
La amnesia es una de las condiciones más tratadas en películas y series de televisión, siendo Memento de Christopher Nolan una de las más icónicas. Con frecuencia, estos filmes muestran a personas con amnesia como individuos que han olvidado su propia identidad y la del resto. Sin embargo, esto no se ajusta a la realidad.
Una persona con síndrome amnésico sufre una pérdida de recuerdos, información y experiencias del pasado. Es decir, sabes quiénes son, pero tienen serias dificultades para incorporar nueva información y generar nuevos recuerdos a causa de un daño provocado en las regiones del cerebro involucradas en la memoria y el procesamiento de la información.
La amnesia puede ser permanente, a diferencia de la amnesia global transitoria. Esta condición representa un “episodio de confusión repentino que sufre una persona que, por lo general, está en estado de alerta”, explica la Clínica Mayo.
Actualmente, no existe un tratamiento específico para la amnesia. En realidad, lo que se intenta es tratar la causa subyacente que ha provocado este problema en la memoria y en la retención de información. La principal causa de esta condición es una lesión en el cerebro.
Al mismo tiempo, la amnesia puede dañar el sistema límbico, que es un conjunto de estructuras cerebrales interconectadas que controlan las emociones y los recuerdos. Sus límites no son claros, pero incluye el hipotálamo, el hipocampo, la amígdala, el fórnix o la corteza orbitofrontal.
Sufrir amnesia no afecta a la inteligencia, a los conocimientos generales, a la capacidad de aprender nuevas habilidades ni a la conciencia. De hecho, es probable que comprendan que tienen un trastorno de memoria. Una persona con síndrome amnésico puede recordar su infancia o el nombre de sus compañeros de clase del colegio, pero no acordarse de qué desayunaron. Lo que tienden a perderse son los recuerdos a corto plazo al no poder retener información nueva.
Desde accidentes a traumas: qué causa la amnesia
Cualquier enfermedad o lesión que afecte al cerebro puede interferir en el correcto funcionamiento de la memoria. Cuando la amnesia es consecuencia de un daño físico o lesión cerebral, como un accidente automovilístico o un golpe, se conoce como amnesia neurológica. Las causas más comunes de este tipo de amnesia incluyen las siguientes, de acuerdo con la Clínica Mayo:
- Accidente cerebrovascular: puede interrumpir el flujo de sangre al cerebro y afectar áreas relacionadas con la memoria.
- Encefalitis (inflamación cerebral): puede deberse a infecciones virales como el herpes simple, o a una reacción autoinmunitaria, ya sea relacionada con un cáncer en otra parte del cuerpo o sin presencia de cáncer.
- Falta de oxígeno en el cerebro (hipoxia): puede producirse por un paro cardíaco, problemas respiratorios o intoxicación por monóxido de carbono.
- Consumo crónico de alcohol: puede llevar a una deficiencia de tiamina (vitamina B1), lo que genera el síndrome de Wernicke-Korsakoff, una forma de amnesia persistente.
- Tumores cerebrales: especialmente cuando se desarrollan en regiones implicadas en la memoria.
- Enfermedad de Alzheimer y otras demencias: causan degeneración progresiva del tejido cerebral, afectando también la memoria.
- Convulsiones: especialmente si afectan áreas del cerebro relacionadas con el almacenamiento de recuerdos.
- Medicamentos: algunos fármacos, como las benzodiacepinas y otros sedantes, pueden afectar la memoria temporalmente.
Existe además otro tipo de amnesia no vinculada a daños físicos en el cerebro: la amnesia disociativa. Este tipo surge como respuesta a un trauma emocional o psicológico extremo, como ser víctima de un crimen violento o sufrir un evento profundamente perturbador. En estos casos, la persona puede perder recuerdos personales o información sobre su propia vida. A menudo, esta pérdida de memoria es temporal y se resuelve con el tiempo.