
Tras el nombramiento de “terroristas” a los cárteles mexicanos por parte del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la Fiscalía de los Estados Unidos del Distrito Sur de California, acusó formalmente a presuntos líderes de la Organización de los Beltrán Leyva como líderes narcoterroristas.
Según documentos judiciales, la facción de los Beltrán Leyva se posicionó junto con el Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como uno de los principales generadores de violencia, narcotráfico, asesinato y extorsión. Informes de la Fiscalía estadounidense colocaron a los siguientes presuntos como líderes terroristas:
- Pedro Inzunza Noriega, alias “Sagitario”, “120″ y “El De La Silla”
- Pedro Inzunza Coronel, alias “Pichón” y “Pájaro”
- David Alejandro Heredia Velazquez, alias “Tano” y “Mr. Jordan”
- Oscar René González Menéndez, alias “Rubio”
- Elías Alberto Quirós Benavides
- Daniel Eduardo Bojorquez, alias “Chopper”
- Javier Alonso Vázquez Sánchez, alias “Tito” y “Drilo”
Cargos que se le impuntan a los integrantes ahora denominados “narcoterroristas”
De acuerdo con el informe de la fiscalía, algunos de los cargos que se les imputan incluye:
- Narcoterrorismo
- Brindar apoyo material al terrorismo
- Empresa criminal continua
- Conspiración internacional para distribuir sustancias controladas
- Conspiración para distribuir sustancias controladas
- Conspiración para importar sustancias controladas
- Conspiración para el lavado de dinero
Cada una de las acusaciones enfrenta una pena máxima de cadena perpetua; pena mínima de 20 años de prisión e incluso multas de hasta 20 millones de dólares.
“El Cártel de Sinaloa es una organización terrorista compleja y peligrosa, y desmantelarlo exige una respuesta legal innovadora y contundente.
Se acabaron sus días de brutalizar al pueblo estadounidense sin consecuencias; buscaremos cadena perpetua para estos terroristas", declaró la Fiscal General Pamela Bondi.

Cabe resaltar que estas acusaciones siguen ordenes estrictas del Distrito Sur de California y según informes de la fiscalía, buscará atacar el liderazgo y las operaciones de los cárteles mexicanos más poderosos de México y resaltó que las mismas operaciones usadas ahora, han sido utilizadas para el desmantelamiento de cárteles como el de los Arellano Félix.
“Las iniciativas de la Operación Take Back America reflejan la realidad de que los narcoterroristas operan como un cáncer dentro de un estado.
Propagan la violencia, la corrupción y el miedo. Si nos e controlan, su crecimiento conduciría a la destrucción del orden público. Esta acusación formal refleja la justicia cuando el Departamento de Justicia, junto con sus aliados en las fuerzas del orden, ejerce toda su influencia contra el Cártel de Sinaloa", declaró el fiscal federal Adam Gordon.