
El chicharrón de cerdo es un alimento popular en la gastronomía mexicana (ingrediente principal del clásico taco placero), conocido por su textura crujiente y sabor intenso.
Aunque a menudo se clasifica como un producto alto en grasas, el chicharrón también es una fuente considerable de proteínas que puede formar parte de una dieta alta en este macronutriente, siempre que se consuma con moderación debido a su contenido calórico y de grasas saturadas.
Valor nutricional del chicharrón
El valor nutricional del chicharrón varía según el método de preparación, ya que algunos se fríen con grasa añadida y otros se hornean, lo que cambia su composición. Sin embargo, en promedio, 100 gramos de chicharrón aportan:
- Proteína: Aproximadamente entre 50-65 gramos dependiendo de la preparación. Esto lo convierte en un alimento con un alto contenido proteico.
- Grasas: 30-40 gramos, principalmente saturadas y monoinsaturadas.
- Carbohidratos: Generalmente es bajo en carbohidratos, con menos de 1 gramo por cada 100 gramos.
- Calorías: Alrededor de 500-600 calorías por cada 100 gramos.
- Minerales: Contiene pequeñas cantidades de hierro, fósforo y zinc.
La proteína del chicharrón en comparación con otros alimentos

El chicharrón es una de las fuentes más concentradas de proteína de origen animal debido a su elaboración basada en tejido dérmico y colágeno. Este aspecto lo diferencia de otros alimentos ricos en proteínas como pollo, huevo o pescado. Si bien aporta cantidades significativas de este macronutriente, hay que considerar que su perfil proteico está compuesto principalmente de colágeno, que no es una proteína “completa” porque no incluye todos los aminoácidos esenciales en proporciones adecuadas. Sin embargo, puede ser complementado con otras fuentes proteicas.
Beneficios de la proteína del chicharrón
- Construcción muscular: La proteína del chicharrón puede contribuir a la regeneración muscular y el mantenimiento de los tejidos, especialmente en personas que practican ejercicio o buscan aumentar su ingesta proteica diaria.
- Salud de la piel: Gracias a su contenido en colágeno, favorece la elasticidad de la piel y puede apoyar la regeneración de tejidos conectivos.
- Saciedad: Su alto contenido proteico contribuye a la sensación de saciedad, lo que puede ayudar a controlar el apetito.
Consideraciones y precauciones

A pesar de su contenido proteico, el chicharrón debe consumirse con moderación debido a su alto porcentaje de grasas, especialmente saturadas, que pueden impactar negativamente en la salud cardiovascular si se ingiere en exceso. Además, suele ser alto en sodio, lo que puede contribuir a problemas como hipertensión arterial en algunas personas.
Es importante diferenciar el chicharrón tradicional (piel frita) de otros productos similares, como las versiones horneadas o “light”, que suelen tener menos grasa pero también menos proteína. Para un consumo más saludable, se recomienda acompañarlo con alimentos ricos en fibra (ensaladas o vegetales) y evitar combinarlo con productos altamente procesados.