
La reducción del riesgo país por debajo de los 900 puntos, el registro más bajo desde el año 2023, figura entre los factores más relevantes en la actual estrategia financiera del gobierno boliviano. Tal como publicó Bloomberg, el objetivo central de La Paz consiste en acceder a hasta 5.000 millones de dólares (4.334 millones de euros) en créditos provenientes de entidades multilaterales a lo largo del próximo año, con la finalidad de allanar el camino para reinsertarse en los mercados internacionales de crédito hacia finales de 2026 o principios de 2027, según detalló el ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, en diálogo con el medio.
La administración dirigida por Rodrigo Paz plantea destinar estos recursos a la ejecución de proyectos fundamentales en sectores como el transporte, la energía y las infraestructuras público-privadas, en paralelo al impulso de medidas orientadas al desarrollo del sector privado nacional. De acuerdo con la información consignada por Bloomberg, cerca de la mitad de las negociaciones actuales mantenidas por Bolivia con organismos multilaterales —incluyendo al Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la CAF— están especialmente orientadas a fortalecer la infraestructura empresarial y promover la dinamización de la actividad privada.
El respaldo financiero de 3.100 millones de dólares (2.687 millones de euros) de la CAF, anunciado por el presidente del organismo, Sergio Díaz-Granados, en noviembre, abarca el periodo entre 2025 y 2030 y se constituye como uno de los pilares de la estrategia de financiamiento estatal, según reportó Bloomberg. Espinoza precisó al medio que los 4.000 a 5.000 millones de dólares proyectados no se canalizarán únicamente como deuda pública, dado que una fracción significativa servirá como palanca para acrecentar la inversión privada, a través de instrumentos como líneas de crédito, fondos de garantía sujetos a licitaciones y mecanismos de apoyo al capital de trabajo.
Estas herramientas financieras tienen como meta favorecer el crecimiento económico interno y profundizar la recuperación de indicadores relacionados con la percepción de riesgo soberano, un aspecto que el equipo económico considera imprescindible para avanzar hacia la futura emisión de nuevos bonos soberanos a partir de 2027, según declaró Espinoza a Bloomberg. Entre los compromisos de corto plazo, el ministro resaltó la obligación de pagar 333 millones de dólares (288 millones de euros) correspondientes a un eurobono cuyo vencimiento está previsto para 2028, incluyendo un abono parcial programado para marzo del próximo año.
“El impago no es una opción”, afirmó Espinoza, citado por Bloomberg, al referirse al manejo de la deuda pública. Los funcionarios subrayan que el cumplimiento disciplinado de los compromisos financieros y el sostenimiento de la mejora en indicadores internacionales resultan fundamentales para recuperar la confianza de los inversionistas extranjeros y abrir nuevamente las puertas del mercado global de capitales para Bolivia.
Dentro de las iniciativas complementarias, Bloomberg informó que las autoridades bolivianas exploran la creación de un banco del oro con aportes de capital tanto público como privado. Este nuevo organismo reforzaría la capacidad estatal para controlar y administrar el oro, agregando así un instrumento adicional para la gestión macroeconómica. En 2023, el Banco Central de Bolivia puso en marcha un sistema nacional para la compra de oro, una medida que buscaba responder a la escasez de dólares en el entorno local. Espinoza manifestó al medio que esta política continuará vigente, pese a futuros ajustes en los mecanismos diseñados para la adquisición del metal precioso, en función de la evolución de las necesidades de liquidez en la economía.
El enfoque presentado por las autoridades bolivianas e informado por Bloomberg contempla no solo la diversificación de las fuentes de endeudamiento internacional, sino también el establecimiento de garantías para que las empresas nacionales accedan a fondos provenientes del exterior. Estos movimientos se enmarcan en la prioridad de consolidar el atractivo del país para los inversores, estimulando tanto el desarrollo de proyectos de infraestructura como la disponibilidad de recursos estratégicos para el crecimiento empresarial.
La expectativa de un posible retorno de Bolivia al mercado internacional de bonos se sustenta en la previsión de que el país logrará mejorar de manera consistente sus indicadores económicos y acceder sin obstáculos a los recursos de financiamiento externos, una vez superados los próximos hitos financieros, de acuerdo con lo expuesto por Bloomberg.
Según lo reportado por el medio, Bolivia sostiene conversaciones permanentes con diversas instituciones multilaterales y financieras en busca de condiciones más favorables para su estructura de endeudamiento y la captación de fondos destinados tanto al aparato estatal como al empresariado privado. El propósito de este proceso, según dejaron entrever los funcionarios consultados, reside en motorizar inversiones claves en sectores de relevancia y en ejercer una supervisión minuciosa sobre la utilización de los fondos provenientes del crédito externo, priorizando la transparencia y el seguimiento de resultados.
Bloomberg detalló a través de las declaraciones del ministro Espinoza y otros funcionarios que el retorno progresivo de la confianza internacional obedece, en parte, al rigor con que las autoridades bolivianas gestionan los compromisos crediticios y la implementación de programas de apoyo destinados al fortalecimiento de los sectores productivos nacionales. Al respecto, el gobierno ratificó su intención de mantener mecanismos excepcionales para la compra de oro, ajustando las herramientas y procedimientos en función de las necesidades que puedan surgir en el sistema de reservas y en el contexto de presión persistente sobre la liquidez en dólares.
El viceministro subrayó a Bloomberg la relevancia de los fondos multilaterales como medio para responder a las demandas de inversión y acelerar el ritmo de crecimiento del sector privado. El plan integral, tal como fue presentado por los responsables de la política financiera a ese medio, prevé que el éxito dependerá de demostrar consistencia en el cumplimiento de las obligaciones externas y avances en la reducción de riesgos, lo que contribuirá a generar las condiciones necesarias para que Bolivia capte inversiones internacionales mediante la emisión de nuevos instrumentos de deuda a partir de 2027.


