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Efectos ópticos superlumínicos ofrecen nuevas
Efectos ópticos superlumínicos ofrecen nuevas claves sobre procesos extremos del universo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Fenómenos que parecen superar la velocidad de la luz ofrecen nuevas herramientas para comprender el universo. Estos efectos, aunque aparentan desafiar la física clásica, tienen explicación y se estudian con el objetivo de descifrar procesos extremos en el cosmos. La observación de movimientos luminosos que exceden este límite permitió a los científicos analizar sucesos violentos y estructuras poco conocidas en diferentes regiones del espacio. El tema se encuentra en expansión gracias a los avances tecnológicos. Las ideas originales al respecto surgieron a partir de la comparación entre lo observado y las bases teóricas de la física.

Según el astrofísico Robert Nemiroff, de la Universidad Tecnológica de Míchigan, ni la materia ni la información pueden ir más rápido que la luz, pero ciertas ilusiones ópticas en el espacio pueden aparentarlo. Frentes de luz, sombras y patrones de iluminación se desplazan en el cielo a velocidades que, desde la Tierra, parecen exceder el límite impuesto por la física. Estos movimientos fueron detectados en diferentes circunstancias y ofrecen pistas sobre fenómenos complejos. Su estudio aporta información esencial sobre eventos extremos y estructuras de alta energía. A través de ellos, los astrónomos lograron nuevas formas de análisis.

De acuerdo con registros históricos difundidos por New Scientist, los astrónomos detectaron el primer caso reconocido en 1901. Thomas Anderson observó en la constelación de Perseo una explosión estelar, Nova Persei 1901, cuyo material brillante pareció expandirse hasta cinco veces más rápido que la luz. En ese momento, el fenómeno desconcertó a la comunidad científica. En 1939, el francés Paul Couderc explicó que la causa era un “eco de luz”. El modo en que la luz de la explosión llegaba a la Tierra generaba la ilusión de expansión rápida.

Fenómenos que parecen desafiar la
Fenómenos que parecen desafiar la física ayudan a analizar eventos violentos y estructuras desconocidas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estas ilusiones no se limitan a explosiones estelares. Existen en chorros de partículas generados por agujeros negros, estrellas de neutrones y otros sistemas de alta energía. Los chorros avanzan casi a la velocidad de la luz y, por su orientación y naturaleza, pueden aparentar velocidades superiores según la posición del observador. De acuerdo a los especialistas, tales efectos brindan información sobre la energía y la dinámica en regiones extremas. Herramientas modernas permiten estudiar y comprender mejor estos casos.

En 2024, científicos analizaron el chorro de Centaurus A, una galaxia a doce millones de años luz, y encontraron diferencias importantes. En testimonios recogidos por New Scientist, el astrofísico David Bogensberger, de la Universidad de Míchigan, indica que una estructura en el chorro mostró velocidades distintas: en radio, un 80% de la velocidad de la luz, y en rayos X, 2,7 veces ese valor. Los datos demostraron la existencia de dos poblaciones diferentes de plasma. Según Bogensberger, cada una se comporta y viaja de forma independiente. Esto ayuda a definir mecanismos de formación y evolución de chorros.

Asimismo, Matt Nicholl, astrofísico de la Universidad Queen’s de Belfast, sostiene que estos movimientos permiten calcular la energía y la inclinación de los chorros respecto a la Tierra. Si un chorro apunta hacia nosotros, las mediciones pueden cambiar drásticamente. Esto resulta esencial para hacer cálculos sobre presión y estabilidad en estrellas de neutrones. Los datos obtenidos no se pueden reproducir en laboratorios terrestres. Las nuevas técnicas aumentan la precisión de las mediciones.

Obtener datos sobre estos fenómenos no es sencillo. Según Bogensberger, es posible registrar objetos que aparentan velocidades diez veces mayores a la luz y, en ocasiones, hasta cincuenta veces. La mayoría de los telescopios no revisan el mismo punto del cielo de manera continua. Esto dificulta la detección de señales rápidas. El Observatorio Vera C. Rubin incrementará las probabilidades al revisar el cielo completo periódicamente.

Científicos como Nemiroff y Jon Hakkila, de la Universidad de Alabama en Huntsville, consideran que estos patrones ayudan a entender los destellos de rayos gamma. Hakkila observó que muchas curvas de luz muestran al menos tres picos con simetría, lo que podría relacionarse con el fenómeno llamado “duplicación relativista de imágenes”. Cuando una onda en un chorro acelera, la luz puede llegar dos veces: primero en orden normal y luego de forma invertida. De acuerdo con estudios recientes en China, este efecto “espejo” ofrece datos sobre ondas de choque y entorno estelar.

Experimentos de laboratorio replican efectos
Experimentos de laboratorio replican efectos ópticos de luz que aparenta superar la velocidad límite (Imagen Ilustrativa Infobae)

Nemiroff también sostiene que efectos similares pueden aparecer en estrellas de neutrones con alta rotación, conocidas como púlsares. Si estas estrellas tienen discos de polvo cercanos, los puntos calientes que emiten luz pueden crear ilusiones de doble imagen. Detectar este fenómeno puede confirmarse próximamente con los datos del observatorio Rubin. El avance permitiría comprobar predicciones y ampliar el campo de estudio. Cada señal detectada abre líneas nuevas de investigación.

Según Tessa Baker, cosmóloga de la Universidad de Portsmouth, las búsquedas de este tipo serán tareas secundarias cuando comience la operación del observatorio. Las primeras campañas priorizarán la exploración de galaxias y supernovas. Sin embargo, los instrumentos también podrán comparar la velocidad de ondas gravitacionales y luz. Esto abriría la posibilidad de detectar leyes físicas diferentes a las actuales. El análisis de datos será clave para identificar nuevos fenómenos.

Experimentos recientes replican estos efectos en laboratorios. El físico Simon Horsley, de la Universidad de Exeter, demostró que un láser puede generar un reflejo desplazado sobre materiales especiales, creando el efecto óptico de luz que supera la velocidad de la luz. El índice de refracción cambia según el desplazamiento que observa el experto. Estos resultados sirven para analizar distorsiones y mejorar el estudio de datos astronómicos. Los experimentos aportan datos valiosos para el análisis de señales reales.

En consonancia, el físico Dominik Hornof, de la Universidad de Tecnología de Viena, realizó simulaciones en las que una luz que cambia mínimamente de ángulo hace que el objeto simulado parezca moverse extremadamente rápido. Estos experimentos alcanzaron velocidades aparentes de hasta veintidós veces la luz. Las simulaciones sirven para calibrar el análisis y preparar a los científicos. Sus resultados serán útiles cuando se analicen datos astronómicos modernos. Las técnicas de laboratorio complementan la observación espacial.

Los investigadores concluyen que aún quedan fenómenos superlumínicos por descubrir. Según Nemiroff, estos eventos pueden volverse frecuentes en los registros científicos. El proceso será similar al de la lente gravitacional, que sólo tras años de estudios fue aceptada como fundamental. La posibilidad de observar patrones repetidos permitirá revelar nuevos secretos del universo. Cada avance agrega capítulos a la historia del conocimiento cósmico.