¿Deben los padres ayudar a sus hijos a hacer amigos en el colegio?: “Hay que fomentar en casa esa mirada de que son válidos”

La psicóloga Andrea Moya desvela para ‘Infobae España’ cómo pueden intervenir los padres cuando los niños tienen dificultades para entablar una amistad

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Una niña jugando en el
Una niña jugando en el parque (AdobeStock)

Con el fin del verano y la entrada de septiembre, los adultos no son los únicos que regresan a la rutina. Los niños vuelven al cole y, junto con aprender a multiplicar o la diferencia entre diptongo e hiato, son muchos los que se enfrentan al reto de hacer amigos, elemento clave para una infancia sana y feliz.

La amistad es crucial en todas las etapas de la vida, aunque en la infancia juega un papel especial, puesto que son el segundo contacto fundamental que tienen los niños con la sociedad, después de la familia. Además, la amistad desempeña un rol fundamental en la configuración de la autoestima, así como de la identidad.

Sin embargo, no todos los niños tienen la misma facilidad para entablar una amistad. No es necesario tener una gran cantidad de amigos, pues según la psicóloga Andrea Moya, “con un niño que le busque y le quiera, es suficiente”. Por ello, es importante que los más tímidos o con más dificultades para hacer amigos se sientan reforzados.

Al igual que lo experimentan los pequeños, los padres también se preocupan por las amistades de sus hijos. “Es importante que tengan contextos de socialización con hermanos o con los primos, en el parque o en el colegio”, explica la experta del Centro Creciendo en una entrevista con Infobae España.

Si los padres observan una dificultad en sus hijos a la hora de hacer amigos, la psicóloga recuerda que “hay que intervenir”. Es decir, “hacer que se sientan seguros, fomentar en casa esa mirada de que son válidos”. Es con los padres y los hermanos con quienes los niños construyen la idea de que son útiles.

Para reforzar ese sentimiento de que son necesitados, se les puede asignar ciertas tareas, más grandes o pequeños en función de la edad para trabajar sobre su autonomía. Por ejemplo, animarles a pedir un helado ellos y acompañándoles mientras lo hacen. “Eso ya es una intervención en sí”, aclara Moya.

En segundo lugar, otra técnica de intervención de los padres en el proceso de hacer amigos sería directamente hablar con los niños, “preguntar más que resolver” pero “sin avasallarles todos los días”. La psicóloga propone a los padres que ofrezcan a sus hijos “alternativas de soluciones para que él escoja”. No obstante, antes de darle esas alternativas, lo ideal es preguntarle qué cree que sería más útil o si le gustaría que uno de sus maestros interviniera.

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El valor del juego

Para aquellos niños tímidos o con menos facilidad para interactuar con los demás, los juegos pueden ser una brillante vía de socialización mediante la que practicar las habilidades. “Con teatrillos o con juegos de mesa, se les da autonomía”, expone la psicóloga a este medio. “Lo que hacemos es aprender competencias socioemocionales, como esperar turno, resolver conflictos, negociar o compartir”. Todo ello se consigue “jugando, que es la forma natural de aprender”.

Además, Moya recuerda la importancia de validar la emoción del niño que se siente solo o que teme no hacer amigos. No es tanto decirle “no pasa nada, porque sí pasa”, sino darle la importancia que tiene para el pequeño.