativa Infobae)

El papel del hipocampo en la formación y activación de recuerdos

Uno de los aspectos centrales del estudio es el papel del hipocampo, una estructura cerebral clave en la formación y organización de los recuerdos. Según la revisión, las huellas de memoria pueden permanecer latentes en el cerebro y solo se convierten en representaciones conscientes cuando un estímulo ambiental las activa.

Renoult explicó que “estas representaciones conscientes de nuestro pasado suelen ser una combinación de información recuperada de la experiencia original, conocimientos generales sobre el mundo e información relevante para la situación actual”.

De este modo, cada vez que se recupera un recuerdo, este puede diferir del original, ya que el proceso de evocación implica una reconstrucción activa.

Comprender la naturaleza cambiante de
Comprender la naturaleza cambiante de la memoria impacta áreas como la salud mental, la educación y la justicia (Imagen Ilustrativa Infobae)

El fenómeno de la re-codificación resulta fundamental para entender por qué los recuerdos cambian. El estudio describe que los recuerdos de eventos antiguos suelen atravesar un proceso de actualización, en el que el cerebro modifica o reestructura la memoria con el paso del tiempo.

“Los recuerdos de eventos pasados a menudo pasan por un proceso llamado re-codificación, lo que significa que el cerebro actualiza o remodela la memoria con el tiempo”, afirmó Renoult. Este proceso genera una cadena de conexiones entre la experiencia original y la versión del recuerdo que se puede recuperar en el presente. Así, los recuerdos pueden perder precisión, incorporar información nueva o adaptarse al contexto actual, lo que explica su variabilidad y la dificultad para considerarlos completamente fiables.

“Entender cómo se forman, almacenan y remodelan los recuerdos a lo largo del tiempo es crucial porque la memoria sostiene gran parte de nuestra vida diaria, desde el aprendizaje y la salud mental hasta las decisiones en los tribunales”, subrayó Renoult.

Al mostrar el carácter dinámico de la memoria, ayuda a comprender por qué los recuerdos pueden cambiar y cómo este proceso influye en la manera en que las personas piensan, sienten y actúan.