
El Gobierno de Estados Unidos anunció este martes que puso fin a la licencia que permitía a la petrolera estadounidense Chevron operar en Venezuela y le comunicó que tiene un mes, hasta el 3 de abril, para terminar sus operaciones en el país suramericano.
Chevron solo tendrá 30 días, en lugar del habitual periodo de seis meses que suele otorgarse en estos casos, para cesar sus operaciones en Venezuela, según una actualización de la licencia que Estados Unidos concedió a la empresa en 2022 y que fue publicada este martes por el Departamento del Tesoro.
La medida supondrá una reducción en la oferta de dólares en el mercado cambiario y, a su vez, un recorte en los ingresos clave del régimen, con lo que el Gobierno de Donald Trump aspira a debilitarlo, dado que la compañía es la única gran petrolera estadounidense que opera en la nación caribeña.

Desde el Palacio de Miraflores rechazaron el anuncio y acusaron al Gobierno de Estados Unidos de haber cedido ante el “lobby del extremismo venezolano”.
“El nuevo Gobierno de los Estados Unidos ha sucumbido a la presión de sectores opositores fracasados y derrotados de Venezuela al sancionar definitivamente a la empresa estadounidense Chevron”, que “tiene más de cien años operando campos petroleros en Venezuela (pero) hoy, gracias al lobby del extremismo venezolano, ha sido apartada de sus operaciones en el país”, apuntó la vicepresidente del régimen, Delcy Rodríguez.
“Ni en el pasado ni ahora los mismos opositores fracasados y derrotados podrán hacerle daño a nuestro país. Una gran conciencia y unión nacional seguirá marcando el camino de la recuperación económica con justicia social”, sumó Rodríguez, que aseguró que la medida solo perjudicará a Estados Unidos, mientras que Caracas activará su “plan Independencia Productiva Absoluta” para que el país “siga con su recuperación estable y diversificada”.

A finales de febrero, Donald Trump ya había anunciado que pondría fin a las licencias para la exportación de petróleo de Venezuela, criticando al régimen de Nicolás Maduro por no haber llevado a cabo las deportaciones de migrantes indocumentados en Estados Unidos, al “ritmo rápido” que Washington esperaba, y cargando también contra su antecesor, por dar lugar a esta actitud con la concesión.
“Estamos revirtiendo las concesiones que el corrupto Joe Biden le dio a Nicolás Maduro, de Venezuela, sobre el acuerdo de transacción petrolera, con fecha de noviembre de 2022, y que también tienen que ver con las condiciones electorales dentro de Venezuela que no han sido cumplidas por el régimen de Maduro”, dijo entonces el mandatario republicano.
Estados Unidos puso fin a sus importaciones de petróleo de Venezuela en 2019, durante la presidencia de Trump, en línea con una serie de sanciones sobre el rubro. Sin embargo, estas transacciones se reanudaron a finales de 2022, luego de que el entonces mandatario, Biden, restableciera el permiso para exportar el petróleo del país durante unas negociaciones con el régimen por garantías electorales.

Sin embargo, las condiciones establecidas en las conversaciones no fueron cumplidas, Maduro celebró comicios fraudulentos en los que se proclamó ganador sin evidencia alguna de ello y, desde el poder, el chavismo siguió beneficiándose de los ingresos de la actividad, que conforma la columna vertebral de su economía.
Es por ello que, en el último tiempo, muchos republicanos comenzaron a aumentar su presión para cesar este beneficio económico al régimen.
En asociación con la estatal PDVSA, Chevron alcanzó en 2024 una producción de más de 200.000 barriles diarios en Venezuela, según datos provistos por el Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos.
(Con información de AFP, EFE y Reuters)