
Este alimento es conocido por ser una fruta con múltiples beneficios para la salud, gracias a sus cualidades digestivas, alto contenido en fibra y propiedades antioxidantes.
Sin embargo, un componente menos explorado pero igual de interesante es el de sus semillas. Esta alternativa natural han comenzado a ganar atención por sus potenciales beneficios, especialmente en la regulación del azúcar, el cuidado del hígado y como desparasitante natural.
Las semillas de papaya tienen un sabor particular, algo amargo y picante, y han sido utilizadas en diversas culturas por sus propiedades medicinales. Aunque a menudo se desechan al consumir la fruta, investigaciones y recomendaciones apuntan a que estas pequeñas perlas negras contienen nutrientes y compuestos bioactivos que pueden ser aprovechados en una dieta equilibrada. Pero, ¿cómo incorporarlas y cuáles son sus verdaderos efectos?

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), las semillas de papaya han sido valoradas por sus propiedades nutritivas. Sin embargo, aclaran que no son un producto milagroso ni un superalimento y recalcan la importancia del consumo controlado, acompañado siempre de una dieta balanceada y ejercicio físico. Veamos en detalle los beneficios y las mejores formas de usarlas para aprovechar todo su potencial.
Los beneficios de las semillas de papaya: desparasitante, regula el azúcar y cuida el hígado
Uno de los beneficios más destacados de las semillas de papaya es su capacidad como desparasitante natural. Estudios preliminares han sugerido que los compuestos presentes en estas semillas, como los alcaloides, pueden ayudar a combatir ciertos parásitos intestinales, favoreciendo la salud digestiva.
Tradicionalmente, se han utilizado en la medicina natural para tratar infecciones parasitarias, aunque su uso debe ser moderado y, de ser posible, supervisado por un profesional médico.
Además, las semillas de papaya pueden contribuir a la regulación del azúcar en la sangre. Gracias a su carga de antioxidantes, estos componentes pueden ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que podría ser útil para quienes buscan prevenir el desarrollo de la diabetes tipo 2. Este efecto, no obstante, sigue siendo objeto de estudio más profundo.

El cuidado del hígado también figura entre los posibles beneficios de las semillas de papaya. Contienen flavonoides y otros antioxidantes que podrían proteger y mejorar la función hepática, principalmente en personas con hábitos alimenticios desbalanceados. Estos compuestos ayudan a reducir el estrés oxidativo en el órgano, promoviendo así su buen funcionamiento.
Las mejores formas de consumir semillas de papaya para optimizar sus beneficios
Para aprovechar las propiedades de las semillas de papaya, es clave saber cómo consumirlas. Una opción es secarlas y molerlas, utilizando el polvo como condimento sobre ensaladas, sopas o batidos. Su sabor recuerda al de la pimienta negra, por lo que también pueden emplearse como un sustituto natural de esta especia.
Otra forma es consumirlas directamente, masticando pequeñas cantidades de semillas frescas junto con la pulpa de la fruta. Sin embargo, debido a su sabor fuerte, algunas personas optan por mezclarlas con miel o jugos naturales para suavizar su intensidad. En ciertas culturas, incluso se preparan infusiones con las semillas trituradas, una alternativa que también potencia sus propiedades.

La OCU destaca que, como cualquier alimento, las semillas de papaya deben consumirse con moderación. Es importante recordar que no existen suficientes estudios concluyentes que avalen todos estos beneficios, y que cualquier inclusión de suplementos naturales en la dieta debe realizarse bajo la supervisión de un médico, nutriólogo o dietista.