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Una joven provoca un incendio
Una joven provoca un incendio doméstico al calentar un brownie en el microondas y pierde su casa en Carolina del Norte (The Sun)

Kyndall Mowery se preparaba para disfrutar de una noche tranquila en Carolina del Norte cuando un pequeño descuido transformó su vida y la de su familia. La joven decidió calentar un brownie en el microondas, pero un error en el tiempo de cocción —dos minutos en lugar de veinte segundos— bastó para provocar una tragedia doméstica con pérdidas superiores a 400.000 dólares. El caso, que rápidamente se viralizó en redes sociales, expone los riesgos reales que pueden surgir a partir de acciones cotidianas y plantea un llamado urgente a la prevención en el hogar.

Según informó el diario británico The Sun, el incidente comenzó a las 22:05, cuando Kyndall introdujo el postre en el microondas, sin percatarse del exceso de tiempo programado. El aparato, en lugar de limitarse a calentar, comenzó a emitir humo negro de manera casi inmediata.

El característico olor a quemado se propagó por la vivienda en cuestión de segundos, creando un ambiente inquietante pero todavía controlable. Sin embargo, menos de diez minutos después, la situación se tornó irreversible: el humo aumentó en volumen e intensidad, hasta que las llamas comenzaron a extenderse fuera del electrodoméstico, alcanzando el mobiliario de la cocina y de allí, al resto de la casa.

El error en el tiempo
El error en el tiempo de cocción causó daños por más de 400.000 dólares y dejó a la familia sin hogar (The Sun)

The Sun comunicó que, en ese momento, Kyndall alertó a su madre, Amber Mowery, quien se encontraba trabajando en su segundo empleo como docente. Tras recibir la llamada de auxilio, la señora acudió con toda prisa a su casa y encontró la escena dominada por el caos: diez camiones de bomberos rodeaban la propiedad e intentaban controlar el fuego que ya consumía gran parte de la estructura.

Las reacciones de la familia oscilaron entre el temor y la incredulidad mientras presenciaban cómo las llamas reducían a cenizas años de esfuerzo y recuerdos. Amber relató la impotencia que sintió al ver destruirse en minutos aquello por lo que había trabajado tanto tiempo. “Estaba aterrada al ver cómo todo por lo que trabajé se quemaba en un instante”, confesó la mujer a NeedToKnow, quien asumió el desafío de acompañar psicológicamente a sus hijos y a sí misma en medio de la emergencia.

La joven Kyndall junto a
La joven Kyndall junto a su madre Amber Mowery (The Sun)

Aunque el incendio devastó casi por completo el interior de la vivienda, la familia pudo salir con vida, incluyendo a los dos hijos de Amber y sus cuatro perros. El fuego destruyó techos y paredes, impregnó de hollín los ambientes y redujo a cenizas todos los objetos personales. Amber lamentó especialmente la pérdida de recuerdos familiares, regalos heredados y artículos de alto valor sentimental, que resultan imposibles de reemplazar.

Si bien los daños materiales ascendieron a más de 400.000 dólares, el golpe emocional por los recuerdos y afectos perdidos marcó a la familia tanto como la destrucción tangible.

En medio del desconcierto y la tristeza, Kyndall decidió compartir en sus redes sociales un video que mostraba las secuelas del siniestro, incluido el interior del microondas —curiosamente, casi intacto— y los restos calcinados de la casa. Su objetivo era advertir a otros sobre los peligros de un simple descuido en la cocina.

El video rápidamente ganó repercusión, acumulando más de 17 millones de visualizaciones y 2,2 millones de “me gusta” en muy poco tiempo. Decenas de miles de personas expresaron su apoyo a la familia y reconocieron no haber imaginado que un error doméstico tan común podría desembocar en una catástrofe de tal magnitud.

El caso se viralizó en
El caso se viralizó en redes sociales y generó conciencia sobre los riesgos de descuidos en la cocina (The Sun)

Entre los comentarios, abundaron muestras de empatía y sorpresa. Algunos usuarios admitieron que desconocían el riesgo potencial de recalentamientos prolongados en microondas, y muchos compartieron experiencias de pequeños accidentes que no pasaron a mayores, aumentando la conciencia sobre la importancia de las precauciones cotidianas.

A raíz de lo ocurrido, Amber y Kyndall han insistido en el valor de tomar medidas preventivas en el hogar. Los expertos consultados a raíz de su caso recomiendan apagar y desenchufar electrodomésticos que no sean de uso continuo, evitar dejar artefactos en funcionamiento durante la noche, y revisar que hornos y hornallas estén completamente apagados tras el uso. Mantener despejadas las salidas de emergencia y verificar que las llaves estén siempre al alcance constituyen también prácticas indispensables para actuar con rapidez ante una eventualidad.

Además, el apagado correcto de velas y cigarrillos completa el conjunto de acciones básicas para minimizar riesgos.

La familia ahora vive en
La familia ahora vive en un Airbnb y busca inspirar a otros a adoptar hábitos seguros en el hogar (The Sun)

Amber resume la lección de la vivencia familiar en una frase simple y contundente: al manipular alimentos en microondas o cualquier electrodoméstico, no basta con que no haya llamas visibles; puede existir un riesgo invisible que desencadene un incendio.

La familia, tras sobrevivir a la catástrofe, hoy vive provisionalmente en un lugar de alquiler temporario y afronta el reto de reconstruir su vida desde cero. Su prioridad es inspirar a otros a no subestimar los peligros en el hogar y a adoptar hábitos que pueden salvar no solo objetos materiales, sino vidas.