Las mejores fotos de la tercera jornada de Lollapalooza Argentina 2025: un cierre inolvidable para una década de música

La décima edición de Lollapalooza Argentina 2025 llega a su día final en el Hipódromo de San Isidro con una dosis de música que reúne a miles de fanáticos en una celebración única.

Este domingo, los escenarios brillan con artistas consagrados, sonidos emergentes y promesas que deslumbran al público en una jornada de cierre que quedará en la memoria de los amantes de la música.

Tras dos días colmados de diversidad artística, el tercer día del festival confirmó que Lollapalooza no es solo un evento musical, sino una experiencia completa para todas las edades.

Desde los primeros artistas en tomar los escenarios al mediodía, hasta los grandes nombres que cerrarán el día, la propuesta es tan rica y ambiciosa como la historia que construyó el festival a lo largo de sus diez años en Argentina.

Las expectativas eran altas, y no era para menos. Con un line-up que combinaba figuras internacionales de renombre, artistas consagrados de la escena local y nuevas voces que pisan fuerte, los asistentes vivieron una fiesta que abarcó géneros como el pop, el rock, la electrónica y la música urbana.

Cada escenario se transformó en un espacio para la euforia, el disfrute y, por momentos, la nostalgia, en un encuentro que cautivó tanto a las generaciones más jóvenes como a quienes acompañan al festival desde sus inicios.

El Lollapalooza 2025 no solo celebró su décimo aniversario con una impecable organización y una grilla de lujo, sino que también reafirmó su lugar como uno de los eventos culturales más importantes del continente. A continuación, un recorrido por los momentos más destacados de este último día.

La estrella estadounidense Olivia Rodrigo cautivó al público argentino en su primera visita al país. Desde el momento en que subió al escenario Flow pasadas las 22:00, quedó claro por qué es una de las artistas más influyentes de su generación.

Con un show que combinó emoción, energía y conexión genuina con el público, la cantante ofreció una presentación que repasó los hits de sus aclamados álbumes SOUR y GUTS.

Mientras las pantallas mostraban imágenes que acentuaban el tono nostálgico de su música, Olivia demostró su capacidad para transformar experiencias personales en himnos colectivos, reafirmando su estatus como una voz generacional.

Además, la cantante aprovechó su paso por el festival para expresar su agradecimiento a los fans argentinos que la acompañaron desde sus inicios.

“Es increíble estar aquí con ustedes. Todo esto se siente como un sueño”, dijo emocionada frente a una multitud que respondió con un fervor inusitado.

La nostalgia se apoderó del escenario Samsung cuando Tan Biónica se presentó puntualmente a las 20:45. Chano y compañía regresaron al festival con “La última noche mágica”, gira que ha llevado a la banda a reconectar con el público que los convirtió en un fenómeno de la música nacional.

Desde el comienzo, la banda demostró que su impacto sigue más vigente que nunca. Las letras, que marcaron a toda una generación, acompañaron a una multitud que no dejó de cantar ni un solo estribillo.

La puesta en escena fue íntima y explosiva a la vez, equilibrando momentos de cercanía con despliegues de energía masiva. Además de sus clásicos, la banda presentó un adelanto de su próximo material, demostrando que su regreso no es solo una celebración, sino un nuevo comienzo. Tocando todos sus clásicos, la banda porteña cerró su show con fuegos artificiales iluminando el cielo de San Isidro.

El cierre del domingo en Lollapalooza Argentina 2025 tuvo como protagonistas a Rüfüs Du Sol, que convirtieron el Samsung Stage en un espacio dominado por la luz y la electrónica.

A medianoche, los primeros compases de “Lately” dieron paso a un show que rompió con la calma del predio e instaló una atmósfera inmersiva. Conformado por Tyrone Lindqvist, Jon George y James Hunt, el trío australiano desplegó un repertorio de bases intensas y armonías etéreas, acompañado por efectos visuales que atravesaban el cielo de San Isidro.

En una de las presentaciones más esperadas de la jornada, Nathy Peluso subió al escenario cuando comenzaba a caer la tarde y desató una verdadera explosión de energía.

Con su potente voz, coreografías magnéticas y una puesta visual deslumbrante, la artista argentina conquistó al público con un repertorio que incluyó varios de sus éxitos.

Desde el primer momento, Nathy mostró su dominio de la escena, marcando su lugar como una de las figuras clave de la música urbana contemporánea.

A lo largo del show, Peluso agradeció a sus seguidores por la conexión que tiene con el público argentino, mientras sus transiciones y un repertorio que jugó con momentos llenos de sensualidad y temas más introspectivos, brindaron a los espectadores una versatilidad que dominó el escenario de expresividad y dinamismo.

Por su parte, Benson Boone ofreció uno de los shows más emocionantes de la tarde. El joven cantautor debutó en Argentina con un set cargado de sensibilidad y energía juvenil, con el cual logró conectar tanto con su base de fans como con aquellos que descubrían su música por primera vez.

Sus canciones hicieron vibrar al público, que no dejó de corear cada tema en una propuesta musical, definida por un pop melódico con letras sinceras, que consiguió capturar un ambiente íntimo en medio de la magnitud del festival.

Entre sus interpretaciones más destacadas también se evidenció una evolución musical hacia un sonido más maduro y cercano al pop-rock, siendo que en distintos momentos Boone interactuó con el público.

El carisma de Benson Boone y su conexión genuina con el público terminaron de consolidarlo como una de las promesas más destacadas, más allá de su juventud, que lo posicionó como una de las revelaciones de este Lollapalooza, dejando expectantes a sus nuevos fanáticos para su regreso al país.

A las 19:45, Rawayana dijo presente. La banda venezolana que, fiel a su estilo, ofreció un show lleno de energía, frescura y ritmos tropicales, mezcló influencias de reggae, funk y pop, logrando que el público bailara y se conectara con su propuesta relajada pero vibrante.

El setlist fue un recorrido por los mayores éxitos de la banda, que generaron grandes momentos de interacción entre los músicos y sus fanáticos. La espontaneidad y carisma de los integrantes se tradujeron en un show lleno de buena energía que arrancó sonrisas y, sobre todo, movimiento de principio a fin.

La puesta en escena se destacó por ser colorida y dinámica, en sintonía con las vibraciones positivas que transmiten sus canciones. Rawayana logró convertir el escenario en una fiesta tropical.

Estratosfera fue el encargado de inaugurar el escenario a las 12:45, llevando su propuesta de música electrónica con un enfoque experimental que cautivó a los primeros en llegar al Hipódromo de San Isidro.

Su set, cargado de beats envolventes y sonidos atmosféricos, creó un paisaje sonoro que sumergió a los asistentes en un viaje único mientras el día comenzaba a tomar forma.

Este dúo dejó en claro su capacidad para crear momentos introspectivos y llenos de energía, marcando un inicio prometedor para la jornada.

A la misma hora, aunque en otro de los escenarios, Lichi abrió con su estilo íntimo y emocional.

Con una guitarra como su principal compañera y letras que hablan de experiencias cotidianas, el joven artista conectó rápidamente con quienes buscaban propuestas frescas y auténticas.

Su presentación, cargada de sensibilidad, fue un perfecto inicio para quienes llegaron temprano al festival y logró destacar entre el dinamismo característico del evento.

A las 14:15, Lara Project tomó el escenario para continuar la jornada con una presentación que combinó sonidos electrónicos y acústicos.

Su set melódico y envolvente fue una experiencia para los sentidos, alternando entre ritmos optimistas y momentos introspectivos. Diversos temas se destacaron, pero en cada uno la fuerte impresión en los espectadores los llevó a un disfrute con una innovadora propuesta.

Más tarde, fue el turno de Chita, quien aportó toda la elegancia de su R&B y pop contemporáneo, lo que consolidó su capacidad para liderar momentos cargados de emoción y conexión con el público.

Su potente voz y una presencia escénica magnética dejaron claro por qué es una referente en la escena local.

Chita agradeció al público y desde el campo, la gente le retribuyó con una ovación.

A las 17:45, Girl in Red se hizo presente y sumergió al público en una experiencia cargada de melancolía y sensibilidad. La noruega, conocida por su capacidad de conectar con las emociones, se presentó y desplegó una lista de temas.

Su voz introspectiva y la energía contenida de su actuación generaron un ambiente íntimo a pesar de la magnitud del festival.

Girl in Red agradeció varias veces al público argentino, destacando lo especial que fue para ella actuar frente a una audiencia tan efusiva. Desde el público, la respuesta fueron aplausos ensordecedores.

Luego fue el turno de Francisco Victoria, quien brindó un show cargado de frescura y sensibilidad. El cantautor chileno ofreció un set que le permitieron conectar rápidamente con el público que comenzaba a poblar el predio.

La propuesta de Francisco, que combina el pop melódico con letras introspectivas, generó un ambiente cálido y envolvente, marcando un comienzo ideal para los que llegaban temprano.

Agradeciendo la oportunidad de presentarse en un evento de la magnitud del Lollapalooza, el músico dejó en claro su potencial para seguir creciendo en escenarios internacionales.

*Fotos: Jaime Olivos, Gustavo Gavotti y Prensa Lollapalooza