Estos son los secretos inesperados para sanar distanciamientos familiares según expertos en bienestar

Descubrir cómo la aceptación, el perdón y el contacto sencillo logran cambiar para siempre la dinámica familiar puede motivar a más de uno a tomar acciones inmediatas

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Los lazos familiares son cada
Los lazos familiares son cada vez más endebles en Estados Unidos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La vida es demasiado corta para desperdiciarla en peleas familiares y distanciamientos que, lejos de protegernos, terminan minando nuestra felicidad y bienestar. Karl Pillemer y Mel Robbins, en una columna para The New York Times, advirtieron que uno de cada cuatro adultos estadounidenses está distanciado de un familiar cercano.

Además, dos tercios de los estadounidenses dicen que las familias no pasan suficiente tiempo juntas. Para los autores, la crisis de relaciones familiares no se debe solo a rupturas intencionales, sino a la desintegración de los vínculos más cercanos por negligencia, ocupaciones y una falta de disposición para superar lo que nos molesta.

Consecuencias en la felicidad

Pillemer, profesor de desarrollo humano en Cornell, y Robbins, autora y conductora de pódcast, sostuvieron que distanciarse de quienes resultan difíciles puede verse como una estrategia para cuidar la salud mental, pero a largo plazo impacta la felicidad y el bienestar.

Los expertos recomiendan visualizar los
Los expertos recomiendan visualizar los lazos familiares del mismo modo que las amistades. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Ambos subrayan que la mayoría de las personas tarda en comprender esta verdad, y que la evidencia más clara surge de las investigaciones sobre los arrepentimientos al final de la vida: la gente no se arrepiente de no haber conseguido un ascenso o una casa más grande, sino de no pedir perdón, no expresar amor, guardar rencor y dejar que las relaciones se desmoronen.

Cómo evitar los arrepentimientos

La misma investigación ofrece pistas para evitarlos. A pesar de enfermedades y pérdidas, las personas mayores de sesenta y cinco años reportan ser más felices que los adultos jóvenes. Presentan mayor satisfacción con sus redes sociales y niveles más altos de emociones positivas. Esta satisfacción se basa en buscar lo que funciona en la vida.

Lo que se puede controlar

El Cornell Legacy Project, con testimonios de más de mil quinientos estadounidenses mayores, muestra que el cambio de perspectiva parte de distinguir entre lo que se puede controlar y lo que no. La recomendación es enfocar la energía solo en lo primero. ¿Familia política con ideas diferentes? ¿Hijos que no llaman? Acéptalo y sigue adelante. No se puede controlar el comportamiento de los demás, pero sí la reacción a ello.

Una de las acciones clave
Una de las acciones clave es soltar lo que no se puede controlar y no tomarlo personal. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aprender de la resiliencia

La columna incluyó testimonios de personas mayores que muestran adaptación y optimismo incluso en situaciones adversas. Una mujer, postrada y con pocos meses de vida, agradecía tener comida, techo y personas que la cuidaban. Su reflexión: la felicidad depende de uno mismo, aquí y ahora.

Aceptar a los demás

El secreto radica en aceptar a las personas como son. Esta actitud se pone a prueba en reuniones familiares, como Acción de Gracias, donde surge la tentación de dar consejos no solicitados. Décadas de investigación muestran que recibir consejos no pedidos es estresante. No deberías pasar el día tratando de convencer a tus padres de mudarse; déjalos tomar sus decisiones.

El lugar de los hijos

Con los hijos ocurre lo mismo. Si no hay peligro, intervenir suele ser contraproducente. Si un hijo parece desperdiciar su vida, cuanto menos juzgado se sienta, más probable será que acuda a ti cuando lo necesite.

Los expertos sugieren no intervenir
Los expertos sugieren no intervenir en la vida de los hijos para que no se sientan juzgados. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Relaciones más como amistades

El análisis destacó que la clave para relaciones intergeneracionales exitosas es no insistir en las diferencias. Las mejores relaciones familiares funcionan más como amistades, y superar distanciamientos empezó, muchas veces, con salidas simples o actividades compartidas.

Aligera el ánimo

Uno de los consejos más repetidos es aligerar el ánimo. No todo debe ser tan serio ni las relaciones una batalla de voluntades. Es casi imposible convencer a alguien de que adopte tu perspectiva, pero sí puedes compartir tiempo juntos. Pillemer y Robbins proponen imaginar que queda un año de vida. ¿Vale la pena mantener los resentimientos? Aceptar lo que no se puede cambiar no implica aprobar, sino enfocarse en lo positivo.

No posponer lo importante

Los arrepentimientos —no expresar amor, no pedir perdón, no decir lo que sentimos— son evitables. Dar consejos no pedidos puede ser una forma de decir “te quiero”, pero es mejor hacerlo de manera directa. El único momento en que es demasiado tarde es cuando alguien ya no está. El cierre de la columna insta: deja que tus familiares vivan como quieran. Ellos lo agradecerán y, con el tiempo, probablemente tú también.