La simple pero poderosa frase que las personas emocionalmente inteligentes utilizan para motivarse

El actor, Steve Martin, descubrió que el talento no es suficiente y compartió un consejo que puede transformar la manera en que se trabaja y alcanza el reconocimiento

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La inteligencia emocional aplicada al
La inteligencia emocional aplicada al trabajo amplía horizontes y redefine el camino al éxito (Imagen Ilustrativa Infobae)

Steve Martin, uno de los humoristas más influyentes de su generación entendió desde joven que en la comedia y el espectáculo, el talento no siempre garantiza el éxito. En lugar de obsesionarse con la fama o la autopromoción, dedicó años a perfeccionar su arte. Su consejo para quienes le preguntan cómo “lograrlo” es sencillo, pero poderoso: “Sé tan bueno que no puedan ignorarte.”

Justin Bariso, conferencista y consultor que ayuda a organizaciones y particulares a desarrollar su inteligencia emocional, afirma en su columna en Inc. que la simple pero poderosa frase de Martin es una lección que, lejos de aplicarse solo al mundo del entretenimiento, se ha convertido en un principio clave para quienes buscan destacar en cualquier ámbito profesional.

Su dedicación lo llevó a conseguir varias apariciones en televisión que, con el tiempo, lo convirtieron en una figura reconocida a nivel mundial. A los 30 años, ya era uno de los comediantes más famosos, demostrando que el trabajo constante es el verdadero camino al éxito.

Según Bariso, experto en inteligencia emocional, la frase de Martin encierra un principio fundamental: el verdadero camino al éxito no se encuentra en la publicidad, sino en la calidad del trabajo.

Actualmente, muchas empresas y profesionales invierten enormes esfuerzos en estrategias de marketing, branding o publicidad emocional para captar la atención del público. Sin embargo, si el producto o servicio no es excepcional, tarde o temprano los clientes lo notan y la estrategia pierde efectividad. En cambio, cuando la prioridad es la mejora continua, el crecimiento y el perfeccionamiento del oficio, el reconocimiento llega por sí solo.

La frase clave de Steve
La frase clave de Steve Martin que trasciende generaciones y profesiones inspira a buscar la excelencia (Reuters)

La clave, según Bariso, es aplicar la inteligencia emocional al trabajo: en lugar de enfocarse en la reacción del público, es más productivo invertir tiempo en dominar la disciplina y construir algo realmente valioso.

Un ejemplo personal: la entrevista que cambió su perspectiva

Bariso cuenta en Inc. una experiencia que le permitió comprender aún más esta filosofía. Fue invitado por Dan Dowman, fundador de la empresa de branding y medios Anthem, a participar en su podcast. Sin embargo, por descuido, olvidó la entrevista y no tuvo tiempo de prepararse.

Durante la grabación, se sintió nervioso y poco articulado. Convencido de que había sido una de sus peores intervenciones, intentó olvidarse del episodio. Pero semanas después, cuando Dowman le envió el enlace de la entrevista ya editada, descubrió algo sorprendente: el resultado era excelente.

No se debía a su propio desempeño, sino al talento de Dowman como entrevistador. Su habilidad para formular preguntas, escuchar con atención y generar una conversación fluida hizo que la entrevista pareciera mucho mejor de lo que Bariso recordaba.

Las empresas priorizan la calidad
Las empresas priorizan la calidad sobre marketing para consolidarse en mercados competitivos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Inspirado por esta experiencia, decidió aplicar el principio de Martin. Reconociendo la calidad del trabajo de Dowman, le envió un email de agradecimiento y escribió un testimonio elogiando su labor, compartió la entrevista en su boletín y coordinó una nueva colaboración con él.

Esta historia ilustra el impacto de centrarse en la excelencia en lugar de la promoción. Cuando el trabajo es excepcional, no es necesario buscar validación: las personas lo notan y, lo más importante, lo recomiendan.

Las empresas que logran consolidarse no son necesariamente las que invierten más en publicidad, sino aquellas que construyen productos, servicios y experiencias de alta calidad. Un profesional que domina su disciplina, que se esfuerza por mejorar constantemente y que entrega siempre su mejor versión no necesita perseguir oportunidades: las oportunidades llegan a él.

Como concluyó Martin: “Si alguien se pregunta cómo volverse realmente bueno en algo, la gente vendrá a él.”

Una lección sencilla, pero poderosa: cuando la calidad es indiscutible, la atención es inevitable.