
Originaria de Mesoamérica, la calabacita, también conocida como calabacín, calabaza de verano o calabacita tierna, ha sido un alimento esencial desde la época prehispánica.
Según registros históricos, esta hortaliza aparece representada en códices, lo que evidencia su relevancia cultural y alimenticia en la región.
Actualmente, México se mantiene como un importante centro de diversidad del género Cucurbita, al que también pertenecen otras especies como el melón, la sandía, el pepino y el chayote.
Las propiedades de las calabacitas

La calabacita es una hortaliza que destaca por sus propiedades nutricionales. Su contenido en vitaminas A y C, principalmente en forma de carotenos, la convierte en un potente antioxidante que protege las membranas celulares. Consumir media taza de calabacitas cocidas aporta aproximadamente el 20% de la ingesta diaria recomendada de estas vitaminas.
Además, es rica en hierro, un mineral esencial para niños pequeños y mujeres embarazadas. También contiene potasio, que contribuye a regular la presión arterial al reducir los niveles de sodio en la sangre.
Ideas para preparar platillos con calabacitas

- Calabacitas rellenas: Parte las calabacitas a la mitad y retira el interior para hacer espacio. Rellénalas con una mezcla de arroz, carne molida, queso o vegetales como jitomate y pimientos. Hornea durante 20-25 minutos a 180°C. Puedes servirlas con salsa de tomate para un toque extra.
- Tacos de calabacitas a la mexicana: Saltea las calabacitas en tiras finas junto con jitomate, cebolla y chile serrano. Rellena tortillas de maíz y decora con queso fresco o aguacate picado.
- Ensalada de calabacitas crudas: Corta las calabacitas en rodajas finas y marínalas con jugo de limón, aceite de oliva, sal y pimienta. Agrega hojas verdes, nueces y queso parmesano para un platillo fresco y saludable.
- Crema de calabacitas: Cocina las calabacitas cortadas en cubos junto con cebolla, ajo y caldo de pollo. Licúa hasta obtener una consistencia cremosa y sirve caliente con un toque de crema y crutones.
- Sopa de calabacitas y elote: Hierve calabacitas en rodajas con granos de elote, zanahorias y epazote. Sirve con un poco de queso rallado para un sabor tradicional.
- Spaghetti de calabacitas: Usa un espiralizador para convertir las calabacitas en tiras tipo “pasta”. Saltea con aceite de oliva, ajo y tomate cherry. Añade queso rallado o pollo desmenuzado si lo deseas.
- Tortitas de calabacitas: Ralla las calabacitas, exprime el exceso de agua y mezcla con huevo, pan molido, ajo y perejil. Forma tortitas y fríelas en poco aceite hasta dorar.
Estas opciones destacan la versatilidad de la calabacita, ideal para recetas saludables y deliciosas.