Una píldora antienvejecimiento para perros quedó más cerca de ser aprobada en Estados Unidos

Los dueños de perros hacen muchas cosas para mantener a sus compañeros felices y sanos. Pronto podrán añadir una píldora antienvejecimiento al régimen de paseos, visitas al veterinario y caricias a su perro.

Loyal, una empresa biotecnológica de nueva creación con sede en San Francisco, anunció el miércoles que un fármaco que ha desarrollado para aumentar la esperanza de vida canina ha superado un hito importante en su camino hacia la aprobación reglamentaria.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA) certificó que la píldora diaria tiene una “expectativa razonable de eficacia” para prolongar la vida de los perros mayores.

El Centro de Medicina Veterinaria del organismo regulador aún tiene que certificar que el fármaco es seguro y que Loyal puede fabricarlo a escala antes de que los veterinarios puedan recetar la píldora a perros de 10 años o más que pesen 14 libras (6 kgs) o más.

La directora general de Loyal, Celine Halioua, calcula que el proceso debería concluir a finales de 2025 y calificó el reconocimiento inicial de la FDA de “paso clave” para alargar la vida de los perros.

El Centro de Medicina Veterinaria ha sufrido recientemente recortes de personal relacionados con el servicio DOGE de EEUU, pero Loyal afirma que no ha tenido noticia de ninguna repercusión en el equipo implicado. La FDA no respondió a una solicitud de comentarios.

En la última década, una subcultura del emprendimiento tecnológico se ha centrado en ayudar a la gente a evitar la muerte, ofreciendo suplementos dietéticos a medida y resonancias magnéticas de cuerpo entero por valor de 2.500 dólares e invirtiendo en el desarrollo de fármacos antienvejecimiento, entre otras muchas iniciativas.

Según la empresa de datos Pitchbook, en los últimos 12 meses se han invertido unos 900 millones de dólares en capital riesgo en start-ups contra el envejecimiento y la longevidad.

Loyal ha recaudado más de 150 millones de dólares en financiación de riesgo desde su fundación en 2019 para desarrollar fármacos que prolonguen la vida centrados inicialmente en caninos.

Lanzar medicamentos veterinarios es, en cierto modo, más fácil que conseguir la aprobación de tratamientos para humanos. Debido a que los perros y los humanos han evolucionado uno junto al otro, Halioua espera eventualmente aplicar sus hallazgos sobre las mascotas para ayudar a prolongar la vida de sus dueños.

“Si conseguimos retrasar la aparición y gravedad de las enfermedades relacionadas con la edad en los perros, es una prueba muy convincente de que también lo conseguiremos en los humanos”, afirma Halioua. Los procesos biológicos del envejecimiento se desarrollan más deprisa en los perros porque tienen vidas muy cortas, dijo, lo que ayuda a investigadores y empresarios a sondear su funcionamiento.

Loyal pretende lanzar su píldora con una autorización de la FDA para medicamentos de uso animal denominada aprobación condicional. Esta autorización permite a una empresa empezar a vender un tratamiento que la agencia ha declarado seguro y del que se espera razonablemente que funcione, y después recopilar datos adicionales para demostrar plenamente su eficacia mientras está en el mercado.

Loyal está llevando a cabo estudios clínicos, en los que los perros reciben pastillas auténticas o placebo, ambas con sabor a ternera.

Las mascotas ocupan un lugar importante en la vida y el bolsillo de sus dueños. Una encuesta realizada en 2023 por el Centro de Investigación Pew reveló que el 62% de los estadounidenses tiene una mascota y que el 97% de los dueños las considera parte de su familia.

Los perros son el animal de compañía más común, con un 49% de propietarios que tienen al menos uno. Según un reciente análisis de MarketWatch de datos de la Oficina de Estadísticas Laborales, los estadounidenses gastaron un promedio de 876 dólares al año en sus mascotas en 2023, un aumento del 90% desde 2013.

Aunque el coste del medicamento para los consumidores aún está por determinar, Halioua dijo en una entrevista a Zoom que quiere que el tratamiento de Loyal sea accesible para el mayor número posible de perros, idealmente por menos de 100 dólares al mes.

“Mi objetivo es que todos los perros que cumplan los requisitos reciban un fármaco de longevidad para que estén sanos más tiempo”, dijo Halioua, y añadió que prefiere aspirar a la adopción masiva antes que ”subir el precio y conseguir que los perros millonarios tomen el fármaco."

Según Halioua, un obstáculo clave en el desarrollo del fármaco fue encontrar una fórmula que hiciera felices tanto a los perros como a sus dueños.

La empresa Purina descubrió en los años 90 que la restricción calórica en labradores alargaba su vida casi dos años y retrasaba la incidencia de osteoartritis y cáncer, “pero nadie quiere restringir calóricamente a sus perros”, explica Halioua, porque hacerlo puede dañar el delicado vínculo entre una mascota y su dueño.

Anteriormente, Loyal recibió de la FDA un certificado de “expectativa razonable de eficacia” para un fármaco de longevidad destinado a razas grandes y gigantes como el gran danés y el terranova. Pero ese tratamiento debe administrarse mediante inyección y tardará más en fabricarse y comercializarse.

Otras empresas trabajan en el desarrollo de fármacos adelgazantes similares al Ozempic para perros y gatos. La píldora de Loyal es el resultado de la investigación sobre cómo imitar los beneficios de la restricción calórica sin suprimir el apetito y sin necesidad de que el dueño restrinja la comida de su perro.

El fármaco pretende mejorar la capacidad metabólica del perro, es decir, la capacidad del organismo para convertir los nutrientes en energía y regular las hormonas, que disminuye en humanos y caninos con la edad.

“Hemos coevolucionado con los perros y los hemos domesticado”, dijo Halioua, “en parte porque les dábamos de comer las sobras de nuestras comidas a cambio de que nos protegieran de otros animales salvajes hace miles y miles de años”. Como para subrayar el punto, Pixie, un Jack Russell terrier de 8 años que estaba en el sofá junto a Halioua, suplicó una golosina mientras hablaba.

Deborah Kado, codirectora del Centro de Longevidad de Stanford y madre de perros desde hace muchos años, dijo el martes en una entrevista telefónica que, aunque la idea de que una mascota tome una pastilla para vivir más es atractiva para los dueños, pueden surgir problemas imprevistos con los nuevos fármacos que aún están en fase de prueba. Ella prefiere alimentar a sus perros con comida sana y darles mucha actividad y socialización en lugar de recurrir a los fármacos.

Además, dice Kado, con tantos perros rescatados que necesitan dueño, desaconseja retenerlos más tiempo del que el destino determine de forma natural. Una de las muchas cosas que le gustan de los perros es su capacidad para vivir el momento.

“Cuando se acercan al final, lo aceptan”, dice Kado, que se ha despedido de varios perros a lo largo de los años. “Y en cierto modo, creo que eso facilita las cosas a los humanos. Los finales van a suceder”.

Shaina Denny -madre de Poppy, un perro salchicha en miniatura, y fundadora de Dogdrop, una empresa emergente dedicada al cuidado de mascotas que ofrece servicios de guardería canina y crea y licencia programas informáticos para este tipo de negocios- es testigo directo de las ganas que tienen los consumidores de invertir en el bienestar de sus mascotas.

Calcula que las tendencias en animales de compañía van 10 años por detrás de las humanas. Alimentar a un perro con comida cruda o fresca solía ser un “nicho”, dijo Denny en una entrevista telefónica el lunes. Pero ahora los dueños se dan cuenta de que no puede alimentar a su perro con “croquetas quemadas”, y se decantan por marcas de gama alta como Farmer’s Dog.

Denny también observa que la mitad de sus clientes no dejan a sus perros para que los cuiden todo el día, sino sólo un par de horas mientras hacen otra cosa, como ir al gimnasio.

Lo considera una prueba de que la gente quiere asegurarse de que su perro recibe estimulación mental, socialización y enriquecimiento, de forma parecida a como se cuida a un niño. En Dogdrop, a los clientes peludos se les desafía con rompecabezas, como pelotas con golosinas escondidas dentro, y se les lleva a “sniffaris”, en los que Fido tiene que seguir su olfato para ser desafiado tanto mental como físicamente.

Denny dice que la obsesión de los humanos por la longevidad “se está contagiando a los perros”.

Hay pruebas de ello mucho más allá del parque canino. A principios de 2024, el guionista y director Lee Sung Jin terminó su discurso de aceptación del Emmy diciendo: “Todo lo que hago es por mis tres perros, así que la [FDA] si por favor pudierais acelerar esa píldora antienvejecimiento canina, sería estupendo”.

© 2025, The Washington Post.