
El líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia, actualmente asilado en Madrid, reveló que su regreso a Venezuela el pasado 10 de enero se vio frustrado por las graves amenazas del régimen chavista de Nicolás Maduro. “Las circunstancias no permitieron que yo pudiera regresar”, afirmó en una reciente entrevista al medio español The Objective, y enfatizó: “Las amenazas que había sobre mi persona eran terribles”.
González Urrutia, de 74 años, salió del país el 8 de septiembre para evitar su encarcelamiento por parte del régimen de Maduro, quien permanece en el poder a pesar de no haber mostrado las actas de las elecciones presidenciales del 28 de julio. El equipo opositor liderado por María Corina Machado logró documentar el resultado del 84% de las mesas electorales, exponiendo el fraude que mantuvo a Maduro en el poder.
En el reportaje, el ex diplomático relató que su exilio en Madrid ha sido “muy bueno”, aunque lamentó las circunstancias en las que ocurrió. En su nueva rutina, se ha dedicado a denunciar las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Venezuela y a alertar sobre los crímenes de lesa humanidad perpetrados por el régimen. “Nuestras tareas están orientadas a desenmascarar todo lo que ocurre en Venezuela”, afirmó.
Uno de los episodios más duros de su exilio ha sido la desaparición de su yerno en Caracas el pasado 7 de enero, quien fue secuestrado frente a sus dos hijos menores. “Con la desaparición de mi yerno buscan doblegarme, quebrarme la voluntad, pero ni lo han logrado ni lo van a lograr”, afirmó. Enfatizó que este tipo de acción no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia de persecución política. “Es un secuestro contra mí, como dirigente que ganó unas elecciones”, aseguró.

González Urrutia también ha intensificado su actividad internacional, reuniéndose con líderes políticos en distintos países para denunciar la situación en Venezuela. Según él, el balance de estos encuentros ha sido “altamente positivo”, ya que la comunidad internacional ha mostrado receptividad hacia su causa. Sin embargo, lamentó que el Gobierno español aún no lo haya reconocido formalmente como presidente electo, a pesar de que considera que sería “muy grato” contar con ese respaldo.
En relación con el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha sido señalado por su cercanía con el chavismo, González reconoció su intervención en las negociaciones que facilitaron su salida de Venezuela. “Entiendo que él jugó un papel en las negociaciones para mi salida de Venezuela y se lo agradezco”, expresó. También mencionó que Zapatero “intervino con los emisarios del régimen” que estuvieron negociando su salida del país.

Consultado sobre las acciones de Donald Trump en relación con Venezuela, prefirió no ahondar en el tema. “No me quiero meter en esas honduras porque es complicado”, señaló, aunque reconoció que el ex mandatario estadounidense está “metido ahorita en el epicentro de la política mundial, con las crisis en Ucrania y Medio Oriente”.
Mientras tanto, la situación en Venezuela sigue deteriorándose. “Estamos en una fase donde hay violaciones sistemáticas de los derechos humanos, crímenes de lesa humanidad, desapariciones forzosas”, advirtió.
A pesar de la distancia y de las amenazas que lo mantienen fuera de su país, González aseguró que su compromiso con la democracia venezolana sigue intacto. Su objetivo, destacó, es seguir presionando a las Fuerzas Armadas para que retiren su apoyo a Maduro y se restablezca la democracia.
También agradeció el respaldo de la comunidad internacional y envió un mensaje esperanzador a los venezolanos, instándolos a mantenerse firmes en la lucha por la libertad y la unidad del país.