
La organización Formación de Dirigentes Sindicales (Fordisi) de Venezuela denunció este domingo que las maestras del país enfrentan un sistema que las “amedrenta” y “amenaza” en el ejercicio de su labor.
“Las educadoras siguen siendo víctimas de un sistema que amedrenta, amenaza, suspende salarios de manera arbitraria y acosa sistemáticamente a su personal”, señaló Fordisi en un comunicado publicado en X.
La organización afirmó que las maestras venezolanas representan un “símbolo de resiliencia y valentía”, pues, pese a no contar con salarios dignos para sostenerse ni mantener a sus familias, y a ser perseguidas y acosadas, continúan con su labor en un contexto marcado por el hambre, la miseria y la pobreza.

Asimismo, Fordisi expresó preocupación por la situación de algunas docentes privadas de libertad, a quienes, según la organización, se les han vulnerado sus derechos, incluido el debido proceso. “Hoy exigimos su justa libertad plena”, añadió.
Sostuvo que estas maestras detenidas, entre las que mencionó a Dignora Hernández y Carmen Salazar, enfrentan “condiciones difíciles, restricciones en su comunicación y limitaciones en su representación legal”.
En septiembre pasado, Fordisi afirmó que los docentes venezolanos están sumidos en un “letargo desesperanzador” por las -dijo- “pésimas condiciones de trabajo” que incluyen, bajos salarios.
Explicó entonces, en un boletín, que los maestros en el país reciben un salario “que no supera los 15 dólares” mensuales.

El régimen de Nicolás Maduro -que apunta a las sanciones como el factor que impide el incremento salarial- paga a los empleados públicos, además de su sueldo, el llamado ‘bono de guerra económica’, de 90 dólares, que sumado al de alimentación, de 40 dólares -ambos sin incidencia en beneficios laborales- y al salario mínimo alcanza los 132 dólares, pagados en bolívares a la tasa de cambio oficial.
La inflación repuntó en febrero en Venezuela y se situó en el 12,8 % intermensual, 4,9 puntos más que en enero, lo que elevó la variación interanual hasta el 117 %, según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), un ente independiente integrado por expertos al margen del Banco Central (BCV).
En los dos primeros meses del año, los precios acumulan una subida del 20,3 %.
“Los datos de inflación se corresponden con un aumento del precio promedio del dólar (estadounidense) del 15 % respecto al mes anterior”, explica el OVF.
Según la entidad, los sectores que registraron los mayores incrementos fueron esparcimiento (21,2 %), equipamiento del hogar (17,8 %), restaurantes y hoteles (17,9 %), vestido y calzado (17,1 %), así como alimentos (13,3 %).
“Venezuela ha entrado nuevamente en una dinámica de alta inflación asociada a la caída de los saldos monetarios reales potenciada por un cuadro macroeconómico desfavorable y con un BCV incapaz de contener la depreciación de la moneda”, advierte el OVF.

La moneda venezolana, el bolívar, continuó su caída frente al dólar en febrero, mes en el que perdió un 9,2 % de su valor en el mercado oficial de divisas, según las propias cifras oficiales.
El BCV indicó la semana pasada que el precio oficial del dólar llegó en la última jornada de febrero a un promedio de 64,48 bolívares, un aumento del 10 % en comparación con la primera cotización del mes, de 58,54 bolívares.
En lo que va de 2025, la moneda venezolana se ha devaluado un 18,4 % en el mercado oficial frente al dólar, divisa usada ampliamente en el país caribeño para cotizar bienes y algunos servicios y hacer pagos en comercios y otros establecimientos
(Con información de EFE)