En un hecho que combina tecnología y hospitalidad, una joven chilena llamada Nancy Alejandra, oriunda de Curicó, vivió una experiencia inesperada durante su estadía en el hotel Olá, ubicado en Santiago de Chile. Según explicó en su video viral en redes sociales, Nancy solicitó un cepillo de dientes a la recepción del hotel y, para su sorpresa, el pedido fue entregado por un robot autónomo. Este dispositivo, equipado con ruedas y una pantalla interactiva se despidió deseándole un buen día, dejando a la joven emocionada y sorprendida.
El video, que rápidamente acumuló más de 750.000 visualizaciones y 60.000 “me gusta”, muestra el momento en que el robot llega a la puerta de la habitación de Nancy. En las imágenes, se puede observar cómo la joven, entre risas y asombro, interactúa con el dispositivo, agradeciéndole y despidiéndose con un gesto de la mano. La escena, que ha generado múltiples comentarios en redes sociales, refleja el impacto que la tecnología puede tener en situaciones cotidianas, como un simple pedido en un hotel.
La joven se encontraba en Santiago como parte de un tour organizado por una marca de productos para el cuidado del cabello. Durante su estadía en el hotel Olá, decidió solicitar un cepillo de dientes a la recepción. Lo que parecía ser un pedido común se convirtió en un momento memorable cuando utilizaron un robot para realizar la entrega. El dispositivo llegó hasta la puerta de su habitación con el artículo solicitado en su interior.
En el video, Nancy expresa su sorpresa y emoción al recibir el pedido. “Tengo miedo”, comenta entre risas mientras interactúa con el dispositivo. La escena culmina con el robot despidiéndose y Nancy respondiendo con un “Chao” y un gesto de la mano, lo que generó una ola de comentarios en redes sociales.
Entre las reacciones de los usuarios, se destacan comentarios como “Lo mejor eres tú moviendo tu manito y diciéndole ‘Chao’” y “Ella saludando al final... tranquilamente podría ser yo”. Otros usuarios compartieron experiencias similares, mencionando que en sus lugares de trabajo utilizan robots para tareas específicas, como la limpieza de oficinas.
La interacción de Nancy con el robot también abrió un debate sobre el uso de la tecnología en la vida diaria y sobre si ese dispositivo no reemplazaría el trabajo humano: “Increíble y triste porque ese era el trabajo de una persona”, mientras que otros preferían que los reemplace para alivianar el trabajo: “Tengo un hotel, no me molesta que me reemplace un robot cuando me piden algo a la habitación“.