Estos son los 9 beneficios de estudiar un segundo idioma, según los expertos: desde la prevención de patologías hasta mejoras en la creatividad

Distintos especialistas han señalado que el estudio de lenguas extranjeras aporta ventajas al cerebro y al desarrollo cognitivo

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(VisualesIA) Bilingüe- Mujer- leyendo un diccionario- memoria- lectura (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aprender un segundo idioma ha dejado de ser solamente una herramienta útil para los viajes o un requisito en el mundo laboral. Distintos especialistas han señalado que el estudio de lenguas extranjeras aporta ventajas al cerebro y al desarrollo cognitivo. Según el portal web de la empresa educativa The Globe Formación, los expertos han identificado hasta nueve beneficios clave para el cerebro al incorporar un segundo idioma, como el inglés, entre otros.

Los nueve beneficios clave del bilingüismo

Uno de los principales efectos destacados es la prevención de la demencia. Según la Academia Americana de Neurología, “hablar más de un idioma aumenta las vías nerviosas del cerebro, facilitando el procesamiento de información a través de diferentes canales”. Un estudio realizado en casi 700 personas demostró que quienes hablan dos idiomas experimentan un retraso en la aparición de enfermedades como el Alzheimer. En estos pacientes bilingües, la edad media para la aparición de síntomas se sitúa en torno a los 75 años, frente a los 70 años observados entre quienes poseen solo una lengua.

El aprendizaje de idiomas también repercute en las habilidades matemáticas. Investigaciones de las universidades de Michigan y Massachusetts (EE.UU.) han constatado que, tras dedicar 90 minutos semanales al estudio de una lengua extranjera durante un semestre, los niños muestran mejores resultados en matemáticas que aquellos que no practican otro idioma.

Noticias del día 08 de agosto del 2025

La creatividad es otro aspecto vinculado al bilingüismo. Diversos estudios concluyen que, al tener que seleccionar palabras y expresar ideas en una lengua distinta a la materna, se estimulan procesos mentales relacionados con la invención y la innovación. Esto contribuye a reforzar la creatividad, siendo uno de los beneficios reconocidos tanto en niños como en adultos.

El aprendizaje de un segundo idioma permite, además, afinar el oído. El cerebro de una persona bilingüe trabaja para diferenciar sonidos en distintos idiomas, lo que incrementa la agudeza auditiva y mejora la capacidad para captar matices en la comunicación verbal.

La memoria también se ve reforzada. Ejercitar nuevos patrones de pronunciación, vocabulario y estructuras gramaticales exige el uso de zonas cerebrales que en personas monolingües quedan menos activas. De este modo, se generan rutas de asociación más variadas, con un efecto positivo tanto en la memoria a corto como a largo plazo.

El desarrollo de la flexibilidad cognitiva es otro efecto en la lista. Los neurólogos apuntan que utilizar distintas competencias cerebrales habitualmente reduce la frecuencia de fallos en las funciones mentales. Estudiar un idioma implica memoria, atención, procesamiento de reglas y la capacidad de cambiar de tarea, cualidades que se traducen en mayor facilidad para resolver problemas y concentrarse en tareas exigentes.

La recuperación de un accidente cerebrovascular también puede mejorar gracias al bilingüismo. Así lo muestra un estudio realizado por la doctora Suvarna Alladi, que identificó que la posibilidad de recuperación tras un ictus se duplica entre quienes han aprendido una lengua adicional.

La concentración se potencia con el aprendizaje de idiomas. El proceso de memorizar vocabulario, gramática y conjugaciones requiere prestar atención y participar activamente en el proceso de aprendizaje, lo que favorece esta capacidad.

Finalmente, se reconoce el beneficio del desarrollo cerebral. Investigadores de la Universidad de Lund, en Suecia, observaron, tras analizar grupos de universitarios durante trece meses, que quienes aprendían una nueva lengua experimentaban un crecimiento en determinadas regiones de su cerebro, mientras que aquellos que no estudiaban idiomas mantenían inalterada su estructura cerebral.

El estudio de un segundo idioma representa, por tanto, un ejercicio integral para el cerebro, con beneficios que abarcan desde la prevención de patologías hasta mejoras en la creatividad, la memoria y la resolución de problemas. La evidencia científica avala la influencia positiva del bilingüismo a lo largo de la vida y plantea el aprendizaje de lenguas como una herramienta relevante para el desarrollo cognitivo y personal.