‘Blocking’ vecinal: la práctica que va más allá de las rencillas entre propietarios y puede acabar siendo un delito grave

Este tipo de acoso suele aparecer de forma progresiva, lo que puede generar una cierta tolerancia o normalización por parte de la víctima

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Una pareja discute con su
Una pareja discute con su vecino en la puerta de su casa (Canva)

El ‘blocking’ vecinal es una forma de acoso ejercida por un vecino sobre otro dentro de una comunidad, normalmente en viviendas gestionadas bajo régimen de propiedad horizontal. Este comportamiento puede tener consecuencias directas en la salud mental y física de la persona acosada, y dificulta la comunicación y la resolución de conflictos.

Según explica el portal inmobiliario Idealista, el afectado suele encontrarse en una situación de indefensión, agravada por la cercanía y la imposibilidad de evitar al vecino acosador.

Formas habituales de acoso entre vecinos

Las manifestaciones del ‘blocking’ pueden ser muy variadas y van más allá de simples desacuerdos vecinales. Idealista identifica actitudes como miradas intimidatorias, seguimiento dentro del inmueble, portazos intencionados, producción de ruidos molestos, difusión de difamaciones, insultos, amenazas, envío de notas intimidatorias y hasta daños a la propiedad o agresiones físicas. En ocasiones, el hostigamiento incluye llamadas insistentes o la vigilancia constante desde zonas comunes.

Cómo detectar si eres víctima de acoso vecinal

El acoso suele aparecer de forma progresiva, lo que puede generar una cierta tolerancia o normalización por parte de la víctima. Algunas señales de alarma son evitar determinadas rutinas o zonas comunes para no coincidir con el acosador, padecer insomnio, experimentar ansiedad o estrés, o notar que no se puede actuar con normalidad en la propia casa. En estos casos, el portal inmobiliario recomienda tomar medidas antes de que el acoso afecte gravemente a la salud.

La estrecha relación entre vivienda y salud mental: un estudio revela que el 40% de la población ha sufrido ansiedad y un 23% depresión.

El ‘blocking’ y la ley: cuándo es delito

En el marco legal español, el ‘blocking’ vecinal se considera un supuesto de acoso recogido en el artículo 172 del Código Penal. La ley establece que para hablar de delito debe haber actitudes insistentes y reiteradas que alteren la vida cotidiana de la persona afectada. Esto incluye conductas como vigilar, perseguir, acosar por cualquier medio o causar daños materiales o personales. El uso indebido de datos personales, la creación de perfiles falsos en redes sociales o la difusión de información sin consentimiento también pueden suponer un delito si buscan humillar o intimidar a la víctima.

Cómo demostrar el acoso vecinal

Para poder denunciar una situación de ‘blocking’, es importante recopilar pruebas. Se recomienda conservar mensajes, notas, grabaciones, fotografías y cualquier documento que evidencie el acoso. Contar con testigos, aunque no siempre es sencillo, puede ser clave a la hora de presentar una denuncia, igual que los partes médicos o psicológicos que reflejen el impacto del acoso en la salud de la víctima. También es útil documentar daños materiales en la propiedad y asociarlos al autor de los hechos.

Pasos para actuar frente al ‘blocking’

El primer paso ante una situación de acoso vecinal es ponerlo en conocimiento de la dirección de la comunidad, ya que el presidente puede mediar e intentar frenar el conflicto. Si la vía interna no da resultado, Idealista aconseja contactar con un abogado y presentar una denuncia formal ante la Policía.

Para aumentar las opciones de éxito, es recomendable implicar también a la administración de la finca y al resto de vecinos, y actuar siempre con cautela, evitando confrontaciones directas con el acosador. Aunque resulte difícil, se debe recordar que estos comportamientos suelen responder a problemas personales del agresor, y la mejor estrategia es la búsqueda de apoyo institucional y la protección legal de los derechos del afectado.