
La actriz Ana Martín recordó el impacto que le causó ver a Marilyn Monroe por primera vez durante un encuentro en los estudios Churubusco, en la Ciudad de México.
Según relató en una entrevista con la periodista Matilde Obregón, la estrella de Hollywood dejó una impresión imborrable en ella debido a su belleza natural y su presencia magnética.
Este episodio, que ocurrió en el contexto del apogeo del Cine de Oro mexicano, se suma a las múltiples anécdotas que rodean las visitas de Monroe al país.
De acuerdo con el testimonio de Ana Martín, el encuentro tuvo lugar mientras Monroe filmaba una película en los estudios Churubusco.
La actriz mexicana describió a la icónica figura de Hollywood como “bellísima”, destacando que no llevaba maquillaje ni peinado elaborado, y que vestía un ajustado vestido sin ropa interior.

“La conocí en Churubusco porque estaba filmando una película. Ella llegó con un vestido pegadísimo, sin ropa interior, los pelos así güera. Bellísima y sin nada de maquillaje; no estaba peinada. Se sentó y enloquecieron todos. La vi de lejos y era preciosa”, relató Martín, quien no tuvo la oportunidad de interactuar directamente con Monroe, pero quedó profundamente impresionada por su presencia.
El Cine de Oro mexicano, que vivió su auge entre las décadas de 1940 y 1960, fue una etapa de esplendor para la industria cinematográfica nacional.
Durante este periodo, se produjeron importantes intercambios artísticos entre México y otras potencias cinematográficas, como Estados Unidos, lo que permitió que figuras internacionales como Marilyn Monroe visitaran el país.
La llegada de la actriz a México generó múltiples historias y rumores, incluyendo un supuesto encuentro con la legendaria María Félix, quien, según se dice, ignoró a Monroe, alimentando especulaciones sobre una posible rivalidad entre ambas divas del celuloide.
La relación de Marilyn Monroe con México no se limitó a visitas esporádicas. La actriz mantuvo un vínculo especial con el país, al que viajó en varias ocasiones.
Su última visita ocurrió en febrero de 1962, pocos meses antes de su fallecimiento. Durante esa estancia, Monroe ofreció una conferencia en el Hotel Continental de la Ciudad de México y convivió con personalidades del cine mexicano, como el director Emilio “El Indio” Fernández, con quien compartió un tequila, una tradición del cineasta.

Además, en esa época se le vinculó sentimentalmente con el cineasta mexicano José Bolaños Prado, lo que añadió un nuevo capítulo al misterio y la fascinación que rodearon su vida.
La presencia de Marilyn Monroe en México dejó una huella imborrable en la memoria colectiva y en las figuras del espectáculo que tuvieron la oportunidad de coincidir con ella.
Su paso por el país, enmarcado en el esplendor del Cine de Oro, sigue siendo motivo de anécdotas y relatos que destacan tanto su carisma como su impacto en quienes la conocieron, como lo demuestra el testimonio de Ana Martín.