
Las lentejas un rico platillo son una fuente poderosa de nutrientes, ya que estas te aportan proteínas vegetales, fibra, hierro, potasio y ácido fólico.
Son aliadas para la salud cardiovascular, digestiva y muscular, además de ser económicas y versátiles en la cocina. Sin embargo, muchas personas evitan prepararlas por la cocción prolongada o por molestias digestivas como gases o inflamación.
Existe un truco casero que soluciona ambos problemas sin necesidad de olla exprés ni técnicas complicadas. Solo necesitas agua tibia y bicarbonato de sodio, un ingrediente común que acelera el remojo, suaviza la textura y reduce los compuestos que causan fermentación intestinal.
¿Cómo funciona?

El bicarbonato modifica ligeramente el pH del agua, lo que ablanda la piel de las lentejas y facilita la penetración del líquido. Esto acorta el tiempo de cocción y mejora la digestibilidad, sin alterar el sabor si se enjuagan bien antes de cocinar.
Paso a paso del truco
- Enjuaga las lentejas crudas para eliminar impurezas o polvo.
- Colócalas en un recipiente con agua tibia, suficiente para cubrirlas por completo.
- Agrega ½ cucharadita de bicarbonato de sodio por cada taza de lentejas.
- Deja reposar entre 30 minutos y 2 horas, según el tipo de lenteja (las más pequeñas requieren menos tiempo).
- Enjuaga muy bien con agua fría antes de cocerlas. Este paso es clave para evitar sabor residual.
- Cocina como de costumbre, ya sea en guisos, ensaladas o cremas.
Beneficios del truco
- Reduce el tiempo de cocción hasta en un 40%.
- Mejora la textura: más tiernas, menos harinosas.
- Disminuye los efectos digestivos adversos.
- Conserva los nutrientes sin necesidad de olla exprés.
- Facilita la planificación de recetas rápidas y saludables.

Este método también es útil para quienes siguen dietas vegetarianas, veganas o buscan reducir el consumo de carne sin perder proteína.
Las lentejas, al quedar más suaves, se integran mejor en preparaciones como albóndigas vegetales, rellenos para empanadas o cremas tipo hummus.
Además, al reducir los antinutrientes presentes en la piel como los fitatos se mejora la absorción de minerales como el hierro y el zinc. Esto es clave para personas con anemia, deportistas o quienes buscan mejorar su nutrición sin suplementos.
Un gesto simple como añadir bicarbonato puede marcar la diferencia entre evitar las lentejas o convertirlas en un básico semanal. Y lo mejor es que no necesitas olla exprés, solo un poco de planificación y este truco casero que transforma tu receta desde el primer remojo.

