Cómo eliminar el hielo del freezer, paso a paso

La acumulación de hielo en heladeras no frost y congeladores sigue siendo un problema recurrente en muchos hogares, a pesar de los avances tecnológicos que buscan evitarlo. Este fenómeno, que puede afectar tanto el rendimiento del electrodoméstico como el espacio disponible para almacenar alimentos, tiene diversas causas que van desde el uso cotidiano hasta fallos técnicos.

Según detalló el medio francés Linternaute, aunque los sistemas no frost están diseñados para evitar la formación de hielo mediante la circulación uniforme de aire frío, ciertos factores pueden provocar la aparición de capas de hielo en las paredes internas.

Entre las principales razones que explican este problema, Linternaute destacó tres: la apertura frecuente de la puerta, las fugas en el sellado de la misma y problemas en el sistema de drenaje.

Cada vez que se abre la puerta de la heladera, el aire caliente y húmedo del exterior entra en contacto con las superficies frías del interior, lo que genera condensación y, eventualmente, hielo. Por otro lado, un sellado defectuoso permite la infiltración constante de aire húmedo, mientras que un sistema de drenaje obstruido impide la eliminación adecuada de la humedad generada durante los ciclos de descongelación.

En el caso de los congeladores, la acumulación de hielo es aún más común debido a su función principal de mantener los alimentos congelados. Linternaute explicó que, incluso en modelos con tecnología no frost, factores como puertas mal cerradas, alimentos con alto contenido de humedad y configuraciones de temperatura inadecuadas pueden contribuir al problema. Por ejemplo, si la puerta no se cierra correctamente, el aire húmedo del ambiente entra y se congela en el interior.

Asimismo, alimentos mal envueltos o parcialmente descongelados liberan humedad que se convierte en hielo, mientras que temperaturas demasiado bajas pueden generar una acumulación excesiva.

Prevenir la formación de hielo en freezers no frost es fundamental para garantizar su correcto funcionamiento y prolongar su vida útil. Existen medidas prácticas que los usuarios pueden implementar para evitar este inconveniente. Una de las principales recomendaciones es reducir la frecuencia y duración de las aperturas de la puerta, ya que esto minimiza la entrada de aire caliente y húmedo al interior del electrodoméstico. Además, es importante revisar periódicamente el estado del sellado de la puerta para asegurarse de que no haya fugas de aire.

Otra medida clave es envolver adecuadamente los alimentos antes de almacenarlos en el congelador. Esto no solo evita la liberación de humedad, sino que también protege los alimentos de quemaduras por congelación. En cuanto a la temperatura, Linternaute sugirió ajustarla según las necesidades de conservación de los alimentos y las condiciones ambientales, evitando configuraciones excesivamente bajas que puedan favorecer la acumulación de hielo.

El mantenimiento regular también juega un papel crucial en la prevención de este problema. Limpiar el sistema de drenaje para evitar obstrucciones y asegurarse de que el electrodoméstico esté nivelado son pasos esenciales para garantizar un rendimiento óptimo. Además, Linternaute destacó que un mantenimiento adecuado no solo previene la formación de hielo, sino que también mejora la eficiencia energética del aparato, reduciendo el consumo eléctrico.

Cuando el hielo ya se ha acumulado en el congelador, es necesario retirarlo de manera segura y eficiente para evitar daños al electrodoméstico. Según Linternaute, uno de los métodos más efectivos para descongelar un congelador implica el uso de papel aluminio y agua caliente. Este procedimiento consiste en cubrir las paredes del congelador con trozos grandes de papel aluminio, calentar agua en una olla hasta que hierva y colocarla dentro del congelador con la puerta cerrada. El calor generado por el agua, combinado con las propiedades conductoras del papel aluminio, facilita que el hielo se desprenda en pocos minutos.

Además de este método, Linternaute recomendó un enfoque más tradicional que incluye los siguientes pasos: desconectar el electrodoméstico de la corriente eléctrica para evitar riesgos, vaciar completamente el contenido del compartimento afectado y permitir que el hielo se derrita de forma natural. Para acelerar el proceso, se pueden utilizar recipientes con agua caliente o un secador de pelo. Una vez eliminado el hielo, es importante limpiar el interior con una solución de agua tibia y bicarbonato de sodio para eliminar residuos y malos olores, y secar completamente las superficies antes de volver a encender el aparato.