
La panadería mundial ofrece un abanico de sabores, texturas y tradiciones que unen culturas y atraviesan fronteras. Desde panes planos aromatizados con ajo hasta bollos de queso con raíces en la historia de la esclavitud, la selección de los mejores panes del mundo revela una diversidad sorprendente.
Cada uno de estos panes internacionales, originario de distintas regiones y con ingredientes característicos, representa mucho más que un alimento.
A continuación, un recorrido por los diez panes más destacados del planeta, donde se entrelazan recetas ancestrales, técnicas únicas y costumbres que perduraron a lo largo del tiempo.
1. Butter garlic naan (India)
El butter garlic naan es una de las variantes más populares del naan indio. Este pan plano se elabora con harina de trigo refinada (maida), polvo de hornear, sal, azúcar y yogur (dahi). Tras hornearse en un tandoor, el naan adquiere un tono dorado y una textura esponjosa.

Al salir del horno, se unta con mantequilla o ghee y se cubre con ajo picado, lo que le aporta un aroma inconfundible. Suele acompañar platos emblemáticos de la cocina india, como curris, butter chicken, dal makhani, malai kofta o shahi paneer, y es apreciado por su capacidad de realzar los sabores de estos guisos.
2. Amritsari kulcha (India)
Originario de la ciudad de Amritsar, el Amritsari kulcha es un pan plano relleno que destaca por su corteza fina y crujiente. Su masa, a base de harina maida, yogur y ghee, se rellena con una mezcla de patatas, cebolla, queso cottage y especias como cilantro, comino, jengibre y chile rojo en polvo. Tras hornearse en un tandoor, se unta con ghee y se espolvorea con semillas de cilantro y chaat masala.
Este pan es un alimento básico en Amritsar, donde su consumo está tan arraigado que, según los habitantes, el kulcha es simplemente algo que siempre comieron, una variación de los numerosos panes planos por los que el país es conocido.

3. Roti canai (Malasia y Sudeste Asiático)
El roti canai es un pan plano tradicional de origen indio, pero asociado principalmente con Malasia y otros países del sudeste asiático como Indonesia, Brunei y Tailandia. Su masa, compuesta de harina de trigo, agua, huevos y grasa (generalmente ghee), se pliega repetidas veces para lograr una textura hojaldrada, con un interior suave y una superficie crujiente.
Se cree que la receta llegó a Malasia con los trabajadores indios migrantes, quienes adaptaron la preparación a los ingredientes locales. El roti canai suele servirse como acompañamiento de curris o como base para platos más elaborados.
4. Pan de bono (Colombia)

El pan de bono es un panecillo tradicional colombiano elaborado con almidón de yuca, harina o sémola de maíz, queso fresco, huevos y azúcar.
Se moldea en forma de pequeños bagels o bolas, ligeramente más grandes que una pelota de golf. A diferencia de otros panes de queso sudamericanos, el pan de bono incorpora harina de maíz y un toque dulce gracias al azúcar.
Se consume habitualmente caliente, acompañado de una taza de chocolate. Existen diversas teorías sobre el origen de su nombre: algunos lo atribuyen a un panadero italiano en Cali que exclamaba “pane del buono”, mientras que otros lo relacionan con la Hacienda El Bono, donde se habría creado por primera vez.
5. Parotta (India)
La parotta es un pan plano típico del sur de la India, muy popular como comida callejera y también presente en Malasia y Sri Lanka. Se diferencia de otros panes indios como el paratha por el uso de harina maida en lugar de harina de trigo integral.
La masa, que puede incluir huevo, se amasa con aceite o ghee y se estira en capas antes de freírla en sartén, lo que le confiere una textura laminada y suave. La parotta suele servirse con curris de verduras o carne, y también se utiliza en platos como el kothu parotta, donde se mezcla con carne, huevo y salsa picante.

6. Pão alentejano (Portugal)
El pão alentejano es un pan tradicional de la región portuguesa de Alentejo. Se caracteriza por su forma redonda, corteza gruesa y rústica, y una miga suave y aireada. Se elabora con una mezcla de harinas de trigo y, en ocasiones, masa madre, lo que le aporta un sabor ligeramente ácido.
Este pan acompaña a la perfección los platos típicos de la región, especialmente cuando se sirve con quesos, aceitunas o embutidos locales. Su textura y sabor lo convirtieron en un elemento esencial de la mesa portuguesa.
7. Naan (India)

El naan es uno de los panes más emblemáticos de la India, conocido por su textura masticable y su forma de lágrima. Sus orígenes se remontan al siglo XIV, según las notas del poeta indo-persa Amir Kushrau. El término “naan” proviene del persa y significa simplemente “pan”.
Tradicionalmente, se preparaba en la corte imperial de Delhi en dos versiones: naan-e-tunuk (pan ligero) y naan-e-tanuri (cocido en las paredes de un horno tandoor). La receta básica incluye harina blanca, levadura, huevos, leche, sal y azúcar.
El método de cocción en tandoor le otorga su característica forma y sabor ahumado. Existen numerosas variantes regionales, como el butter garlic naan, el naan de paneer o el naan de cordero.
8. Piadina Romagnola (Italia)

La piadina Romagnola es un pan plano italiano originario de Emilia-Romaña, con reconocimiento de Indicación Geográfica Protegida. Su masa, compuesta de harina, manteca de cerdo, sal y polvo de hornear, se cocina en planchas de hierro fundido.
Aunque hoy se disfruta principalmente como sándwich, relleno de prosciutto, quesos cremosos como el squacquerone, tomate y rúcula, la piadina nació como un alimento humilde, elaborado con harina de maíz y conocido en dialecto local como “la pjida ad furmantoun”.
El poeta Giovanni Pascoli la describió como “el pan de la pobreza, la humanidad y la libertad”. Actualmente, la piadina se encuentra en numerosos quioscos callejeros y admite una gran variedad de rellenos.
9. Pão de queijo (Brasil)

El pão de queijo, o pan de queso, es un símbolo de la gastronomía de Minas Gerais, Brasil. Su origen se remonta a las invenciones culinarias de los esclavos africanos, quienes utilizaban el almidón de yuca para preparar pequeñas bolas horneadas.
Inicialmente, no contenían queso, pero tras la abolición de la esclavitud y el acceso a nuevos ingredientes, se incorporaron leche y queso fresco, dando lugar al pão de queijo actual. Su textura elástica y su sabor suave lo convirtieron en un favorito nacional, consumido tanto en desayunos como en meriendas.
10. Bolo do caco (Madeira, Portugal)
El bolo do caco es un pan rústico típico de la isla de Madeira. Se elabora con harina de trigo, puré de batata, agua y sal, y se cuece tradicionalmente sobre losas de basalto. Su forma es plana y redonda, aunque puede variar en tamaño.

Es el pan más común de Madeira y suele servirse caliente, untado con mantequilla de ajo, como aperitivo o acompañamiento de platos locales. También se utiliza como base para sándwiches, lo que resalta su versatilidad en la cocina regional.
Probar uno de estos panes artesanales recién hechos y aún tibios permite apreciar la riqueza de sus ingredientes y la maestría de las tradiciones que los mantienen vigentes generación tras generación.
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