Buques petroleros cancelan operaciones hacia Venezuela tras la incautación de un cargamento por parte de Estados Unidos

Al menos cuatro supertanqueros, programados para recoger petróleo venezolano en las próximas semanas, alteraron su ruta y ya no operan en los puertos del país caribeño

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El petrolero Skipper, interceptado por
El petrolero Skipper, interceptado por autoridades estadounidenses, navega en el sur del mar Caribe tras ser incautado frente a las costas de Venezuela (AP)

El tráfico marítimo petrolero en Venezuela sufrió un brusco giro este lunes después de que Estados Unidos confiscara un barco con cerca de dos millones de barriles de crudo venezolano, provocando que varias embarcaciones de gran capacidad decidieran cancelar sus operaciones y salir del área para evitar acciones legales.

Esta intervención de las autoridades estadounidenses aceleró el retiro de buques que debían cargar petróleo para la estatal venezolana PDVSA, generando un efecto dominó que dificulta la ya complicada situación del sector energético venezolano.

El incidente empezó la semana pasada, cuando la Guardia Costera estadounidense interceptó y aseguró el control de un supertanquero (VLCC) acusado de transportar crudo venezolano bajo condiciones que violan sanciones internacionales.

El buque, según fuentes de monitoreo de flotas, navegaba bajo bandera falsa y ya había estado involucrado en comercio ilícito de crudo iraní, recibiendo previamente sanciones de Washington. Un equipo federal estadounidense interrogó a la tripulación, mientras la Casa Blanca explicó que el buque sería llevado a un puerto norteamericano para que la carga fuera incautada, cumpliendo con los procedimientos legales de decomiso.

Imagen satelital del petrolero Skipper
Imagen satelital del petrolero Skipper frente a Puerto José, Venezuela, antes de su incautación por parte de Estados Unidos (REUTERS/Planet Labs PBC)

Un buque cisterna de bandera de Benín, transportando unas 300.000 toneladas de naphtha (un refinado imprescindible para procesar crudo pesado), que tenía como destino Venezuela, cambió sorpresivamente de rumbo hacia Europa sin descargar su contenido. Al mismo tiempo, al menos cuatro supertanqueros (VLCCs), programados para recoger petróleo venezolano en las próximas semanas, también alteraron su ruta y ya no operan en puertos venezolanos, según firmas de monitoreo como TankerTrackers.

Con estos movimientos, según estimaciones, más de 11 millones de barriles de crudo venezolano permanecen inmovilizados a bordo de múltiples buques en la región, a la espera de instrucciones o en proceso de cancelar contratos de carga. Solo los barcos fletados por la multinacional Chevron continúan zarpando, ya que cuentan con una licencia especial otorgada por Washington para operar bajo excepciones a las sanciones.

La estatal petrolera PDVSA informó además este lunes que enfrenta un presunto “ciberataque” que ha interrumpido sus sistemas administrativos y operativos, afectando tanto tareas internas como el manejo de exportaciones.

Solo los barcos fletados por
Solo los barcos fletados por la multinacional Chevron continúan zarpando, ya que cuentan con una licencia especial otorgada por Washington para operar bajo excepciones a las sanciones (REUTERS)

El trasfondo de estas decisiones refleja un ambiente de máxima tensión geopolítica. Washington justifica sus acciones como parte de su política de lucha contra el narcotráfico y defensa de la seguridad hemisférica, articulando el aumento del despliegue militar en el Caribe y la aplicación estricta de sanciones para impedir operaciones energéticas internacionales que beneficien al dictador Nicolás Maduro.

Estados Unidos sostiene que sus objetivos son múltiples, incluyendo tanto el cumplimiento de sanciones internacionales como el bloqueo de flujos ilícitos de drogas y productos energéticos. El régimen venezolano ha rechazado la operación, describiéndola como “piratería” y “robo”, y denunció una escalada de presión que amenaza su principal fuente de ingresos internacionales.

El cierre de rutas habituales y el riesgo de incautaciones dejan a Venezuela casi solo dependiendo de Chevron para seguir exportando su petróleo. Esta situación podría endurecer aún más el pulso económico del país sudamericano y complicar el abastecimiento de combustibles globales justo en un momento de volatilidad para el sector energético internacional.

La estatal petrolera PDVSA informó
La estatal petrolera PDVSA informó que enfrenta un presunto “ciberataque” que ha interrumpido sus sistemas administrativos y operativos (REUTERS/Leonardo Fernández Viloria)

A medida que continúan las tensiones entre Caracas y Washington, la reorientación forzosa de barcos y las operaciones de presión en el Caribe envían señales claras sobre el alcance de la influencia estadounidense en el comercio global de energía y la vulnerabilidad de países sujetos a sanciones multilaterales.

El mercado petrolero internacional observa de cerca el desarrollo de estas acciones y sus efectos inmediatos en la oferta de productos energéticos clave.

(Con información de Reuters y EFE)