¿Debería aplicarse una dosis de refuerzo contra el sarampión? Esto es lo que se debe saber

Este año se han confirmado cerca de 400 casos de sarampión en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). La agencia también reportó una muerte por sarampión y otro caso que está bajo investigación.

A medida que continúan surgiendo casos, expertos en salud señalaron que la mejor manera de protegerse contra el sarampión es vacunarse. Las dos dosis de la vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola, o MMR por sus siglas en inglés, proporcionan inmunidad durante muchos años. La mayoría de las personas en Estados Unidos recibieron estas vacunas en la infancia, pero una dosis adicional de refuerzo podría ser útil para algunos adultos.

Esto es lo que dijeron los expertos en salud sobre la vacuna contra el sarampión.

Al 21 de marzo, los CDC informaron que 17 estados han reportado casos de sarampión. Estos son: Alaska, California, Florida, Georgia, Kansas, Kentucky, Maryland, Michigan, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Ohio, Pensilvania, Rhode Island, Texas, Vermont y el estado de Washington.

La respuesta depende de cuándo naciste, de tus registros de vacunación y de si planeas viajar al extranjero.

Las personas nacidas antes de 1957 se asume que estuvieron expuestas al sarampión durante su infancia, indicó Margot Savoy, vicepresidenta senior de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia.

Algunos adultos que recibieron la vacuna entre 1963 y 1967 (menos del 5%, según los CDC) pueden haber recibido una versión de la vacuna contra el sarampión que no es tan efectiva, dijo Adam Ratner, director de la división de enfermedades infecciosas pediátricas en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York. Si estás en ese rango de edad y no estás seguro de qué versión de la vacuna recibiste, los CDC recomiendan otra dosis.

Las personas nacidas entre 1968 y 1989 posiblemente recibieron una sola dosis de la vacuna contra el sarampión. Los CDC dicen que una dosis es suficiente para la mayoría de los adultos, pero recomiendan dos dosis de la vacuna para cualquier persona que planee viajar al extranjero. Además, los funcionarios de salud pueden recomendar una segunda dosis de la vacuna si hay un brote local de sarampión.

Savoy dijo que recibió su segunda dosis de la vacuna contra el sarampión en la escuela secundaria durante un brote en la década de los 90.

“Hay personas que están en sus primeros 50 o finales de sus 40 que, si solo recibieron una dosis de MMR y nunca tuvieron sarampión como infección, podrían beneficiarse de recibir una dosis de refuerzo”, comentó Savoy.

Si recibiste dos dosis de la vacuna contra el sarampión, los expertos indicaron que una dosis de refuerzo no va a proporcionar protección adicional.

La inmunidad contra el sarampión inducida por la vacuna puede disminuir con el tiempo, pero es poco común, dijo Ratner. Lo que puede suceder es un “fallo primario de la vacuna”, cuando una persona no responde a una dosis de la vacuna contra el sarampión y no está protegida contra el virus, explicó Ratner. Esta es la razón por la que los niños reciben una segunda dosis: para asegurarse de que tienen los anticuerpos, añadió.

Existen pruebas de laboratorio que pueden medir la protección de anticuerpos contra el sarampión de una persona, dijo Savoy. Pero la prueba puede no estar cubierta por el seguro, y los resultados solo ofrecen una medición aproximada del riesgo de una persona si está expuesta al virus, explicó.

La mayoría de los estadounidenses fueron vacunados contra varias enfermedades durante la infancia, pero los expertos dijeron que puede ser imposible para los adultos recordar las vacunas que recibieron hace décadas, y en muchos casos, los registros médicos pueden ser difíciles de encontrar.

“Si eres un adulto de 57 años como yo, bueno, estoy seguro de que mi pediatra ya no está disponible”, dijo Daniel Salmon, profesor de salud internacional en la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins. Para muchos adultos, especialmente los mayores, puede que no exista una única fuente para su registro de vacunación.

Comienza preguntando a tu proveedor de atención médica si tienen tus registros de vacunación. También puedes contactar al departamento de salud de tu estado. Algunos estados y algunas grandes ciudades tienen registros de vacunas.

Sin embargo, no existe una base de datos nacional, y los registros de vacunación de un estado pueden no ser completos para adultos, advirtieron los expertos. Puede ser “muy, muy difícil” para las personas llevar un control de sus vacunas cuando se mudan o viajan a otro estado para recibir atención médica, señaló Priya Sampathkumar, especialista en enfermedades infecciosas de la Clínica Mayo.

“Tenemos un sistema de salud realmente fragmentado”, dijo Salmon, lo cual provoca que los registros de vacunas individuales a menudo estén dispersos.

Con base en la edad y el historial médico de un paciente, Sampathkumar indicó que puede decirle a alguien qué vacunas debería haber recibido. Pero, entonces, tendrán que “hacer un poco de investigación por su cuenta”, explicó.

Pregunta a tus padres o a un tutor si tienen registros de tu infancia. Contacta a tus proveedores de atención médica anteriores. Algunos empleadores, incluido el ejército, requieren vacunas y pueden tener registros. Las escuelas y universidades también pueden tenerlos.

Si tus padres no se opusieron a las vacunas, puedes hacer una “suposición razonable” de que recibiste las vacunas requeridas para asistir a la escuela en Estados Unidos, mencionó Sampathkumar.

Sampathkumar dijo que les aconseja a las personas que, cuando se vacunen, lo anoten en su teléfono. Y si tienen acceso en línea a los registros a través de su proveedor de atención médica, deberían descargar y guardar dichos documentos.

“Yo conservo una tarjeta de vacunas,” dijo Emily Smith, profesora asociada de salud global en la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington. “Hago que mi médico o el farmacéutico escriban en ella cada vez que me pongo una vacuna”.

Si no se pueden encontrar registros, una persona puede hacerse un análisis de sangre para determinar si tiene anticuerpos contra ciertas infecciones virales, dijo Joseph Teel, profesor de medicina familiar clínica en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania.

Y, en caso de duda, no hay inconveniente en recibir otra dosis de una vacuna, comentó Sampathkumar.

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