Un estudio reveló cómo la ilusión de la memoria puede alterar la percepción del tiempo

Científicos comprobaron que cuanto más se repite una experiencia, más antigua parece, incluso cuando ocurrió recientemente

Guardar
Investigadores de EE.UU. identifican el
Investigadores de EE.UU. identifican el "efecto de repetición temporal" en la memoria (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Un nuevo estudio revela que la repetición de una experiencia puede alterar la memoria temporal, haciendo que los recuerdos parezcan más antiguos de lo que realmente son.

Investigadores de la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Carolina del Norte identificaron este fenómeno, al que llamaron “efecto de repetición temporal”, lo que desafía las teorías tradicionales sobre cómo organizamos los eventos en nuestra memoria.

La memoria no tiene una “fecha y hora” precisas, sino que depende de múltiples factores para ubicarse en el tiempo. Estudios previos sugerían que los recuerdos más intensos y vívidos suelen percibirse como más recientes, ya que la memoria tiende a desvanecerse con el tiempo, según información de la revista sobre ciencia New Scientist.

El efecto de repetición desafía
El efecto de repetición desafía teorías tradicionales sobre la memoria (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Sin embargo, el nuevo hallazgo contradice esta idea: cuanto más veces se experimenta un evento, más lejos en el pasado parece haber ocurrido.

Un efecto medido en el laboratorio

Para demostrar este fenómeno, los investigadores llevaron a cabo seis experimentos en los que expusieron a los participantes a diferentes secuencias de imágenes.

Algunas imágenes se mostraban solo una vez, mientras que otras aparecían repetidas hasta cinco veces. Luego, se pidió a los participantes que indicaran en qué momento creían haber visto cada imagen por primera vez.

Los resultados fueron contundentes: las imágenes repetidas se recordaban como si hubieran aparecido mucho antes en el tiempo, en comparación con las que solo se vieron una vez.

Además, el efecto aumentaba con la cantidad de repeticiones; cuanto más veces se veía una imagen, más antigua parecía en la memoria de los participantes.

En algunos casos, la distorsión alcanzó hasta un 25% del tiempo total del experimento, lo que sugiere que este sesgo en la percepción del tiempo no es menor.

Un desafío a las teorías de la memoria

Estos hallazgos entran en conflicto con la visión tradicional de que la memoria sigue una lógica de “fortaleza temporal”, donde los recuerdos más fuertes se sienten más recientes.

Alexander Easton, de la Universidad de Durham, afirmó que este descubrimiento desafía las teorías actuales sobre la memoria, ya que indica la existencia de mecanismos adicionales que aún no se comprendieron por completo, según New Scientist.

El estudio cuestiona la fiabilidad
El estudio cuestiona la fiabilidad de cómo organizamos el pasado (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Otros investigadores propusieron explicaciones alternativas. Martin Wiener, de la Universidad George Mason, sugirió a la misma revista que el cerebro podría estar tratando la repetición como una señal de “magnitud temporal”, similar a cómo los objetos grandes se recuerdan mejor que los pequeños.

El estudio también desmintió la idea de que el efecto de repetición es solo una estrategia mental consciente.

En encuestas realizadas después de los experimentos, los participantes no pudieron identificar una regla que explicara su percepción del tiempo, lo que sugiere que se trata de un fenómeno automático e involuntario.

“El hecho de que nuestro efecto difiera de la literatura previa quizás sugiere que hay diferentes mecanismos en juego para recordar cuándo ocurrió algo por primera vez versus recordar cuándo ocurrió algo más recientemente”, afirmó Brynn Sherman, de la Universidad de Pensilvania, a New Scientist.

Una memoria más frágil de lo que pensamos

El estudio también demostró que el efecto persiste incluso cuando el recuerdo se mide una semana después de la primera exposición.

Esta persistencia sugiere que el “efecto de repetición temporal” no es solo un sesgo momentáneo, sino una característica profunda de la memoria.

Si repetir una experiencia la hace parecer más lejana en el tiempo, esto plantea preguntas fundamentales sobre la fiabilidad de nuestros recuerdos ¿Hasta qué punto se puede confiar en la forma en que la mente organiza el pasado? La respuesta podría transformar la comprensión de la memoria y su relación con la percepción del tiempo.