El gobierno de Venezuela enfrenta acusaciones de operar como un Estado narco-terrorista, colaborando con los grupos armados colombianos Farc y ELN para facilitar el tráfico de cocaína hacia México y Estados Unidos.
Estas denuncias también señalan la existencia de corrupción y prácticas dictatoriales en la administración venezolana, así como su papel en el envío de cantidades récord de drogas a través de la región.
Ahora puede seguirnos en Facebooky en nuestro WhatsApp Channel
“Venezuela se ha convertido en un estado narco-terrorista que sigue colaborando con las FARC y con el ELN de Colombia para enviar cantidades récord de cocaína desde Venezuela y Colombia hacia los cárteles mexicanos, que continúan ingresando a Estados Unidos en volúmenes sin precedentes”, afirmó el nuevo director de la Administración para el Control de Drogas, en Estados Unidos, Terry Cole en diálogos con Fox News.
Colaboración entre Venezuela, FARC y ELN en el tráfico de cocaína
De acuerdo con estas declaraciones, la cooperación entre Venezuela, las Farc y el ELN ha permitido un flujo constante y creciente de cocaína que parte tanto de territorio venezolano como colombiano.

La droga, una vez en manos de carteles mexicanos, cruza la frontera y llega a Estados Unidos en volúmenes que superan los registros de años anteriores.
Impacto del narcotráfico en la salud y seguridad de Estados Unidos
El efecto de este tráfico se refleja en los datos sobre incautaciones en territorio estadounidense.
Las autoridades han decomisado más cocaína este año que en periodos previos, lo que indica un aumento en la oferta y en la sofisticación de las redes de distribución.
“La cantidad de metanfetamina que entra al país sigue aumentando, y también se registran cifras récord de fentanilo que ingresan a Estados Unidos”, afirmó Cole en diálogos con el medio mencionado.
Además, se observa un incremento sostenido en la entrada de metanfetamina, mientras que el fentanilo continúa llegando en cantidades récord, agravando la crisis de salud pública en el país.
Las consecuencias de este fenómeno van más allá de las estadísticas de decomisos.
Las drogas que ingresan desde Sudamérica, facilitadas por la presunta colaboración entre el gobierno venezolano y los grupos armados colombianos, han provocado la muerte de cientos de miles de estadounidenses y han afectado profundamente a comunidades enteras.

Las declaraciones también advierten sobre la presencia de miembros de Tren de Aragua enviados a Estados Unidos con el objetivo de causar daño en las ciudades del país.
“Sin embargo, la corrupción venezolana y la dictadura en ese país mantienen sus actividades de narco-terrorismo. Siguen enviando estas drogas a Estados Unidos, causando la muerte de cientos de miles de estadounidenses, además de los miembros de Tren de Aragua que envían para dañar las calles de nuestro país”, finalizó Cole.
Tensión en la frontera colombo-venezolana por acusaciones cruzadas y presencia de grupos armados
En declaraciones transmitidas por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), el ministro de Interior, Diosdado Cabello, señaló que “todas las fronteras que el país comparte con Colombia están resguardadas, cuidadas al extremo”, aunque subrayó que la situación es distinta en el lado colombiano.
Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, vinculó a la Segunda Marquetalia —grupo disidente de las Farc— y al Ejército de Liberación Nacional (ELN) con actividades armadas en ambos territorios.

“Es importante que Venezuela determine sacar los dos grupos de su territorio a fondo”, reclamó Petro, pidiendo acciones concretas contra los grupos ilegales colombianos presentes en Venezuela.
Petro también sostuvo que “decenas de toneladas de cocaína han caído del lado venezolano y funcionarios públicos han sido sobornados. Estos grupos priorizan el soborno de oficiales más que la agresión armada”. Añadió que en “Colombia y Venezuela no debe haber grupos armados dirigidos por extranjeros”.
En respuesta, Diosdado Cabello defendió el historial venezolano de protección fronteriza. Indicó que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana desmanteló “más de cinco intentos de armar campamentos” dedicados al narcotráfico en territorio venezolano.
Aseguró sobre la disponibilidad para cooperar: “Venezuela humildemente está a la orden de Colombia. Este es un trabajo sin descanso, de todos los días, de entender la vulnerabilidad de esa frontera”