Un taxi autónomo respaldado por Amazon no cumplió con los estándares de seguridad vehicular porque carece de elementos básicos como un pedal de freno y espejos retrovisores, según un informe de inspectores federales que genera dudas sobre los planes de la industria de poner una nueva generación de vehículos autónomos en las carreteras de Estados Unidos.
El informe de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) fue elaborado como parte de una revisión realizada el año pasado sobre un vehículo inusual de Zoox, subsidiaria de Amazon, que, al no tener volante ni otros controles humanos, carece de una forma para que una persona lo conduzca. La marca ha afirmado que la tecnología del vehículo, respaldada por inteligencia artificial, cumple con los estándares de la agencia. Sin embargo, el informe de la institución documenta “aparentes incumplimientos” con ocho normas de seguridad.
El contenido de la revisión, previamente no revelada, sugiere que las normas creadas cuando los vehículos autónomos eran apenas un concepto futurista representan un impedimento legal para las ambiciones de la industria, incluso mientras los planes para los vehículos autónomos se aceleran. Zoox cuenta con una pequeña flota piloto en las carreteras de California y Nevada y asegura haber completado miles de viajes transportando empleados e invitados. Está ultimando planes para lanzar un servicio público en Las Vegas este año.
Tesla también planea fabricar robotaxis sin pedales ni espejos, vehículos que, según el director ejecutivo Elon Musk, representan el futuro de su empresa. La empresa ha solicitado permiso para transportar clientes sin costo en California, y ha anunciado planes para poner versiones autónomas de sus vehículos eléctricos existentes en las carreteras este año.
Musk dijo a los analistas financieros el año pasado, antes de la elección del presidente Donald Trump, que intentaría usar su influencia en la Casa Blanca para crear un camino regulatorio que permita que los vehículos autónomos circulen en las carreteras.
La NHTSA no hizo públicos los hallazgos de diciembre sobre el vehículo de Zoox; la revisión de la agencia sobre el diseño del robotaxi sigue abierta. The Washington Post obtuvo el informe a través de una solicitud de registros públicos presentada a los reguladores estatales en California, quienes poseían una copia.
Al documentar los aparentes incumplimientos de Zoox, la NHTSA podría estar preparando el terreno para un retiro del mercado, según los procedimientos de la agencia. No está claro si la administración de Trump intentará un cambio de rumbo. La agencia comentó que sigue en diálogo con la firma y está “considerando todas las opciones”.
“Seguiremos apoyando la innovación tecnológica en el transporte mientras mantenemos la seguridad en las carreteras de Estados Unidos”, dijo la NHTSA en un comunicado. Tesla y la Casa Blanca, donde Musk es un asesor clave de Trump como líder del Servicio DOGE, no respondieron a una solicitud de comentarios.
La revisión subraya cómo la agencia ha tenido dificultades para seguir el ritmo de la tecnología en rápida evolución. Matthew Wansley, profesor en la Escuela de Derecho Cardozo que se enfoca en vehículos autónomos, dijo que los hallazgos no necesariamente significan que el vehículo sea inherentemente inseguro, ni dicen nada sobre la capacidad del sistema de conducción autónoma de Zoox para navegar con seguridad por el tráfico.
La compañía podría haber solicitado una exención de las normas de seguridad, pero la NHTSA nunca ha otorgado una a un vehículo de pasajeros autónomo. En cambio, la empresa certificó por sí misma que su vehículo cumplía con las normas mientras se apresuraba a ser la primera compañía en poner un robotaxi diseñado específicamente en las carreteras y reclamar una parte de lo que podría convertirse en un mercado de billones de dólares.
El vehículo de Zoox tiene poco parecido con un automóvil normal. El plan es que los clientes soliciten un viaje utilizando una aplicación, muy similar a un vehículo regular de transporte compartido, ingresando por puertas tipo autobús y sentándose frente a frente.
El vehículo se navega por sí solo, “viendo” el mundo a través de un conjunto de cámaras y sensores basados en láser. En gran medida, depende de sus propias capacidades para conducir, pero la compañía asegura que equipos de operadores remotos pueden tomar el control para ayudar a manejar situaciones inusuales. Los pasajeros pueden solicitar asistencia a través de una pantalla táctil y abrir las puertas usando un mecanismo de liberación de emergencia.
Phil Koopman, experto en vehículos autónomos de la Universidad Carnegie Mellon, dijo que la estrategia de Zoox fue “salir a la carretera y pedir perdón después”, apostando a que podría escalar más rápido de lo que los reguladores podían manejar. Koopman opinó que el informe muestra que los investigadores se pusieron al día.
“Esto demuestra que Zoox está dispuesto a doblar las reglas para avanzar”, dijo Koopman. “No hay duda”, agregó.
Zoox es una subsidiaria de Amazon, cuyo fundador Jeff Bezos es propietario de The Washington Post. La compañía afirmó que mantiene su posición de que el vehículo cumple con los estándares federales.
“Nuestras discusiones recientes con la NHTSA son sobre espejos, limpiaparabrisas, un desempañador y un pedal de freno activado con el pie, equipamiento que tiene sentido para vehículos con conductores humanos, pero no para el robotaxi de Zoox diseñado específicamente”, dijo la empresa en un comunicado. “Nuestro diseño específicamente desarrollado significa que el robotaxi nunca podrá ser operado por un conductor humano, y nuestro conductor de inteligencia artificial no depende de este equipamiento para observar el mundo”, añadieron.
No está claro cuándo podría la NHTSA concluir su revisión.
Un grupo de la industria que representa a Zoox pidió en enero que la NHTSA reinterprete sus normas para permitir vehículos autónomos sin controles tradicionales, y el Secretario de Transporte Sean P. Duffy señaló que crear un camino para permitir más vehículos autónomos en las carreteras es una prioridad. La oficina no respondió a una solicitud de comentarios.
La revisión federal también podría complicar los tratos de las compañías con los reguladores estatales. El informe de inspección fue proporcionado a funcionarios de los departamentos de vehículos motorizados de California y Nevada, que entregaron copias a The Post tras solicitudes de registros públicos. Los expertos legales dijeron que los hallazgos podrían poner en duda la capacidad de Zoox de realizar pruebas en California, ya que las normas estatales requieren que los vehículos autónomos cumplan con los estándares federales.
“Simplemente, no sé cómo puede el DMV de California permitir que Zoox continúe probando con este vehículo sin algún documento de la NHTSA que exima a Zoox del cumplimiento”, dijo Wansley.
El DMV de California señaló en un comunicado que estaba al tanto de la revisión federal y destacó que estaba en curso. Remitió otras preguntas a la NHTSA y a Zoox. Una portavoz del DMV de Nevada dijo que no había tomado ninguna medida basada en el informe.
La incertidumbre sobre las normas para robotaxis se ve agravada por la forma en que el gobierno federal regula la seguridad automotriz. Las regulaciones de la NHTSA permiten que los fabricantes certifiquen por sí mismos que sus vehículos cumplen con los estándares de seguridad. La agencia se encarga de investigar cualquier problema de seguridad una vez que los vehículos ya están en la carretera.
En 2022, Zoox adjuntó una etiqueta a su vehículo afirmando que cumplía con las normas. En 2024, un trío de empleados de la NHTSA se presentó en una instalación de la empresa en Las Vegas, con un calibrador, una regla, una balanza y cinta adhesiva, para poner a prueba esa afirmación, según su informe. Documentaron aparentes incumplimientos con ocho normas federales, incluyendo la falta de pedales de freno, espejos retrovisores, limpiaparabrisas y desempañadores. (La ausencia de un volante no incumple las normas debido a cambios que la NHTSA realizó a los estándares de seguridad en 2022).
Los expertos señalaron que muchos de los hallazgos no necesariamente cuestionan la seguridad del vehículo porque los controles y espejos requeridos no los emplea su conductor computarizado. Sin embargo, los investigadores encontraron que los parabrisas de los vehículos no estaban hechos con el tipo de vidrio requerido, lo cual podría representar un riesgo en caso de accidente.
Michael Brooks, director ejecutivo del Centro para la Seguridad Automotriz, comentó que la falta de uso del tipo correcto de vidrio plantea la interrogante sobre otros posibles problemas que solo podrían revelarse en pruebas de choque.
“Es un gran error de su parte”, dijo Brooks.
Waymo, la unidad de conducción autónoma de Alphabet, empresa matriz de Google, optó por utilizar versiones modificadas de automóviles legales para carreteras normales con un conjunto estándar de controles para humanos. Se ha consolidado como el líder de la industria, con su servicio de taxis realizando 150.000 viajes de pasajeros por semana en varias ciudades. En enero, Tekedra Mawakana, directora ejecutiva conjunta de la compañía, dijo que no veía que su enfoque cambiara pronto y que un nuevo vehículo seguiría contando con controles humanos.
“Porque así lo exige la ley, ya que los coches certificados bajo las FMVSS deben tener todos los controles humanos”, dijo, refiriéndose a los estándares federales utilizando un acrónimo. “Y por eso tiene todos los controles humanos”.
(*) The Washington Post
(*) Trisha Thadani se unió al equipo de tecnología de The Washington Post en 2023 procedente del San Francisco Chronicle.
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