
Este 15 de mayo de 2025 se cumplen ocho años del asesinato del periodista Javier Valdez Cárdenas, acribillado en Culiacán, Sinaloa, por su labor periodística centrada en el narcotráfico.
Fundador del semanario Ríodoce y autor de libros como Miss Narco y Huérfanos del narco, Valdez fue una de las voces más lúcidas en denunciar no solo la violencia, sino las complicidades que la sostienen.
En tiempos donde los narcocorridos vuelven a ser objeto de debate legal y social, sus palabras sobre este fenómeno resultan más vigentes que nunca.

Lo que pensaba Javier Valdez de los narcocorridos
En una entrevista concedida a Magis, revista del ITESO, el 29 de noviembre de 2016, Javier Valdez fue tajante respecto a los narcocorridos:
“A mí no me gustan los narcocorridos, no creo que sean positivos, favorables, pero lo que me espanta es la realidad. Para mí la mejor apología del delito es esa realidad de tu vecino que es narco, que es poderoso, que nadie lo acusa porque los militares lo protegen, de ese vecino que estrena camioneta cada seis meses, que es acompañado por mujeres bellas y que trae mucho dinero y la gente sabe que está involucrado en hechos delictivos, pero nadie lo castiga”, dijo en aquel entonces.
Para Valdez, los narcocorridos no eran la raíz del problema, sino una expresión cultural de una sociedad enferma por la corrupción y la impunidad. Su crítica apuntaba más alto: a la estructura de poder que protege y promueve al narco en todos los niveles.

“Ésa es la mejor apología: yo no creo que el narcocorrido o las series de narcos estén creando buchones. Sí están alimentando una condición de enfermedad, pero para mí el principal nutriente o el principal insumo está en esta realidad de impunidad, de corrupción, de poderío, de omnipresencia del narcotráfico”, sentenció.
¿Qué pasa hoy con los narcocorridos en México?
A solo dos días del aniversario luctuoso de Javier Valdez, el debate en torno a los narcocorridos vuelve al centro de la conversación pública. El 13 de mayo, los integrantes de Los Alegres del Barranco reaccionaron a una resolución judicial en su contra tras interpretar en Zapopan el tema “El dueño del palenque”, presuntamente dedicado a El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El juez impuso medidas cautelares que incluyen la firma semanal en juzgados, una garantía económica de 1.2 millones de pesos y restricciones para presentarse fuera del estado. La agrupación defendió su derecho a la libertad de expresión:
“Tenemos el derecho de expresarnos, igual que los medios, si ustedes dan la noticia de una manera, nosotros lo hacemos con música”, dijo Cristóbal Reyes, baterista de la banda.

Otros artistas como Natanael Cano y Junior H también han enfrentado restricciones para interpretar narcocorridos en vivo, lo que ha reavivado la discusión sobre censura, libertad de expresión y apología del delito.
A ocho años de su muerte, Javier Valdez sigue haciendo ruido. Su voz, que incomodó a los poderosos y expuso las redes del narco más allá de la violencia directa, resuena hoy con especial fuerza ante un país que aún se debate entre el espectáculo y el espanto.