La frase tajante de un psicólogo: “La trampa de ser uno mismo es una de las mentiras más dañinas del desarrollo personal”

El psicólogo Adrián Chico sostiene que tratar de ser auténtico puede convertirse en una prisión mental y limita la identidad

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“La trampa de ser uno
“La trampa de ser uno mismo es una de las mentiras más dañinas del desarrollo personal”. (Imagen: TikTok)

“La mentira que nos han colado toda nuestra vida de que si eres tú mismo vas a ser más feliz, es que yo creo que es de las peores. Te dicen que no hagas un papel para gustar a otros, que no finjas ser cosas que no eres para resultar más deseable y que seas tú mismo”, afirma el psicólogo Adrián Chico en un vídeo publicado en su cuenta de Tiktok.

Su postura ha generado un intenso debate sobre los límites y riesgos de la autenticidad como ideal. La frase “sé tú mismo y serás más feliz” se ha convertido en un mantra contemporáneo, repetido en libros de autoayuda, conferencias y plataformas digitales. Sin embargo, Adrián sostiene que esta idea, lejos de liberar, puede convertirse en una trampa psicológica.

Forzarse a ser uno mismo: el peor papel

Según explica en su vídeo, el problema radica en intentar ser “uno mismo” de manera consciente: “Pero claro, no nos damos cuenta de que el hecho de intentar ser tú mismo y forzarte a ser tú mismo es interpretar un papel en sí, el peor de todos, de hecho. Porque, ¿quién eres tú? ¿Qué es ser yo mismo?”, pregunta el psicólogo.

“En el momento en el que tú te empiezas a plantear quién soy yo y qué es ser yo para poder ser yo con los demás y ser más real, en ese momento te estás limitando, te estás encerrando en una cajita y te estás atribuyendo una serie de características y reduciendo tu personalidad a unas etiquetas que llevas toda la vida poniéndote”, reflexiona.

Así, Adrián ilustra cómo la obsesión por “ser tú mismo” en situaciones concretas puede convertirse en una restricción: “Y dices: ‘Venga, vale, voy a ser yo. Hoy, en esta interacción social con nuestros amigos, voy a ser yo mismo. Con este chico que he quedado y tengo una cita, voy a ser yo mismo’. Y en ese momento, lo que estás haciendo es obsesionarte con encajar en un lugar en el que quizá te estás limitando. Porque de lo que se trata es de ser”, sentencia.

La identidad es fluida

El psicólogo advierte que la identidad no es rígida: “Yo un día real puedo ser la persona más encantadora del mundo, pero también forma parte de ser yo mismo, que un día a lo mejor estoy borde porque estoy de mala leche. Porque yo soy fluido, varío cada día en función de mil cosas. Y como ese concepto de quién soy está diluido y es fluido, no puedo forzarme a intentar ser algo que no existe de forma fija”.

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Permitirse simplemente existir

Para él, el verdadero desafío no consiste en perseguir la autenticidad como un objetivo consciente, sino en permitirse simplemente existir, sin exigencias ni papeles que interpretar. “Y no pasa nada por no saber quién eres tú siendo tú. De hecho, en el momento en el que aceptas que no tienes ni idea de quién eres en todo momento, ese es el momento en el que puedes observar esa parte que no tiene ni idea y lo que queda, ese sí eres tú. En paz, sin exigencias y sin necesidad de representar ningún papel”, subraya Adrián.