El impacto de los compañeros molestos en la productividad laboral y cómo abordarlo

Estudios recientes han investigado cómo estos comportamientos son más comunes de lo se piensa y cómo influyen de manera directa en la dinámica organizacional

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Los comportamientos molestos de los compañeros son una fuente común de estrés que afecta la productividad en el lugar de trabajo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las relaciones interpersonales en el lugar de trabajo son un componente crucial en el desarrollo y el rendimiento de las organizaciones. Sin embargo, los comportamientos molestos de los compañeros pueden generar un ambiente de trabajo tóxico, afectando tanto la productividad individual como el bienestar colectivo.

Un estudio global realizado por la empresa Kickresume, especializada en la creación de currículos, reveló que un 85% de los empleados han experimentado en algún momento la frustración de tratar con un compañero molesto.

Este estudio, aunque no científico, refleja una realidad común: la mayoría de los trabajadores se enfrentan a actitudes que afectan su desempeño y estado de ánimo. La principal fuente de irritación, según el informe, es el robo de méritos, es decir, cuando un compañero se adueña del trabajo o las ideas de otro.

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El robo de méritos entre colegas puede generar desconfianza y desmotivar al equipo, afectando la colaboración (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este tipo de comportamiento no solo genera desconfianza, sino que también perjudica la motivación y el ambiente colaborativo.

La psicología detrás de estos comportamientos sugiere que, en muchos casos, el robo de méritos no es necesariamente intencional.

Un fenómeno conocido como “crptomnesia”, ampliamente documentado por los psicólogos, describe cómo las personas, sin darse cuenta, pueden apropiarse de ideas ajenas.

Un estudio revela que más
Un estudio revela que más del 60% de los empleados pierden productividad al evitar a compañeros irritantes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Investigaciones en este campo han demostrado que, cuando se les pide a las personas que recuerden ideas previas y luego generen nuevas, a menudo incorporan algunas que ya habían escuchado, creyendo erróneamente que son originales.

Este tipo de plagio accidental, aunque no malintencionado, puede ser igual de perjudicial para el clima de trabajo, ya que fomenta la competencia desleal y la desconfianza.

El impacto de estos comportamientos en las organizaciones es significativo. Según un estudio realizado en la Universidad de Harvard, los empleados tóxicos pueden tener efectos devastadores no solo sobre sus propios resultados, sino también sobre la moral de sus compañeros y el rendimiento colectivo.

Los empleados tóxicos no solo
Los empleados tóxicos no solo afectan su desempeño, sino que contagian negativamente a sus compañeros de trabajo (Imagen ilustrativa Infobae)

Este estudio muestra que la presencia de trabajadores con actitudes disruptivas puede generar un efecto de contagio negativo, extendiéndose a otros miembros del equipo.

Se estima que el costo de mantener a un trabajador tóxico en la empresa es mayor que contratar a un empleado altamente productivo, debido a la rotación de personal, la disminución de la moral y los costos asociados con los conflictos laborales.

Por otro lado, el estudio de Harvard también aborda cómo el entorno de trabajo influye en la aparición de estos comportamientos.

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La falta de resolución de conflictos en las empresas contribuye a la acumulación de resentimientos y estrés laboral (Imagen Ilustrativa Infobae)

En muchas ocasiones, las características personales de los empleados, como la sobreconfianza o la falta de empatía, se combinan con un entorno organizacional que no fomenta la cooperación.

Por ejemplo, los empleados que son percibidos como excesivamente egocéntricos o que muestran una falta de consideración por sus colegas son más propensos a comportamientos que dañan el ambiente de trabajo.

El empleado egocéntrico, que se
El empleado egocéntrico, que se adueña de las ideas ajenas, crea un ambiente de competencia dañina y desconfianza (iStock)

En este contexto, los estudios sobre los “pet peeves” o molestias más comunes en el lugar de trabajo también ofrecen una visión interesante.

Según un artículo de Forbes, los comportamientos irritantes más comunes incluyen el constante chisme, la queja sin fundamento y la invasión del espacio personal.

Estos comportamientos, aunque no siempre son dañinos de forma directa, crean un ambiente pesado que afecta la productividad y el bienestar general de los empleados.

La encuesta de Forbes también encontró que más del 60% de los trabajadores informaron una disminución en su rendimiento debido a la necesidad de evitar a compañeros molestos, lo que resalta el impacto tangible que estas actitudes pueden tener sobre la eficacia organizacional.

El estrés causado por compañeros
El estrés causado por compañeros molestos no solo disminuye el bienestar, sino que también interrumpe el flujo de trabajo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, según Forbes, las quejas constantes o la falta de respeto por el tiempo libre de los demás, como enviar correos electrónicos fuera del horario laboral, son percibidas como signos de falta de profesionalismo, lo que refuerza el malestar general en el equipo.

El fenómeno de los compañeros molestos no solo se limita a comportamientos individuales; también puede estar vinculado a una cultura organizacional que no promueve la resolución de conflictos de manera efectiva.

El estudio de Kickresume muestra que, en ocasiones, los empleados no abordan de manera directa los comportamientos irritantes de sus compañeros, sino que recurren a estrategias de evitación, lo que contribuye a la acumulación de resentimientos y estrés.

La evasión de compañeros irritantes,
La evasión de compañeros irritantes, en lugar de una confrontación directa, perpetúa un ciclo de desarmonía en el equipo (Imagen Ilustrativa Infobae)