Ted Midgely, un hombre británico de 58 años, se ha convertido en un ejemplo inspirador tras aprender a leer a una edad avanzada. Desde su infancia en Bradford, Inglaterra, enfrentó enormes dificultades en el ámbito escolar, donde fue tildado de “perezoso” debido a sus problemas de lectura. A pesar de estos desafíos, Midgely nunca se rindió y construyó una vida llena de logros, principalmente como mecánico especializado en motocicletas para el deporte de “speedway”, una disciplina única del motor británico.
El “speedway” es un deporte en el que los corredores compiten en una pista ovalada de tierra utilizando motos de cross de una sola marcha, sin frenos. Durante su carrera, Midgely tuvo la oportunidad de viajar por el mundo, lo que le permitió entrar en contacto con otras personas apasionadas por la disciplina. En ese contexto, conoció a Brayden Elliot, un joven australiano con el que formó una estrecha relación, lo que despertó en él un deseo de aprender a leer, ya que necesitaba comprender correos electrónicos para poder representarlo profesionalmente.
El proceso de aprendizaje comenzó con la ayuda de Duncan Livsey, un tutor especializado de Read Easy Derby. Midgely comenzó a recibir dos lecciones semanales de 30 minutos, y el impacto fue inmediato. Según Livsey, el aprendizaje fue fluido y motivador, gracias a la actitud positiva de Midgely, quien demostró un gran entusiasmo y perseverancia. “Ha sido brillante”, dijo el tutor a la BBC, destacando la facilidad para enseñar a alguien tan motivado.
Uno de los momentos más emotivos para Ted Midgely fue cuando, después de años de lucha, finalmente pudo leer algo muy especial: una revista llamada Speedway Star, que había comprado en 1985. Durante más de 40 años, el ejemplar había estado guardado en su casa, pero no podía disfrutar de su contenido debido a su incapacidad para leer. Cuando finalmente lo hizo, no pudo ocultar su emoción: “Lo tuve durante tanto tiempo y nunca pude leerlo… fue increíble hacerlo”, expresó. Este logro simboliza no solo la superación de sus barreras educativas, sino también un testimonio de cómo la persistencia y el deseo de aprender pueden cambiar vidas a cualquier edad.
Ted Midgely, que durante años se consideró incapaz de leer y escribió su vida profesional sin la capacidad de hacerlo, ahora puede finalmente disfrutar de un pasaje significativo en su historia personal, demostrando que nunca es tarde para aprender.
Este inspirador ejemplo resalta la importancia de la educación inclusiva para adultos y la relevancia de dar apoyo a quienes, por diversas razones, no tuvieron acceso a una enseñanza adecuada en su juventud. Sin duda, Midgely es ahora una prueba viviente de que nunca es tarde para aprender y transformar una vida.
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