La joven que se hizo viral hace más de 12 años sin quererlo: le causó depresión y no lograba desconectarse del meme

Cuando Laina Morris grabó una parodia para participar en un concurso de perfumes de Justin Bieber, no podía imaginar que su rostro se convertiría en uno de los íconos más reconocibles de la cultura de los memes virales. Era junio de 2012 cuando publicó en YouTube el video titulado “JB Fanvideo”, como una propuesta humorística al ritmo de la canción Boyfriend. Lo que surgió como un chiste interno entre amigos se convirtió, de la noche a la mañana, en una sensación global.

La transformación fue casi instantánea. Aunque compartió el video con intenciones modestas, fue Reddit el canal que amplificó su impacto. “Recuerdo despertarme, ir a la sala y ver a mis compañeros de piso ya despiertos con sus computadoras, y me dijeron: ‘Eres un meme’”, relató Morris a la revista PEOPLE, recordando cómo comenzó a circular una captura de pantalla suya con mirada fija a la cámara, la misma que sería bautizada como la “Overly Attached Girlfriend”. Esa imagen, acompañada de textos satíricos como “Tardaste 15 minutos en llegar a casa. Google Maps dijo que tardaste 12. ¿Quién es ella?”, consolidó el carácter viral del fenómeno.

A pesar de que el video fue concebido como una simple broma, acumuló rápidamente cientos de miles de visualizaciones. “Al menos los primeros días llegó a un cuarto de millón de visualizaciones, lo cual en aquel momento era bastante para haberlo publicado recién”, afirmó. En paralelo, su hermano la animó a monetizar el contenido. Aunque inicialmente dudó por temor a quedar descalificada del concurso, terminó aprovechando el inesperado interés, lo que marcó el inicio de su carrera como creadora de contenido digital.

A sus veinte años, Morris estaba en un paréntesis académico de su carrera universitaria en educación. Había considerado convertirse en maestra, siguiendo los pasos de sus padres, pero sentía una vocación no explorada por el entretenimiento, la comedia y la escritura.

La viralidad le ofreció una nueva posibilidad profesional. Su canal de YouTube llegó a contar con más de 1,23 millones de suscriptores, impulsado por nuevas versiones del personaje que había creado accidentalmente. Parodias como la de Call Me Maybe y Novia normalmente atada alcanzaron decenas de millones de vistas. Participó en convenciones como VidCon y Playlist Live, y hasta el propio Bieber reconoció su video recreando su expresión en un clip promocional de la fragancia.

A medida que aumentaba su notoriedad, también lo hacía la presión. Morris confesó que, aunque intentó diversificar su contenido y mostrarse como “solo Laina”, la audiencia seguía demandando la imagen de la novia obsesiva. “Siento que en algún momento logré desconectarme del meme, no sé cómo explicarlo, pero siento como si dijera: ‘Ahí está mi meme’, en lugar de ‘Ahí está mi cara’”, explicó.

Esa disociación no fue accidental, sino un mecanismo frente al desgaste emocional. La plataforma exigía una productividad constante, y con el tiempo, la regularidad de sus publicaciones disminuyó. “Mentalmente, YouTube no me estaba funcionando”, reconoció. “Cada vez que intentaba grabar un video, no podía”.

Morris explicó que la fama viral trajo consigo consecuencias emocionales que tardó años en comprender y enfrentar. “Mi tiempo en YouTube fue consecuencia de volverme viral”, dijo, pero también fue fuente de estrés. Afirmó: “Lo más difícil para mí fue probablemente cuando mi salud mental no era la mejor y no podía hacer mi trabajo tan bien como me hubiera gustado”.

En 2019, compartió un video de casi 30 minutos en el que explicaba públicamente su ruptura con la plataforma. Por primera vez, habló abiertamente sobre su depresión: “A partir de 2014... caí en una profunda depresión, y lo mantuve en secreto para todos los que me rodeaban”. Recién en 2018 comenzó terapia y, tras nueve meses, optó por medicación para tratar la ansiedad y la depresión. Según sus palabras, fue una decisión “increíblemente difícil, pero que, en definitiva, me benefició”.

Después de ese video, Morris se alejó casi por completo de YouTube, aunque regresó de manera ocasional y bajo sus propios términos. Conmemoró el décimo aniversario del meme y ha comenzado a explorar formatos más breves como TikTok e Instagram, al mismo tiempo que trabaja como editora de video freelance.

En sus reflexiones finales a PEOPLE, dijo que siente como si hubiera vivido “una vida completamente diferente”, y que lamenta no haber estado “plenamente presente en todas las partes geniales de aquella”. Reconoce que haber ganado atención tan repentinamente fue difícil de procesar: “Sentí que empezaba desde arriba, y no había otro camino que bajar un poco. Era como si te lo hubieran dado todo por perdido”.

Morris sabe que su historia no es única, pero sí ilustra lo que puede suceder cuando una persona se vuelve famosa de forma repentina sin buscarlo. “Creo que si pudiera volver atrás y simplemente decirme que me relajara un poco... Me dejé abrumar mucho”, confesó. A pesar de todo, sigue agradecida por las oportunidades y experiencias que vivió gracias a Overly Attached Girlfriend, aunque también remarca la importancia de hablar de lo que no se ve detrás de un momento viral.