
El exceso de sal puede elevar la presión arterial porque el sodio, uno de sus principales componentes, afecta el equilibrio de líquidos en el cuerpo y aumenta el volumen de sangre en los vasos sanguíneos.
Además, cuando se consume demasiada sal, el cuerpo retiene agua para diluir el exceso de sodio en el torrente sanguíneo y este aumento en el volumen de líquido incrementa la presión en las paredes de las arterias, lo que puede llevar a la hipertensión.
Para evitar estos efectos, la OMS recomienda limitar el consumo de sal a menos de 5 gramos por día (aproximadamente una cucharadita), lo que incluye tanto la sal añadida a los alimentos como la contenida en productos procesados o de origen industrial.
Es por esta razón que es importante encontrar alternativas para dar sabor a los alimentos y así no exceder la cantidad recomendada.
Y una de las mejores alternativas para lograrlo es el uso del ajo como condimento, ya que no solo realza el sabor sino que además brinda beneficios a la salud, tal como aquí te contamos.

Por qué el ajo es un buen condimento para sustituir la sal y prevenir la elevación de la presión arterial
El ajo es un excelente condimento para sustituir la sal y ayudar a bajar la presión arterial debido a su composición única, que aporta sabor intenso y múltiples beneficios cardiovasculares sin los efectos negativos del sodio. A continuación, se explican las razones:
1. Propiedades para reducir la presión arterial:
2. Sustituto de la sal en la dieta:
3. Efectos adicionales: Mejora la circulación sanguínea, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares. Puede contribuir a reducir los niveles de colesterol, un factor asociado con la salud del corazón.

Otros condimentos saludables que también pueden reemplazar la sal
Sustituir la sal por ajo y otros condimentos naturales, como hierbas frescas, limón o especias, no solo reduce el riesgo de hipertensión, sino que también promueve una dieta más variada y saludable, por lo que aquí te damos una lista de otras buenas opciones para evitar el uso de sal.
- Pimienta negra: Realza el sabor de los alimentos sin necesidad de sal y no afecta la presión arterial.
- Cúrcuma: Tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que benefician la salud cardiovascular.
- Hierbas frescas o secas: Como albahaca, orégano, romero, perejil, cilantro o tomillo, añaden sabor y nutrientes sin aumentar los niveles de sodio.
- Limón o vinagre: Su acidez actúa como potenciador de sabor, sustituyendo la sal en ensaladas, sopas y guisos.
- Jengibre: Contribuye a mejorar la circulación sanguínea y agrega un toque picante o aromático a las comidas.
- Pimentón o paprika: Aporta sabor y color, siendo una alternativa sin sodio.
Reducir o eliminar la sal de la dieta y optar por estos condimentos puede ser una estrategia efectiva para controlar la presión arterial, especialmente en personas sensibles al sodio o con hipertensión.