La sorprendente broma que un joven mexicano organizó con sus parientes dejó a millones de usuarios riendo a carcajadas. En el video compartido por Mau de la Peña se observó cómo numerosos familiares realizaron un intercambio de regalos en medio de una reunión. Lo curioso es que todos los obsequios eran en realidad pertenencias de la mamá de Mau pero ella no tenía idea.
El resultado se volvió un fenómeno en TikTok, alcanzó 30 millones de reproducciones y más de 3,7 millones de “me gusta”. Los presentes eran de todo tipo: desde ropa y accesorios hasta adornos de la casa o incluso jabones faciales, todos estaban bellamente empaquetados. La mujer, sin darse cuenta, mientras se entregaban las sorpresas, halagaba lo lindos que eran los regalos. “¡Qué bonito!” o “Yo tengo uno igual”, decía sin sospechar que cada objeto que recibían los integrantes de la familia eran suyos.
Si bien notaba las similitudes entre los obsequios con sus pertenencias, seguía sin entender lo que ocurría. Todo parecía una simple coincidencia hasta que llegó el momento en el que la mujer tomó un par de medias y exclamó: “¡Esas son mías! Son para dormir, ¡son mías!” La confusión fue total. Sus seres queridos le preguntaron: “¿Qué más es tuyo?” y comenzó a señalar riendo varios objetos, entre ellos una frazada, que también reconoció como suya: “Está igual de rota que la mía”, dijo mientras olía la tela para confirmarlo.
En ese momento, la verdad salió a la luz. El toque final fue el gesto de la mamá al darse cuenta del chiste, que en un momento dijo con sorpresa: “¿Todo es mío?”. Entre risas y aplausos, la familia confirmó el plan y la “víctima” se lo tomó con mucho humor. Debido a la repercusión, Mau publicó un segundo video con su madre en el que la mujer explicó: “Hacía mucho tiempo que no me reía tanto” y aclaró que nunca se imaginó que fueran cosas de ella: “Ahí ven lo distraída que soy”.
Reacciones en TikTok: “Le desvalijaban la casa y ella tan feliz”
El clip obtuvo más de 17 mil comentarios: “La señora ni cuenta se dio, les desvalijaban la casa y ella tan feliz”, “Qué bueno ver a una persona tan alegre y sin envidia”, celebraron algunos su buen ánimo. Las bromas no faltaron: “Por poco regalan un hijo suyo, y capaz que dice: ´Yo tengo tengo uno igual´” y otro escribió: “La señora pensando ´qué refinados gustos tienen, yo también lo compraría´”.