Día Mundial del Syrah: su origen e influencia en los valles vitivinícolas de la Argentina

Cada 16 de febrero se celebra una de las uvas más emblemáticas y apreciadas en el mundo del vino, cuyo cultivo se extiende por provincias como Mendoza y San Juan. Tres etiquetas que reflejan la calidad y diversidad de este varietal

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Syrah es considerada una de
Syrah es considerada una de las variedades más antiguas del mundo, con un origen vinculado al sureste de Francia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Todos los años, el 16 de febrero se celebra el Día Mundial del Syrah, una variedad que está presente en la mayoría de las provincias vitivinícolas de Argentina. Según el último informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), hay un total de 10.777 hectáreas cultivadas de Syrah en todo el país, lo cual representa el 5,3% del total.

Se trata, ni más ni menos, de una de las variedades más enigmáticas y misteriosas, ya que se cree que fue la protagonista del vino de la última cena de Cristo. Y si bien eso no se pudo comprobar, esta afirmación advierte que se trata de una de las uvas más antiguas.

No obstante, recién en 1999, con un análisis de ADN de la uva, se descubrió que la variedad proviene de la mezcla de dos tipos de uvas del sureste de Francia que nunca se han popularizado en el mundo del vino: Mondeuse Blanche y Dureza.

Es por ello que se cultiva principalmente en la región de Ródano, al sur de Francia. No por casualidad, de esa región surgen algunos de los Syrah más prestigiosos del mundo y de los más admirados por enólogos, coleccionistas y conocedores, que nacen en las apelaciones Hermitage, Côte Rôtie, Condrieu, Saint-Joseph, Cornas, Chateauneuf du Pape y Crozes Hermitage, entre otras.

Aunque pocos Syrah llegan al
Aunque pocos Syrah llegan al mercado, cada vez son más los vinos que destacan por su carácter y personalidad únicos (Bodega Del Fin Del Mundo)

Por su parte, los australianos la llaman Shiraz, y para ellos se trata de su uva emblemática, como para los argentinos lo es el Malbec. Es más, su fama internacional hace que se los reconozca como grandes vinos del mundo, más allá de los franceses del Ródano. Sin dudas, su aporte colaboró mucho a convertirla en una variedad tinta global, como lo son Cabernet Sauvignon, Pinot Noir y Merlot. Pero, la uva Syrah siempre está rodeada de cierto escepticismo, no por los consumidores más conocedores, sino por el público en general, por diversos motivos.

En principio, y más allá de la cuestión religiosa, la Syrah fue una de las variedades que se creían más enigmáticas, ya que hasta hace apenas dos décadas su origen se asignaba a diversas procedencias, basándose en gran medida en la etimología del nombre. Una de las versiones nació en el lejano Oriente por el sinónimo de Syrah o Shiraz, que coincidía con el nombre de una antigua ciudad persa.

Incluso, una famosa leyenda del año 4000 antes de Cristo cuenta que un ave surcando el cielo dejó caer unas semillas a los pies del rey y semi-Dios Djemchid. De esas semillas comenzaron a crecer unas plantas que dieron abundantes frutos (uvas). Sorprendido el monarca, las hizo guardar en un salón en el sótano de su palacio.

Estando allí adentro, las uvas comenzaron su fermentación natural, despidiendo el dióxido de carbono producido por la misma y llenando el depósito con su característico olor. Hasta ahí, naturaleza pura. Pero la esposa favorita del rey, muy celosa de otra mujer, buscando veneno para suicidarse, llegó hasta el lugar donde había fermentado ese oscuro jugo de las uvas. Y, pensando que era una poción, la bebió con la intención de quitarse la vida.

Aunque la cepa Syrah aporta
Aunque la cepa Syrah aporta diversidad, no ha logrado despegar a gran escala en Argentina, a pesar de su potencial (Bodega Del Fin Del Mundo)

Lejos de su idea original, momentos después fue hallada bailando y cantando alegremente, bajo los efectos de lo que había tomado. El rey, sorprendido, llamó a esa bebida con el nombre de Darou é Shah, que significa “el remedio del rey”. De la deformación de esa palabra deriva el nombre de Shiraz, Syrah, o Sirah. Y según los persas, allí nació el vino.

En la Argentina este varietal también se da muy bien, especialmente en los valles de Mendoza y San Juan, donde se encuentra la mayor parte de la superficie cultivada, y representa el 5,5% del total de vid del país. Pero la cantidad de hectáreas de Syrah a nivel nacional ha disminuido un 10% durante la última década.

Esto responde a que, si bien la cepa aporta diversidad, aún no ha encontrado su lugar, ni una masa crítica que le permita despegar, como por ejemplo lo ha hecho el Cabernet Franc que, con muchas menos hectáreas plantadas, está logrando un mayor impacto y esto le augura un gran desarrollo.

En cambio, el porvenir del Syrah local es incierto y depende de aquellos winemakers que logren vinos a base de Syrah con carácter de lugar, y que vayan más allá de solo “ser un varietal diferente”.

El enólogo Germán Buk lidera
El enólogo Germán Buk lidera la producción de Syrah en Argentina con varias líneas de vinos destacadas, adaptadas al clima de San Juan

El enólogo Germán Buk (Finca Las Moras), es el que más litros y tipos de Syrah elabora en el país. Para él, es una uva que se ha adaptado muy bien al clima de San Juan. Allí se la encuentra principalmente en tres departamentos: 25 de Mayo, Sarmiento y Caucete. Según el hacedor, “es una variedad muy sensible al clima, de taninos suaves y redondos, a causa del clima cálido, y en lugar de tener mucha acidez, ofrece mucha fruta negra”.

“De paladar equilibrado, por eso son atractivos y fáciles de beber. También son excelentes para blend, sobre todo con Malbec, Bonarda y Cabernet Sauvignon. Y en valles más fríos (con amplia amplitud térmica y temperaturas altas por debajo de los 28 grados), como el Valle de Pedernal, se obtienen notas herbales y los taninos se vuelven consistentes, y el vino se siente más fresco”, agregó.

Por su parte, en Neuquén solo existen 36 ha. de Syrah, de las cuales 14 corresponden a Bodega Del Fin Del Mundo. “En la Patagonia, el Syrah encuentra un lugar en donde desarrollarse de manera excepcional: las noches frías, el clima seco y el viento constante patagónico nos dan una fruta muy balanceada que se traduce en vinos de Syrah muy frescos y vibrantes”, explica Juliana Del Águila Eurnekian, Presidente de Bodega Del Fin Del Mundo, que cuenta con viñedos propios en San Patricio del Chañar, Neuquén, una región en la que fueron pioneros.

La Presidente de Bodega Del
La Presidente de Bodega Del Fin Del Mundo, Juliana Del Águila Eurnekian, resalta las cualidades únicas del Syrah en Neuquén

Allí elaboran uno de los Syrah más destacados del país: FIN Syrah Single Vineyard Finca La Surpina, que lleva su nombre en honor a Surpina, bisabuela de Juliana. Se trata de un vino que proviene de un viñedo con una gran concentración de grava y calcáreo, que permite a las plantas desarrollarse y mostrar su mejor versión en la Patagonia. “Es un syrah con gran concentración de fruta que recuerda a las berries, las cerezas y ciruelas, con notas especiadas y herbales”, añade Del Águila Eurnekian.

En la mesa, el Syrah marida muy bien con quesos de sabores fuertes, como el queso Gouda, Emmental, Gorgonzola o quesos de cabra u oveja. También con carnes rojas (cordero, vaca y cerdo) y de caza (conejo y jabalí) preparadas a la parrilla y aromatizadas con distintas hierbas y especias.

Hoy, si bien son pocos los Syrah reconocidos que llegan al mercado, cada vez se los siente más consistentes y con un carácter más definido. Y ahí está la clave, no solo en la diversidad de estilos que pueda ofrecer, sino en sus atributos, que pueden llegar a ser muy atractivos. Es más, en una comida donde se descorchan muchos vinos, un buen Syrah no solo va a llamar la atención por ser diferente, sino que se puede colar entre los mejores.

En Argentina, el Syrah cubre
En Argentina, el Syrah cubre 10.777 hectáreas, representando el 5,3% del total de vid cultivada en el país, según el INV (Bodega Del Fin del Mundo)
  • Pyros Appellation Syrah 2021

Tinto con fuerza y frescura, de aromas especiados y notas de crianza. De entrada, amable, taninos incipientes que resaltan las frutas negras, especias y leves dejos herbales, propios del Valle de Pedernal. Un vino completo y con carácter, que habla de la variedad y se puede disfrutar tanto por copa como en la mesa. Beber entre 2025 y 2026. Puntos: 91

Bodega Pyros, Valle de Pedernal ($12.100)

  • Paz Syrah 2021

Germán Buk es el enólogo que más vinos Syrah elabora, y conoce muy bien las características de la uva de los diferentes valles sanjuaninos. Acá ha logrado un vino de aromas a fruta roja y especias, con algo maduro en su mensaje. Los taninos que se marcan resaltan el dejo especiado y algo de cuero seco que se asocia al varietal. Pero siempre en boca gana la fruta. De paladar franco y final largo. Beber entre 2025 y 2026. Puntos: 90

Finca Las Moras, San Juan, Valle de Pedernal ($12.700)

  • Fin Single Vineyard Finca La Surpina Syrah 2019

Juliana del Águila Eurnekian continúa con su gran desafío de unir el principio y el fin del mundo del vino; la historia (Armenia) con el potencial (Patagonia). Y la variedad elegida para ser insignia en ambos terruños es la Syrah. Este Single Vineyard 2019 mantiene aromas delicados a pesar del paso del tiempo, y un paladar algo compacto. De estilo “classy” pero fresco, con especias y agradables notas de crianza que persisten en el final de boca. Beber entre 2025 y 2028. Puntos: 91,5

Del Fin del Mundo, Neuquén, San Patricio del Chañar ($39.200)